Un vendaval de defensas

Fue un partidazo, digno de lo que se preveía. Porque tuvo todos los condimentos de un partido de Play Off, porque Libertad a pesar de sus problemas de cansancio y ausencia de aleros (lesionados Profit y Ceruti) se presentó muy digno y porque la paridad del final le dio el toque de emoción necesaria para ponerle incertidumbre al resultado.

El partido se presentó raro y el inicio fue decisivo. Se dice que en las buenas historias el principio es la mitad de todo. Y para Peñarol acaso haya sido mucho más que eso. Porque luego de los dos primeros ataques donde Román González no pudo sacarle diferencias a Battle y el americano lo dominó, aparecieron los tiradores para romper el círculo defensivo de Libertad.

La doble marca de Andrés Pelussi la explotó como nunca Jason Osborne, que dos veces de frente al aro castigó con sendos triples. Hubo un triple más de Wadley con el sello del extranjero (de siete metros, con marca cerca), pero los otros dos (de Rodríguez y Locatelli) producto del buen pase y la soledad. Peñarol salió a tirar sin empacho y encontró una lluvia de triples, adicional al diluvio que cayó en Mar del Plata en toda la jornada del martes.

Libertad no podía reponerse de los golpes cuando sabía que le partido se abrió por arriba de lo previsto (14-3). Lamas pidió minutos y los convenció de volver a luchar como si estuviesen 0-0. Desde allí al final del cuarto el partido se emparejó y el parcial fue 14-16. Por la visita Sebastián Ginóbili era el abanderado en ofensiva (10 pts), apoyado con el empuje de Battle (6).

Cuando Libertad ajustó en el perímetro apareció en el poste bajo Román González (8) quien luego de errar los primeros tres tiros metió con 100% de cancha. El primer cuarto se fue seguramente muy alejado de lo que Julio Lamas había planeado. Pero dos situaciones eran irrefutables: 1) Peñarol había tirado 6/8 en triples. 2) Difícilmente podía mantener ese guarismo.

Por lo tanto en el segundo cuarto se vio el juego prometido. La rotación desde el banco también ayudo a meter al partido en un duelo más defensivo y Libertad llevó a Peñarol al terreno que le convenía. Su negocio era que el rival no supere los 80 puntos, pero el primer cuarto de 28 hizo tambalear el libreto.

Saglietti, Müller y Moldú metieron una media cancha que quebró al medio a Peñarol. Moldú lo borró a Wadley, Tato Rodríguez debió forzar cada tiro y solo Locatelli brindó alguna solución. Peñarol en defensa apostaba por largos momentos a una zona 2-3 que alejó a Battle del canasto y lo obligó a tirar de frente. Encima Libertad lanzó con 2/10 en triples en el primer tiempo y la zona se le hizo más difícil.

Hernández vio el partido tan chivo (y tan táctico) que dispuso el primer relevo recién a los 13 minutos. Marcos Mata ingresó muy bien al juego y fue mostrando lo oportuno de sus apariciones. En defensa gestionó siempre que el rival tire incómodo, corrija el lanzamiento, un laburo que no sale en las estadísticas pero hace a una victoria.

De todas formas, al tiempo que se apagaban Román González (luego sustituido) Battle tomó incidencia en el juego (7 pts) y fue acompañado por Moldú (5). El cuarto fue 15-17 para la visita que corrigió definitivamente el desarrollo del partido, pero aún estaba pagando el mal Inicio. Peñarol vivía de las rentas del primer cuarto y gozaba de 7 puntos al descanso largo (43-36).

En el tercer cuarto se vio un duelo de defensas cerradas y las diferencias se dieron en las apariciones oportunas que tuvo Peñarol, que Libertad no encontró. En principio, Julio Lamas tomó una decisión clave. No lo puso a Sebastián Ginóbili en todo el tercer cuarto. Sin molestias físicas aparentes, fue una determinación para que no acumule cansancio y preservarlo para el cuarto final.

Pero “Sepo” era el líder goleador de Libertad en el juego y sin él se les hizo mucho más difícil. De hecho en el tercer cuarto los de Sunchales no lanzaron de tres puntos al canasto. Encima con la mala noche ofensiva de Saglietti la ausencia del Ginóbili fue más determinante todavía.

Peñarol no lo perdonó, ganó el parcial 20-15 porque tuvo una respuesta muy positiva de Marcos Mata (un triple y dos dobles) con 100% de cancha más un triple de Picarelli y otro de Osborne (3/3 hasta allí). Un par de bombazos llevaron la diferencia a máxima de 14 puntos (61-47) con un parcial 16-5. Libertad no tenía tiros cómodos, la defensa de Peñarol se arremangó para bancar el partido (permitió 5 puntos en 6 minutos) y Andrés Pelussi la ayudó con 1/6 en libres en el segmento.

De todos modos el “Gringo”, herido en su orgullo por los libres errado, tomó la lanza, abrió camino por donde no había y metió una serie de dobles vitales para su equipo (9 pts). Fue el único que atacó el aro con decisión, seguido apenas por algunas corajeadas de Müller.

En el cuarto final volvió el “Sepo” Ginóbili a la cancha y su equipo otra vez tomó el impulso vital en ofensiva. Ni bien ingresó metió un triple, volvió a lastimar en ofensiva Battle, siguió Pelussi y Libertad se le vino encima a Peñarol (63-60) con un parcial 0-9.

Un doble con falta que convirtió Wadley lo hizo reaccionar a Peñarol, que apenas metió 5 puntos en los primeros 6 minutos del cuarto final. El “Oveja” Hernández ya hacia rato había abandonado la zona por su defensa en hombre. Pero comenzó a buscar el desgaste definitivo del rival que venía cansado. Así utilizó el cambio permanente de Picarelli y Mata para defender, por Sebastián Rodríguez y Locatelli para atacar. Wadley se la bancó solito con Ginóbili y lo hizo muy bien. No permitió que el talentoso base pudiera seguir lastimando.

De todos modos la marca de Müller sobre Wadley fue igual de decisiva. Müller lo hizo olvidar a Moldú que vio parte del tercer y todo el último cuarto en el banco. El partido era un duelo de defensas, donde Peñarol todavía seguía administrando inteligentemente la ventaja del ya lejano y soberbio inicio.

A falta de 3 minutos, Ginóbili clavó un triple que fue un puñal para Peñarol. Redujo la ventaja a solo 3 (70-67) cuando al conjunto local encima se le habían apagado todas las luces ofensivas. En la jugada siguiente, Robert Battle (que por estar con cuatro faltas cambió la marca y se fue con Jason Osborne), quedó enganchado en una cortina de Jason, Tato Rodríguez pasó por atrás y consiguió ese hueco que tanto disfruta el base de Peñarol. Metió un triple que fue el partido. Llevó la distancia nuevamente a 6 a falta de 2:35. Con lo que se venía luchando, esa pequeña luz parecían 20 puntos diferencia.

Las arremetidas visitantes del final, Peñarol las bancó con defensa. El conjunto milrayitas, cuyo ataque fue dominado por el set defensivo de Libertad, sacó chapa de equipo maduro, haciendo un sacrificio atrás con mucha solidaridad para quedarse con la victoria. Cuando no sale adelante, entonces la defensa te debe ganar el partido. Un duelo de play off. Un partido que pudo ser como una final.

Síntesis
Peñarol (77): Sebastián Rodríguez 11, Quincy Wadley 8, Juan Manuel Locatelli 8, Jason Osborne 14, Román González 16 (FI); Marcos Mata 12, Alejandro Diez 3, Lucas Picarelli 5 y Jervaughn Scales 0. DT: Sergio Hernández.

Libertad (73): Sebastián Ginóbili 20, Pablo Moldú 5, Andrés Landoni 3, Andrés Pelussi 15, Robert Battle 15 (FI); Marcos Saglietti 6, Jorge Benítez 3 y Martín Müller 6. DT: Julio Lamas.

Parciales: 28-19, 43-36, 63-51
Árbitros: Pablo Estévez y Fabricio Vito.
Estadio: Islas Malvinas.

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.com.ar)

Pablo Tosal
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