Cuando terminó la conferencia de prensa post partido y el histórico fotógrafo de la Liga Nacional Marcelo Figueras volvió su pupitre de prensa se encontró con la desagradable sorpresa de que le habían robado todo el bolso de trabajo con todos los instrumentos de trabajo, cámaras, lentes, memorias.
Además de la bronca y la indignación también el robo significa muchas cosas, en principio el enorme contratiempo de ir hacer la denuncia y tener que trabajar sin los materiales el miércoles. Figueras estuvo largas horas en la comisaría dejando asentado el hecho.
Luego significa la oportunidad de dejar reflejado una vez más que tanto en el Orfeo como en todos los estadios del país por los lugares de prensa pasean y deambula cualquier persona. Hinchas, allegados, curiosos, personal del estadio. Cualquiera. Desde acá nuestra solidaridad con Figueras y el pedido de la pronta aclaración del hecho.