No hubo equivalencias

Este Peñarol no tiene equivalencias con este Regatas. No podríamos ponernos de acuerdo si es por que uno da mucho o el otro poco. Hay un poco de las dos cosas, lo cierto es que el Playoffs tiene dueño y el equipo de Sergio Hernández lo tiene atado a su rival y ayer la diferencia se hizo notable porque encima metió casi todo lo que tiró. Hay algunas explicaciones que en el segundo juego ya dejan cierta evidencia. Pasemos a verlas.

En el primer partido hubo una defensa local que llenó de nudos a su rival. Ese acto podía (y debía) ser mejorado por Regatas. Pero esto no ocurrió y por el contrario, Peñarol mejoró su versión ofensiva, con tan notable fluidez como no se le había visto en mucho tiempo. Acaso en la mejor cara mostrada durante la temporada 2010/11. Regatas fue un partenaire.

Y es fácil escribirlo pero no es fácil aceptarlo, porque hablamos del Campeón de América y uno de los candidatos al título. Peñarol literalmente lo borró. Tuvo en el primer segmento del partido un notable 6/11 en triples y 4/7 en dobles. En este aspecto es para destacar que la propuesta defensiva de Regatas fue tibia. O por mejor decirlo, no quiso tomar riesgos.

El posteo de Leiva fue mano a mano con Roe, ganando el pivote de Peñarol. La idea de Fabio Demti era dejar cara a cara a los tiradores del rival, pero cada vez que la pelota viajó al perímetro hubo huecos y el local fue una trituradora, sobre todo Leo Gutiérrez con 4/6 en triples en el primer cuarto.

Cuando el conjunto correntino se vio apurado por la puntería de su rival quiso contestar por la misma vía y solo encontró un magro 0/3 en triples. Esta vez no hubo espacios para Villares y solo Stanton y su tiro de 6 metros llevaron gol. Otra vez los nudos. La distancia se abrió a 13 en el cierre del primer cuarto (29-16).

La incógnita era saber si la rotación de Peñarol (que ya había comenzado en el primer cuarto) podría mantener el alto goleo. Y lo logró. Convirtieron 27 puntos en el siguiente parcial con 18 puntos (3 triples) del banco de relevos. Para Regatas todo fue un problema, hasta el posteo de Tato Rodríguez contra Legaria. Demti sostuvo a los cinco titulares todo el primer cuarto como buscando una respuesta de personal (que nunca llegaría) antes de cambiar nombres.

Regatas se destrabó un poco en ataque por el talento de Nico Romano que con 10 puntos en el parcial ayudo a no quedar K.O en el primer tiempo. Pero la distancia era mucha, porque enseguida Peñarol se fue 20 puntos arriba (43-23) con un equipo correntino totalmente perdido.

Cuando terminó el primer tiempo (56-38) el partido estaba terminado. No había charla posible de 10 minutos que le haga cambiar la cara a Regatas, ni modo que pueda forzar doblarle el brazo a un Peñarol que estaba afilado. Y de lo que tenía que corregir la visita de un juego a otro no hubo noticias, en cambio Peñarol mejoró su set defensivo con Tato Rodríguez en cancha y por primera vez en mucho tiempo, Campazzo apenas jugó 14 minutos en todo el partido.

Para el tercer cuarto Peñarol cerró el pleito con una fiesta de pases y conversiones de lujo. Regatas arriesgó un poco más en defensa. Salió con actitud a dar vuelta el partido y buscó dobles marcas y riesgos necesarios. Ahí si se notó que Peñarol esta en un momento increíble de juego (con una renta de 20 pts en el bolsillo) y se divertía pasando el balón y buscando huecos para convertir.

Los hinchas se rompían las manos aplaudiendo una tras otra. Era una exhibición. Y muy rara, porque la magnitud del rival no debería permitirlo. ¿Levanten las manos los hinchas de Peñarol que no estaban nerviosos antes de la serie?. Ahora parecen dos equipos con aspiraciones diferentes.

Solo en la voluntad anotadora de Lois Roe y Nico Romano Regatas encontró supervivencia en el partido para cerrar el segundo tiempo completo apenas 40-38 abajo. Con un último cuarto donde el local puso lo más profundo de su banco de relevos. Leo Gutiérrez cerró su planilla con 23 puntos y 6/10 en triples en el 3er cuarto y no volvió a entrar. Lo de Leo fue brillar con luz propia en el medio de una gran marquesina llena de luces.

Hubo 17 pérdidas en Regatas con algunos pases a la tribuna pero que deberían anotarse como recupero de equipo, porque fue la defensa de Peñarol la que obligó a que no exista pase posible. Martínez, confundido como pocas veces, no tuvo espacios ni dio juego. Y por allí camina una de las claves de la serie. La otra se vio anoche, Peñarol empieza a disfrutar su ofensiva y llega al gol por múltiples vías. Con y sin marca. El mejor Peñarol, ha encontrado una versión no correspondida de Regatas.

Síntesis
Peñarol (96): S.Rodríguez 10, K.Lamonte 9, N.Lauría 9, L.Gutiérrez 23 y M.Leiva 11 (FI); F.Campazzo 9, A.Diez 15, A.Reinick 3, M.Fierro 0 y S.Safar 7. DT: Sergio Hernández.

Regatas (76): J.Martínez 11, E.Villares 0, R.Stanton 15, F.Kammerichs 4 y L.Roe 18 (FI); R.Legaria 6, N.Romano 20, T.Field 2 y A.Montes 0. DT: Fabio Demti.

Parciales: 29-16, 56-38 y 77-55
Árbitros: Diego Rougier-Fabricio Vito.
Estadio Polideportivo Municipal.
por Sebastián Arana – Diario La Capital
Foto: gentileza Carlos De Vita