El legado de la toalla

Es una nota más grafica que escrita. El testimonio es la imagen. Y no sólo la postal que significa ver un entrenador en cuclillas con la toalla blanca al hombro. Sino lo que significa para los hinchas de Peñarol en su alma. De Néstor García al Oveja Hernández hay cuatro victorias de diferencia, pero según lo cuenta la foto de Pick and Roll, hay un traspaso de historia. Al menos su imagen.

En la previa de la liga llenamos muchas líneas hablando del regreso de Rubén Magnano a la Liga. Su resplandor dorado de una gloria absoluta en Atenas 2004 engalanaba la competencia en su retorno. Y el pronóstico no falló. El cordobés tres veces campeón de Liga (todas con Atenas) puso de nuevo al mas grande club de Liga en la Final.

Del otro lado aparece Peñarol, con un entrenador que también es tres veces campeón de Liga y que además tiene su medalla olímpica, de bronce, pero que vale y pesa mucho. Sergio Hernández tiene una deuda pendiente y él lo sabe, lo declaró en público, pero más en privado: quiere salir campeón en Peñarol.

Domingo Robles, presidente del club, que a la hora de las frases es Maradona para regalarle títulos a los periodistas, lo convenció de que sea su entrenador (en el medio de una disputa con Boca) diciéndole “Si querés salir campeón anda a Boca, si querés la gloria vení a Peñarol”.

Tiene mucho de lógica la arenga. ¿Quién será el entrenador capaz de darle a Peñarol su segundo título?. ¿Qué lugar ocupará en la historia ese entrenador al lado del podio que ya goza Néstor Rafael García?.

Un club con tanta historia y pasión, un club que ha gastado fortunas (como casi todos) que estuvo a punto de hundirse, que salió a flote, que hace 21 años que esta en la “A”, que juega en una ciudad grande que respira básquetbol por encima del fútbol (¿acaso la única del país con estas características?), un club que se ha hecho conocido a fuerza de voluntad pero no tanto de logros, tiene en sus manos la chance de llegar a su segundo título de liga.

Para un club argentino el título de Liga Nacional es lo máximo. Esta bien, están las competencia de la Liga de las Américas, la Liga Sudamericana, la Copa de campeones, pero nada se compara como el título de la lnb.

Peñarol lo sueña, lo ansia, lo necesita. Y detrás de la temporada 93/94 no tuvo más que una final (06/07) y dos semifinales (99/00 y 07/08).

Desde Néstor García, que a sus jóvenes 29 años se consagró como técnico campeón de liga con Peñarol a este maduro y fogueado Sergio Hernández de 46 años hay muchas diferencias… y muchas similitudes. La verborragia, el carisma, el cuidado por lo estético, su ascendencia en el grupo, su temperamento, su extroversión… y una toalla blanca.

Es cierto, el Oveja no la usa mucho, pero la cámara de Majo Gil lo capturó en la serie semifinal contra Libertad. Acaso por necesidad haya un guiño histórico cómplice entre ambos entrenadores. En el atletismo la competencia de relevos se entrega el “testigo” para dar continuidad a la carrera. Ahora en la vida de Peñarol parece haber una posta.

Quien quiera ver una casualidad que siga leyendo un manual de estadísticas, para los que vemos señales en el destino, nos permitimos aventurar y fantasear. El mundo esta lleno de señales y siempre se elige cual mirar.

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar