Fueron pocos pero sumamente interesantes los Obras - River a lo largo de la historia de la Liga Nacional. Y hoy, en LNB Retro, repasamos una victoria del Tachero como local ante el Millonario en 2005, año del descenso de Obras.
Autor:Leonardo Chianese (@leodeflores)
Obras ganó con el alma
El equipo de Vecchio dejó hasta la última gota de sudor en la cancha y consiguió una gran victoria ante por River 91-88 para escapar momentáneamente de la zona del descenso. Gran partido de Dominé.
¿Que hubiera pasado si el triple que lanzó Byro desde atrás de la mitad de la cancha entraba?. Nadie lo sabe, pero lo cierto es que el último lanzamiento del tirador riverplatense no entró y ganó Obras. La pelota bordeó el aro tras un largo viaje desde atrás de la mitad de cancha que amenazó con destruir los corazones locales (bastante remendados por cierto a esta altura de la temporada) y salió.
Cuando la redonda se iba del cesto y el electrónico se clavaba en el definitivo 91-88, todos los locales explotaron de alegría. Atrás había quedado un partido tremendo ante River, en el cual los errores y los parates (para secar pelota y parquet) fueron la estrella. Atrás habían quedado dos días en los cuales los muchachos de Vecchio se vieron entre los dos peores equipos de la liga y por consecuencia en el TNA.
Pero antes de ese tiro hubo un partido, que merece ser contado. Prácticamente sin defensa alguna se jugaron los 10´ iniciales. River tuvo un arranque a todo gol con los triples de Smith y el dominio interno de Strong, que le permitieron empezar en ventaja. Pero Obras respondicó con otra dosis de alto goleo de la mano de la media distancia de Dominé y los puntos de Morris en la pintura y se fue al primer descanso 32-26 arriba.
En el segundo chico el partido fue diferente. Ambos se cerraron mejor en defensa y los puntos no fueron moneda tan corriente en Núñez. Un buen ingreso de Sepúlveda refrescó la ofensiva local, lo que sumado a una intensa defensa le permitieron al equipo de Vecchio tomar una ventaja más que interesante en el marcador. La visita sufría la sequía de Mázzaro y se iba al entretiempo en desventaja 48-39.
Tras ver como Obras tomaba la máxima ventaja de la noche (53-39 a los pocos segundos de comenzado el tercero), River cambió la cara en defensa y se puso decididamente en partido. Clave para esto fue la buena marca de Picarelli sobre Sucatzky, que le generó problemas al local y trajo algunos puntos de ataque para el “Millo”. Además, Rodríguez calentó su mano en la pintura, Mázzaro y Smith aportaron desde afuera y River emparejó. Pero Dominé clavó dos bomas seguidas y le dio al local una luz de 67-64 al finalizar ese tercer segmento.
Y el último cuarto fue tremendo. A los nerviosismos lógicos por lo que había en juego para ambos (uno lucha por escapar del descenso y otro por meterse entre los cuatro de arriba) se le sumó el calor insoportable en el estadio. Eso hizo que el cotejo se pare sistemáticamente y todo se alargue.
Todos sufrían, ya que River pasó al frente pero no lo pudo sostener (gigante lo de Rodríguez en la pintura), y Obras respondió tomando de nuevo el liderazgo (inmenso lo de Dominé desde afuera), pero no lo podía cerrar. Y así se llegó al minuto final, donde Obras anotó con los libres de Sepúlveda y Sucatzky y River con puntos fáciles en la pintura.
La última bola era del local, pero la perdió y dejó que Byro lanze el triple comenzando un largo viaje. Un viaje que sin duda los hinchas de Obras querrán que termine en la estación llamada “Permanencia”. Con esta actitud, sin dudas que la película “Tachera” puede tener final feliz. River perdió, pero aún conserva chances ciertas de meterse en el lote que clasifica directamente a cuartos de final.