Los cuatro finalistas

Son finalistas, no porque el título se dirima en esta instancia, sino porque se llega a una etapa sublime como son las semifinales de una las ligas más parejas y peleadas de la década. Hay favoritos, pero no hay un candidato. Cualquiera de los cuatro son potenciales campeones pero el trofeo se lo llevará uno. Las debilidades que buscan esconder y sus fortalezas más salientes:

ATENAS

Número uno de la fase regular. Se reservó el privilegio de definir de local el torneo. Desde que comenzaron los cuartos de final, todos saben que están a 10 victorias de salir campeón, pero Atenas tiene una ventaja, sabe que los 10 triunfos que necesita pueden ser en su estadio, con su gente, donde entrena cada jornada desde que comenzó el proceso en los primeros días de agosto. Este hándicap lo tiene sólo Atenas, el resto en mayor o menor medida tiene que ganar de visitante para salir campeón.

Su mayor virtud es la defensa, es la mejor de la liga (permite 69.4 pts). Su punto débil su falta de variantes para el ataque. Para salir campeón deberá mejorar su performance ofensiva, aunque su prodigio esté en quitarle al rival las armas que más disfruta y de este modo disimular el problema que tuvo durante todo el torneo. Tiene como mejor antecedente que sobre 44 fechas de la fase regular fue el que más victorias consiguió (33) y el que menos derrotas tuvo (11), en ambos casos mismos guarismos que Peñarol. Tiene como peor antecedente que su principal oponente para el título lo venció dos veces (en ambas canchas).

Peñarol es quien mejor refleja el problema de Atenas para salir campeón. No puede defenderlo a los niveles que necesita para ganar y no puede atacarlo de modo que le haga daño. Esto dentro de un parámetro muy pequeño, en un simple esquema de regla de tres, pero que de todos modos sirve para en análisis. La más preocupante de las derrotas que Atenas tuvo en el torneo fue de local con Peñarol (69-73), con plantel completo en la 22da fecha (15/02). La sed de revancha, el orgullo y el respeto por el rival son la mejor lección que dejó como legado la fase regular contra quien hoy es su principal oponente.

Rubén Magnano no desconoce que tiene uno de los planteles más ricos de la competencia en el aspecto individual. Y aunque su fuerte sea la tarea defensiva en conjunto, apela sistemáticamente al recurso natural del talento (que en definitiva es el que termina inclinando la balanza) para ganar los partidos con más puntos que el rival.

Podría decirse (con acierto) que cuanto más dura es su defensa, más fácil es su ataque. Posiblemente sea Atenas el equipo de liga más entrenado y capacitado en aprovechar los errores que genera en el rival. De todos modos, en estas instancias los equipos tienen tal nivel de paridad y jerarquía, que las equivocaciones que cometen en ataque (forzados o no) lo disimulan con aciertos y reglas defensivas (en el balance) que equiparan las fallas. Como consecuencia habrá de generarse (en la teoría) muchos más ataques estacionados.

Allí Atenas cuando deba apelar finalmente a los recursos individuales tendrá que encontrar a los nombres que contrató. El as de espadas, Leo Gutiérrez, tiene una liga ofensiva por debajo de sus números habituales. Promedia 13.2 pts (la menor de sus últimas siete temporadas y 7.5 pts por debajo de 07/08) con menores porcentajes en dobles y triples del total de su carrera.

Pero tener a Leo Gutiérrez significa siempre tener el crédito abierto. General tal atención defensiva del rival que facilita la tarea de sus compañeros. Cargar esa responsabilidad y liberar de espacios a sus compañeros (en un juego donde cada vez faltan más espacios) es tener un arma invisible que termina por destruir sin dejar huellas (al menos en las estadísticas).

Además cuentan con Juan Manuel Locatelli, el mejor alero de los últimos tres campeonatos, uno de los mejores bases de la competencia, Bruno Lábaque (mejores porcentajes históricos del global de su carrera) que no obstante sufre la falta de juego ofensivo que su equipo tiene. Bruno (al igual que Leo Gutiérrez) tiene la “Green Card” para tomar decisiones. Esto hace que deba repartir egos con Leo, pero lo han sabido distribuir muy bien. Los problemas de Lábaque son tapados por Figueroa, que ha tenido una liga fantástica, (y al igual que lo hizo Cequeira) disfruta de Leo Gutiérrez en ataque.

A diferencia de Peñarol o Libertad, para salir campeón, Atenas tiene en sus nacionales sus armas más decisivas para buscar el trofeo. A la hora de los argumentos emocionales esto puede ser una ventaja por el espíritu ganador de sus jugadores.

PEÑAROL

El mejor equipo de la segunda fase (23-7). Muchos sostienen (con toda lógica) que el torneo comienza en enero. Es por entonces que los equipos van buscando su fisonomía definitiva, no sólo en el juego sino también en los decisivos cambios de extranjeros y nacionales. La primera fase apenas arrastra el 50% de los puntos y poco importa lo que pasa contra los rivales de la misma zona. Es desde enero cuando se arman los equipos campeones (o cuando se desarman)

Su mayor virtud es el ataque. Es el equipo más ofensivo con 83.1 pts (junto con Boca). Su punto débil, la necesidad de recursos desde el banco para formar una defensa consistente. La serie con Boca trajo como mejor noticia (además de la clasificación) la sobresaliente tarea ofensiva de los relevos que invitados por la estrategia implementada por Boca, aceptaron el convite de atacar el aro y se cargaron la responsabilidad de la serie teniendo al MVP Nacional y al MVP extranjero y de la liga en el equipo. A Vega, Diez, Muruaga, Picarelli, Reinick y Campazzo no les tembló la mano. Un equipo es la conjunción de todos, entonces Peñarol se graduó de equipo en los cuartos de final, aunque esto no quiera decir que va a salir campeón, es un síntoma alentador en la recta decisiva del torneo.

Peñarol es mejor equipo que el del año pasado que se consagró Campeón de América. Este mismo Peñarol que no pasó a segunda ronda de la Liga de las Américas 08/09 como local, tiene muchos más sustentos en su juego para soñar con ser campeón, al que fue barrido 3-0 por Libertad la temporada pasada. La continuidad de trabajo del 70% del personal de un año a otro, la pulseada ganada por Hernández con sus jugadores con respecto a las reglas defensivas, la capacidad de Jackson y el momento de González marcan la diferencia.

Fue sorteando dificultades todo el torneo hasta convertirse en un bloque muy sólido. Lo primero que logró fue bajar su promedio de gol en contra, luego supo negociar los tiempos de juego de sus jugadores más destacados en beneficio de la defensa. Finalmente hizo que sus suplentes también fueran importantes en ataque. Peñarol no logrará nunca defender para menos de 70, como lo hace Atenas o Libertad, las condiciones naturales de su juego y sus individualidades lo hacen imposible. Pero tiene una naturalidad y facilidad muy diferente al resto de lo semifinalistas para convertir.

La serie con Boca abrió dudas con respecto a lo decisivo que pueden ser David Jackson y Román González. Hay jugadores que te guían al campeonato, como Leo Gutiérrez, Peñarol ¿Tiene un jugador así?. Algunas respuestas son numéricas. Jackson bajó mucho sus porcentajes pero no su promedio de gol. De 18.8 pts en la segunda fase (52.8% en triples y 53.9% en dobles) bajó apenas a 17.3 pts con 30.3% en triples y 47.1% en dobles en estos 4 partidos de play off. Por su parte Román González paso de 14.9 pts 58.4% en dobles y 6.4 reb en los 30 partidos de la segunda fase a 15.3 pts (55.9% en dobles) y 6.8 reb en los play off recordando que estos números los logró incluso con un gran 0 en el juego tres de la serie.

Peñarol perdió tres partidos en todo el torneo en el estadio Polideportivo. Dos con Boca y uno con Gimnasia, luego suma dos derrotas como local pero fuera de ese escenario (En Once Unidos con Estudiantes y en Olavarría con Quilmes). Su casa ha sido un reducto duro para cualquier adversario y sobre todo para los otros tres semifinalistas. De todos modos, su mejor versión es la de visitante (17-7 el mejor de la liga). Peñarol ganó en casi todas las canchas del país (menos justamente en Sunchales el rival del play off).

LIBERTAD

El actual campeón de liga tiene argumentos suficientes como para soñar la defensa del título, por lo pronto ya se metió en semifinales y sabe que deberá luchar contra la desventaja de cancha, que lo obliga a ganar de visitante.

La mayor virtud es su mentalidad ganadora, ha recibido todo tipo de problemas en el torneo y esta de pie, sus jugadores tienen mucha personalidad. Su punto débil es la ausencia de Pelussi que lo priva de un hombre fundamental. Por más que el técnico Julio Lamas se haya encargado de poner a cero la mente de sus dirigidos, buscando adaptar su material individual a la estructura hay dos aspectos fundamentales a tener en cuenta: dos extranjeros nuevos y la ausencia de Pelussi.

La inclusión de Danilo Pinnock y Esteban Batista no es tan traumática, son jugadores profesionales con trayectoria y jerarquía que no deberían tener problemas de adaptación a los sistemas primero y a la liga después. Pero la ausencia de Pelussi si, porque es un jugador muy completo, independientemente que sea el capitán o líder del equipo, es un jugador que resuelve con su capacidad muchos problemas en la estructura defensiva.

Julio Lamas contaba tiempo atrás que con el “gringo” en cancha, no necesitaba hacer cambios en el balance defensivo porque la velocidad del ala pivote le permitía volver con su jugador tras una acción ofensiva. “No se pierde nunca”, confesaba el técnico.

La temporada pasada, los problemas defensivos de la primera línea ante un rompimiento la solucionaban en tandem Pelussi-Battle. Dos murallas que entendían cuando y como ajustar. Ahora se debe buscar la misma disciplina con Batista y Zilli dos excelentes jugadores que tienen que demostrar lo mismo. Detrás de ellos solo quedó Andrés Landoni como relevo de confianza, un juvenil (17/09/90) ala pivote de 2.03 y enorme talento que jugó 22 partidos con un promedio de 5:04 minutos en cancha.

Seguramente las reglas nuevas de los perimetrales para proteger su juego interior, el recurso de las defensas zonales serán un argumento importante para buscar una solución que al menos contra Ciclista Olímpico salió bien. Ahora Peñarol lo pondrá en otro tipo de exigencia, al tener jugadores más dominantes tanto en el juego interior como en el perímetro.

Libertad ha ganado casi todo jugando de local (20-4), pero al igual que Peñarol lleva la marca de la frustración jugando en Sunchales por su derrota en la Liga de las Américas. También dicha actuación debería dejar como saldo la paliza que le dio a Flamengo, más allá de la abultada derrota con Universo de Brasil.

El problema para Libertad fue lejos de Sunchales donde no mantuvo la misma regularidad de juego y sobre todo de resultados. Con récord de 10-13 se ubica 8vo en la tabla de posiciones de visitante, con 72.8 pts a favor y 73.7 pts en contra. No ha sido goleado, pero le cuesta ganar y para salir campeón deberá hacerlo una vez, al menos en la semifinal y lo mismo en la final si es contra Atenas (diferente es con Sionista con quien tendría ventaja de campo)

Para tener en cuenta: la aparición de Pinnock es cada vez más positiva para el equipo. En principio le da algo que necesitan con suma urgencia: gol. El alero promedia 19.9 pts en 7 partidos (55.8% en dobles y 41.4% en triples). Esteban Batista es otro jugador que trajo gol (15.4), apenas tres décimas por debajo del promedio de Osborne, pero con más capacidad rebotera (9.6 contra 6.6 reb) y más presencia en la zona pintada. Liberando a partir de su presencia la congestión en el perímetro. En la jerarquía individual de sus dos extranjeros y la mentalidad ganadora de un equipo fuerte, con la experiencia sumada del año pasado, Libertad busca repetir.

SIONISTA

Es en las apuestas es el que más paga. Llegó quinto en la serie regular, pero lo sacó a Gimnasia de Comodoro con desventaja deportiva y sin su base titular (el mejor de la temporada) Juan Pablo Cantero. Subestimarlo sería un pecado que Sionista debe saber aprovechar.

La mayor virtud es su juego en equipo. Sionista es el conjunto que mejor juega de modo asociado. Su punto débil es la rotación del banco de relevos y la carencia de pívot en el inicial. Aunque termina imponiendo su ley y juega con Robinson de 5 y Spillers de 4, el resto de los semifinalistas poseen lo mejor en el juego interior de la competencia. Será su talón de Aquiles que hasta hoy han sabido disimular.

Con Juan Pablo Cantero (4.4 asis) y Javier Martínez (3.5 asis), Sionista tiene algo que el resto no: un doble comando en cancha, y ambos bases con capacidad anotadora. A diferencia de Atenas (Laws), Libertad (Moldú) y Peñarol (Jackson) Sionista tiene un escolta que oficia de ayuda base. Quizás el que más pueda acercarse a esta función sea Moldú, pero no tiene la capacidad de dar juego como Martínez.

Su doble comando le permite una visión de juego diferente. Sionista se pasa muy bien el balón (15.6 asis de promedio en 52 partidos Nº1 en la Liga) y desde este concepto daña al oponente. Es una idea similar a la que uso Regatas la temporada pasada con Montencchia y Martínez. Ese equipo de Santander fue el que mejor básquet propuso, aunque Libertad fue el más contundente (sobre todo por Battle y Profit) Regatas se perdió la final por el desgaste de la Sudamericana, por juego se lo merecía.

Ahora la historia se repite con dos intérpretes que se conocen de memoria: el tandem Martínez – Robinson, más un base que está en su mejor momento (Oveja, Cantero es argentino dice la bandera) y dos jugadores que tienen conciencia aplicada al equipo: Villares (14.1 pts) y Spillers (11.0), anotan cuando lo llaman y defienden siempre.

Las virtudes de un equipo que juega bien al básquet y que siempre tiene un recurso solidario extra son muchas. También es necesario marcar la velocidad de ejecución que Sionista tiene. A diferencia del resto de los equipos, tuvo un solo lesionado en todo el torneo (Cantero en los cuartos de final) amén de la fractura del pibe Ramiro Iglesias. Esto habla muy bien de su condición física y tiene un alto nivel de energía para sostener su trabajo defensivo cuando no tiene un pivote definido en el campo (Burgos suma 17:43 minutos de promedio).

El técnico Sebastián Svetliza le reconoció a Pick and Roll que debió readaptar reglas defensivas jugando con Robinson de pivote, pero la disciplina táctica es virtud también de los jugadores. Villares, más maduro, más jugador de rol, ya no oficia de tirador sino que hace las cosas que el equipo necesita, es el segundo jugador que más minutos suma en la rotación (29).

Su déficit reside en tener el banco de relevos. De los cuatro semifinalistas es el que menos puntos aportan a la causa (16.5 pts). Burgos, Hure, Iglesias, Carnovale y Fioretti se complementan bien con los titulares, pero son dos equipos diferentes. Son jugadores que tiene la misión de defender, les dan buenos minutos de descanso a sus titulares pero hay una clara diferencia entre los iniciales y los relevos. Por lo general el diagrama de Svetliza no permite más de tres relevos juntos al mismo tiempo. Los cinco titulares suman casi todos cerca de 30 minutos por juego.

De los cuatro equipos que dirimirán el título es el que menos tiene que perder incluso llegando a una semi con el favorito Atenas. Esta ausencia de presión lo pone en una situación privilegiada que no tiene ni el propio equipo cordobés, ni Peñarol ni Libertad. Sionista apuesta todo a ganador, sabiendo que su temporada ya es altamente satisfactoria. De la voluntad, tozudez, coraje y hambre de gloria de sus jugadores saldrá la respuesta de lo que resta para Sionista. Contra un equipo que presiona tanto al hombre con balón como el equipo de Magnano, el equipo que mejor se pasa la pelota siempre es la repuesta, por eso desde la fase regular, Sionista ya sabe lo que es ganarle a Atenas.

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar