“Ni nosotros lo podemos entender”

Era un vestuario muy feliz. Incluso para jugadores profesionales de larga data era difícil asimilar lo que había pasado. En una semifinal Peñarol había logrado regresar de la muerte, resucitó y terminó festejando una nueva clasificación a la final. Leo Gutiérrez que venía 0/5 de cancha en el primer tiempo, como todo el equipo, levantó su producción en el segundo y luego del juego habló con Pick and Roll.

-¿Cómo se explica?

-Realmente nadie lo puede entender, ni nosotros lo podemos entender. Creo que hicimos un gran trabajo en el segundo tiempo, al cierre del primer tiempo también en el minuto y medio que les descontamos 10 puntos y después el arranque auspicioso del segundo tiempo fue muy bueno a pesar de que nos meten un triple cuando nos ponemos a dieciséis y se nos van nuevamente, pero estábamos jugando de otra forma, ellos no encontraron los tiros solos que habían encontrado en el primer tiempo y los que encontraban no los metían y eso nos llevó a nosotros a correr, a que Kyle meta muchos puntos de contra golpe, uno contra cero, uno contra uno y eso nos fue dando un poquito más de aire y de confianza. Cuando nos pusimos en juego sabíamos que no teníamos que enloquecernos, ir con tranquilidad y tuvimos esa tranquilidad necesaria para ganar el juego.

- En el momento que se le escapan 59-27, una diferencia muy grande, ¿Qué cosas hablaban?, porque no estaban tomando malos tiros, pero no estaban encontrando el partido en ningún lado.

-No hablábamos, yo particularmente quería que termine el partido ya porque nos estaban pegando un paseo de aquellos. No metíamos la pelota en ofensiva, nos molestaba la defensa que nos estaban haciendo ellos y no encontrábamos hacerlos errar a ellos en la ofensiva. Siempre encontraron tiros solos o bien defendidos pero con una efectividad muy grande y eso te daba un bajón grande también. Después de estar tan mal y de tener esa racha de 10 puntos que le metimos en un minuto y medio para irnos por 19 al segundo tiempo, nos dio una tranquilidad y un aire extra que era lo que necesitábamos para encarar el segundo tiempo.

- Cuando llegaron al entretiempo en el vestuario, ¿Hubo reproches o que cosas se dijeron?. Es interesante entrar en la intimidad de las cosas que ustedes hacen.

-No, en ese momento no reprochas nada porque no tiene mucho sentido reprochar, sería una piedra más en el camino, queremos remontar el partido y si ponemos un reproche es algo negativo, que no suma. Siempre cuando vas perdiendo por una diferencia amplia querés terminar el tercer cuarto por una diferencia más chica entonces planteamos terminar 9 o 10 puntos abajo para los últimos 10 minutos jugar a nuestra forma no a la de ellos para que no encuentren tiros cómodos y que no hagan el juego del primer tiempo. Y nos encontramos en el tercer cuarto que habíamos remontado 15 puntos.

-Llega Peñarol a la tercera final consecutiva y vos estuviste en las tres, dos de este lado, uno del otro. Para cualquiera que le guste realmente el básquet decir que llegar a la final es un hecho valorable en si mismo, pero Uds. mueren por ganarla porque se trazaron este objetivo desde que comenzó el año.

-Las expectativas son buenas, en una final siempre tenés en mente hacer una muy buena serie y ganar pero no va a ser fácil para nada. Atenas está jugando un gran básquet, defensivamente está haciendo muy bien las cosas y tiene jugadores que están pasando un muy buen momento, los dos americanos internos, Bruno Lábaque está haciendo jugar muy bien al equipo, Lescano está jugando bien, lo mismo que Gerlero. Tenemos que estar tranquilos, pensar y confiar en lo nuestro pero no confiarnos y pensar que va a ser fácil.

-¿Son el candidato?

-En una final no hay un candidato número uno o dos, acá es 50 y 50, los dos tenemos la misma presión, las mismas ganas y la misma necesidad de ganar porque Atenas es un equipo grande, tiene historia y quiere ganar. Peñarol es otro equipo grande de la Liga y ha hecho un esfuerzo muy grande para conseguir nuevamente una final y en tres años consecutivos y nosotros la queremos ganar también, hay responsabilidades de los dos lados.

Pablo Tosal
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