El sueño de Peñarol

Este año, más que nunca, la dirigencia de Peñarol se cerró en un círculo íntimo, acaso más chico de lo habitual y con mucho hermetismo. Un club tan popular como el milrayitas tiene muchos interesados que se desviven por saber la suerte del futuro equipo y el presidente Domingo Robles optó por ni siquiera dar a conocer las negociaciones a la comisión directiva. “Es mejor que lo sepan 3 y no 16 ya que después se hace público” es el pensamiento del directivo.

Los pasillos del club son un mundo de rumores. “Ya está abrochado Daniel Farabello”, dijo ayer uno. Otro sostuvo: “El que viene es Roberto Gabini”. De acuerdo a la cantidad de gente que uno se topa son las informaciones diferentes que existen. De todos modos hay certezas que no salen del club sino veredas distantes y de los propios protagonistas que van construyendo el relato.

En principio todas las negociaciones están muy frescas, muy verdes. Sergio Hernández todavía no arregló su renovación con Peñarol y ahí comienza el efecto dominó. Se descuenta que los detalles que restan pulir serán saldados de modo positivo y se abre la pregunta ¿Sergio sería capaz de dirigir un equipo sin jugadores de renombre?. La respuesta es sí. Peñarol declaró (y a Pick and Roll le consta) que no haría locuras desde lo económico. Hubo algunas renovaciones en las que el club ofreció mínimas mejoras (como en el caso de Vega) que hacen suponer el modelo austeridad.

De todos modos con el correr de los días se fueron vislumbrando los frentes que abrió Peñarol para el armado del equipo. El más importante es la llegada del olímpico Leonardo Martín Gutiérrez. La historia es así: cuando terminó la temporada, muchos ya hablaban de la gran propuesta de Quimsa para el Chuso González. Y en tren de ser sinceros, parece que Román tenía ganas de descansar de Peñarol y Peñarol tenía ganas de descansar de Román porque no hubo contrapropuesta. La negociación se limitó a conocer el número de los otros oferentes.

A juicio de quien esto escribe en la liga nacional hay dos jugadores que marcan diferencia del resto: Román González y Leo Gutiérrez. El resto es mejor o peor, pero no son decisivos. Y Peñarol deja ir uno de ellos para darle ingreso a otro.

Atenas tiene como prioridad retenerlo a Leo pero la negociación choca con la oferta de Peñarol. El club marplatense le propuso un contrato por dos años muy seductor.

“Yo conozco al empresariado de Córdoba, la provincia no esta en un buen momento, tengo claro que Atenas no puede hacer más nada para retenerlo a Leo, así que hablé con él para conseguirle por fuera recursos extraordinarios, pero no para el club, sino para el jugador. Ahora mismo me voy a una reunión”, le dijo hoy por la mañana el presidente de Atenas, Felipe Lábaque a Pick and Roll.

La idea es conseguirle a Leo sponsors que se hagan cargo de la diferencia de contrato que Gutiérrez pretende. La oferta de Peñarol se metió en el medio de dicha renovación como una daga. Atenas y Leo se han dado 48 horas de plazo, vencido el mismo comienza a tallar la ida del ala pivote olímpico a Mar del Plata.

Pero Leo Gutiérrez no es el único. También está en el camino Gabriel Míkulas. El “Gabo” espera una oferta de Europa, de lo contrario se pone en el mercado argentino. Quimsa lo quiere, pero a Míkulas le tienta volver a Mar del Plata. Lo de Leo Gutiérrez a Peñarol parece más complicado que lo de Míkulas, pero la oferta al ala pivote campeón con Atenas ya fue hecha.

A su vez hubo otra noticia de impacto. Peñarol fue a la carga por el base Facundo Sucatzky. El jugador se fue ayer de vacaciones y su representante, Eduardo Fernández, de la empresa U1st Sports se reunirá con Robles en la semana. Hay una propuesta de renovación del conjunto brasileño Minas Tennis Club, que hoy parece ser lo más fuerte en lo económico, aunque Peñarol aún no habló de dinero por el jugador.

Sergio Hernández lo tenía a Sucatzky en una lista de tres entre los posibles bases de Peñarol para la temporada pasada. Como no se dio, este año vuelve a la carga. La llegada del base ex selección nacional de todos modos no dejaría afuera del proyecto a Sebastián “Tato” Rodríguez.

“Tato” figura como la carta perfecta para jugar en el relevo del base-escolta. Algo similar a lo que hizo Bruno Lábaque en la parte final del torneo con Atenas, que a la postre lo vería como campeón.

Como el escolta titular para Hernández debe ser David Jackson a quien declaró “imprescindible”, Tato Rodríguez sería relevo del escolta y relevo del base. Podría jugar una doble base con Sucatzky o ser el base de Jackson. De tal modo su ficha reemplazaría por si sola a Muruaga y Picarelli. Facundo Campazzo quedaría entonces como tercer base.

En tanto el puesto de alero parece resuelto con la dupla Marcos Mata (con contrato) y Sebastián Vega, con quien no han llegado a un acuerdo, pero son optimistas, ya que la opción por un año más está a favor del club.

Detrás de Leo Gutiérrez (o Gabo Míkulas) se queda un jugador de larga trayectoria en el club y la liga como Alejandro Diez (también con contrato). A pesar de su juventud (22 años) Ale Diez ya suma 264 partidos en Liga Nacional (y dos finales). Con este panorama el puesto que tiene más incógnitas en su nombre es el del pivote. Depende del arreglo o no del resto de los integrantes, aunque un nombre que se vislumbra es el de Martín Leiva (29 años), quien ya fue dirigido por Sergio Hernández (en dos temporadas) y quien se consagró campeón haciendo dupla también con Leo Gutiérrez (06/07). Leiva jugó la temporada pasada en la Liga Leb Oro en España (segunda categoría) jugando para el Grupo Begar León.

Todas las situaciones son parte de las negociaciones. A veces se saldan de modo positivo y muchas otras quedan en solo las intenciones. Depende del tiempo y otros factores externos, pero Peñarol, al menos, va descubriendo sus naipes en el armado del nuevo plantel.

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.net)

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar