Prueba superada

Fue el nacimiento de lo último que debía gestar Peñarol: un triunfo ante los correntinos. Y todo alumbramiento implica dolor. No caben dudas que este parto, como fue la victoria de Peñarol sobre Regatas, dio a luz la esperanza infinita de sus hinchas sobre el futuro del equipo. No debía ser fácil, nada le ha salido fácil a Peñarol este año, debía ser sufriendo y eso que por largos momentos el local amenazó con romper el juego y tomar ventajas de 15 puntos.

Pero si algo caracteriza a este equipo correntino de Santander es que ganando o estando atrás en el marcador nunca pierde la línea de juego. Es el boxeador ensangrentado y golpeado que te sigue persiguiendo arriba del ring. ¿Quién quiere enfrentar en play off a Regatas?.

Por eso cuando el milrayita lo tenía para lo liquidar, otra vez volvía la igualdad. Así fue cada cuarto, así fue el final, hasta los suplementarios.

La paridad del comienzo fue total, con Peñarol sacando ventajas con Román González, a pesar de la doble marca sobre él. Santander puso mucho énfasis en detener a “Tato” Rodríguez y lo alternaba a Cavaco y Stanton sobre el base de Peñarol.

En ataque el conjunto visitante disfrutó de una ráfaga de Stanton y Robinson que lo puso 5-8 arriba. Pero La defensa de Peñarol negó el pase al juego interior, Cavaco no la metió de lejos y con Wadley y González el local metió un parcial en cinco minutos 13-2 para cerrar el cuarto 18-10.

En el segundo cuarto la historia cambió con el ingreso de los “ligeritos” Carabajal y Rivero. Como Stanton y Cavaco, de mayor físico y marca, estaban erráticos Santander probó con una media cancha muy liviana y ágil: Carabajal, Rivero y Martínez. Esto le dio muchos frutos.

Primero metieron una marca de mucha presión, Peñarol comenzó a jugar perimetral olvidándose de Román González. Así Regatas obtuvo el rebote defensivo y se divirtió corriendo el contraataque. De perder 24-13 pasó a ponerse solo 4 abajo (28-24) con un parcial 4-11. Sergio Hernández enfurecido paró el partido. Regata tardaba 3 segundos en poner un jugar en situación de gol desde que tomaba el rebote. El retroceso a defensa estaba plagado de desconcentración.

El gol de Rivero, un par de apariciones de Martínez y Chukie Robinson aprovechando todo en juego interior ayudaron a que Regatas ganara el parcial 22-19.

El segundo tiempo comenzó mejor para Regatas (39-36). De todos modos otra vez Román González impuso su dominio sobre los internos de Regatas que por más doble marca que instrumentaron, no pudieron con él. Anoche Román jugó como un verdadero pivote de selección. Se prendió Wadley por fin se liberó Tato Rodríguez y el local volvió a tomar una buena luz (46-38 y 51-42).

Regatas probaba (ya desde el primer tiempo) con una marca de cajón y uno sobre Wadley, pero Peñarol siempre encontró respuestas ante la combinada de los correntinos. Por eso la defensa que más debió usar fue individual.

Los problemas no eran pocos para el milrayitas. Lucas Picarelli, el base suplente, no jugó por una contractura en el aductor derecho. Sergio Hernández primero lo uso a Wadley de base, pero luego se decidió por el juvenil Alejandro Kondstat, que no lo hizo mal. Pero obviamente sin el relevo natural del uno-dos, ante una media cancha muy baja y explosiva, Peñarol no podía frenar la velocidad de los correntinos.

Fue por eso que se agigantó la figura de Marcos Mata. El alero tiene extraordinarias condiciones físicas para correr a un jugador más pequeño y su poder de salto fue vital para imponer superioridad en ataque.

En el segmento final otra vez se agigantó la figura de Juan Manuel Rivero, que a falta de Cavaco, se puso en “killer” y sacudió la defensa con tres triples seguidos. No había forma de marcarlo. Entre Rivero, Martínez y Carabajal Regatas descontó una ventaja de 10 puntos (66-56) a falta de cuatro minutos.

Siempre fue así. Peñarol negoció ventajas entre 8 a 10 puntos. Regatas la reducía entre 2 a 5. Y en el final metió la estocada. Un triple de Martínez lo puso arriba 68-70 a falta de 7 segundos. La pesadilla del Super 8 y la Copa Argentina otra vez flotando en el aire. Pero Carabajal paró con falta a Wadley y el extranjero metió los dos desde la línea. Empató en 70 y a suplementario.

El partido fue emocionante en cada momento y los tiempos extras tuvieron algo que el juego no: mucho gol. Acaso por los nervios y los jugadores más cansados. Regatas perdió a Rivero y Carabajal por faltas y Peñarol se quedó sin Román González en el segundo tiempo extra por estar descompuesto (en Mar del Plata hay un virus de grastroenterocolitis que afectó a muchísima gente)

En el recuento cronológico del partido se ve claramente como aparecieron los estandartes emocionales de Peñarol para quedarse con el partido. En el primer tiempo extra fue Wadley cuando perdían 73-77. En el segundo fue Juan Manuel Locatelli, cuando la visita estaba 90-94. Siempre toman tiros incómodos, por arriba de la marca con el sello de los jugadores que la tiran porque se saben seguros de si mismos para esos momentos.

En un partido fantástico, de primer nivel, Peñarol mostró muchos deseos de no perder y eso se notó. Regatas se quedó sin gol, ni puntería cuando lo podía ganar (90-94) y Peñarol metió un parcial 9-0 que liquidó el juego.

Síntesis

Peñarol (70) (83) (102): Sebastián Rodríguez 13, Quincy Wadley 35, Juan Manuel Locatelli 5, Jason Osborne 7, Román González 20 (FI); Marcos Mata 11, Jervaughn Scales 2, Alejandro Diez 9 y Alejandro Konsztadt 0. DT: Sergio Hernández.

Regatas Corrientes (70) (83) (102): Javier Martínez 22 (x), Diego Cavaco 0, Ramzee Stanton 12, Clarence Robinson 19 (x), Damián Tintorelli 14 (FI); Agustín Carabajal 6 (x), Juan Manuel Rivero 19 (x), Roberto López 4 y Sergio Zacarías 0. DT: Silvio Santander.

Parciales: 18-10, 37-32, 53-47, 70-70, 83-83
Árbitros: Alejandro Ramallo y Juan Fernández.
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas (2500 personas).

Foto Majo Gil (mjgil@pickandroll.com.ar)

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar

El Mono relojero

Independiente se quedó sin nada en el último segundo con un triple de Ceruti desde 8 metros que le dio a Libertad la victoria por 82 a 80 en La Caldera.

Independiente rindió bien un examen difícil, pero la nota final lo manda a marzo. El Rojo le hizo un partido de igual a igual a Libertad de Sunchales, el puntero de la Liga Nacional, pero se quedó con las manos vacías en la última bola de la noche. La caída por 82-80 de local y la victoria sin jugar de Ben Hur ante Estudiantes en Bahía Blanca (nunca arrancó el reloj de 24 segundos y el local perdió los puntos), lo dejó penúltimo, y en soledad, tras jugarse la 16ª fecha de la segunda fase.

Libertad impuso su jerarquía en los tres minutos iniciales. Con un juego ordenado, manejado por el Sepo Ginóbili, se fue adelante 9-2 porque el Rojo estaba errático desde lejos. Pero aparecieron Esteban López y Terrell Taylor, y el local se puso en partido. Los de Sunchales, igualmente, siempre manejaron una renta de 3-6 puntos, con Ginóbili y Ceruti como goleadores, ya que al Rojo le costó detener sus penetraciones.

Pero Independiente cambió todo en el segundo parcial. Mejoró su defensa, y lo dio vuelta con tres triples casi al hilo de López (uno con falta incluida), que metió 16 en la primera mitad y un buen retorno de Taylor. la frutilla fue un triple sobre los 24 segundos de posesión de Lauro, que llevó al Rojo a sacar 9 de luz con grandes porcentajes de tiros de tres. Libertad era otro, perdió muchas pelotas, cometió tres faltas ofensivas y sólo Saglietti aportó puntos.

Libertad se recuperó enseguida de un mal pasaje porque ajustó la defensa sobre López y controló bien a Johnson bajo los tableros. Y con el aporte de Battle y los aciertos de Pelussi pudo igualar el juego en 55 a falta de 1m 30s. pero un triple sobre la chicharra que clavó De La Fuente lo dejó en ventaja para el último descanso. Le sirvió como envión, ya que el Rojo mejoró y a falta de 7 minutos y medio se colocó 9 arriba, y pudo sacar más ventaja cuando desperdició una contra muy favorable. Eso despertó al puntero, que con Battle y la eficacia de Saglietti desde la línea le puso suspenso a un final cerradísimo.

El Rojo tuvo la posesión a falta de 20 segundos (80-79) y Romano tuvo dos libres cuando quedaban sólo 10. Falló los dos, Ginóbili buscó la heroica con una penetración, le doblaron la marca y revirtió para el Mono Ceruti, que clavó un triple desde 8 metros que silenció el estadio y agigantó los fantasmas.

Síntesis

Independiente (80): Leandro Lauro 3, Esteban López 21, Esteban De La Fuente 5, Byron Johnson 17, Terrell Taylor 15 (FI); Nicolás Romano 13, Leonardo La Bella 3 (x), Juan Pablo Sánchez 0, Claudio Chiappero 0 y Martín Melo 3. DT: Mauricio Santángelo.

Libertad (82): Sebastián Ginóbili 15, Pablo Moldú 3, Mariano Ceruti 13, Andrés Pelussi 7, Robert Battle 21 (x) (FI); Jorge Benítez 3, Marcos Saglietti 12 y Martín Müller 8. DT: Julio Lamas.

Parciales: 16-19, 42-35, 58-55
Árbitros: Daniel Rodrigo y Oscar Brítez.
Estadio: La Caldera – Neuquén

Crónica: La Mañana de Neuquén