Con el 76-70 sentenciado en el tanteador se vino el escándalo grande de la noche. Entre empujones y discusiones varias entre los protagonistas, Leo quiso ir a la carga de Boccia nuevamente, pero el rosarino escapó y se fue rápidamente a los vestuarios.
Lo que parecía ser una típica discusión entre jugadores con algunos pechazos pasó a un siguiente nivel cuando tomó protagonismo la hinchada de Lanús se metió en la pelea. Primero los habituales escupitajos y patadas desde la tribuna a la salida del visitante en el túnel, luego lo peor los hinchas que ingresaron al campo de juego y al increpar a Gutiérrez fueron agredidos por el jugador.
Fue todo muy extraño. Un puñado de hinchas locales, en vez de quedarse afónico de un triunfo tan importante como ante el campeón, resolvió que era mejor saltar a la cancha para intentar agredir a jugadores visitantes. Leo Gutiérrez, Campazzo y Mata se habían enojado primero por un caño de Laprovíttola y luego con Boccia. Nada de eso está bien, pero tampoco da derecho a ingresar al campo. Luego sobrevino lo de siempre en estos casos. Dos bandos a los manotazos con gente, fría, por suerte, separando. Algunos segundos de bochorno y luego la tranquilidad. Pero el papelón ya estaba consumado y ahora Lanús podrá recibir sanciones. Y quizá también los jugadores visitantes...