Otro recital del pibe

En un juego de gol y gol sacó diferencias el equipo que tenía al jugador distinto, que por su propia impronta abrió todo tipo de cerrojo defensivo. Nicolás Brussino fue vital con 15 puntos en el cuarto inicial donde Peñarol impuso las reglas del juego. Luego la construcción de equipo que tuvo el local para cimentar las bases de la victorias fueron muy buenas, pero sus baches, su endebles defensiva y un Lanús que esta vez sacó el corazón para luchar hizo que nunca la diferencia terminara de ser decisiva.

A Peñarol le costó quebrarlo a Lanús. Tuvo dos o tres veces para liquidar el juego con antelación pero fueron sus propias impericias y los méritos del rival los que cerraron el juego y terminaron brindando un muy lindo espectáculo en la noche de miércoles marplatense.

Después de un comienzo de dudas (4-9) Peñarol igualó rápidamente en 9 y de allí apretó el turbo en ofensiva para escaparse 18-13 con parcial 14-4. La diferencia tenía nombre y apellido: Nicolás Brussino a veces camina por arriba de los rivales. Sus largos brazos, su zancada al aro, su tiro bien elevado, su puntería, son jeroglíficos indescifrables para la defensa. A Pato Rodríguez le sacó tres faltas en un ratito, a Green lo dejó dibujado en el parque. No había forma de pararlo y Brussino llegó a los 15 puntos en el primer cuarto.

El terceto Green-Millsap y Cantón era la opción que tenía Lanús para contestar pero su defensa no pudo nunca plantarse y generar comida para el contraataque. El primer cuarto se lo llevó el local 26-18.

En el comienzo del segundo parcial con los suplentes de ambos equipo en cancha Peñarol sacó diferencias porque Roberto Acuña hace todo bien. Desde la ubicación, los rebotes, las caídas del pick, buscar su propio tiro Acuña está todo el tiempo sumando para su equipo. Con Leo Gutiérrez y Anthony Young sentados por tres faltas en el banco y Ale Diez un poco tocado en su tobillo Sergio Hernández metió la formación más rara hasta acá el campeonato: tres perimetrales bajo con doble base y Massarelli y doble Pivote. Probó un rato con una zona pero se enojó y los mandó a defender hombre, y la apuesta le salió bien.

Figueroa y Sahdi comiendo los tobillos de Green y Bertone y Massarelli contra el base rival con Acuña y Feeley juntos. Raro pero efectivo.

Allí Peñarol mostraría lo que sería una constante: abrir una buena ventaja y no mantenerla: le sacó 14 (36-22) pero Lanús cerró mejor el primer tiempo y llevó el resultado a 7 (51-44).

Para el “Granate” no era ningún tipo de negocio mantener un juego a todo gol. Hacer 44 en el Poli en el primer tiempo era un sueño pero que te conviertan 51 era una pesadilla. Bertone había entrado muy bien al juego, lo mismo que Stewart, pero nunca el equipo pudo tener una secuencia de dos buenas defensas seguidas.

Para el tercer cuarto volvió Leo al rectángulo, Oveja mantuvo a Massarelli de dos y lo mandó a Brussino de alero. El equipo otra vez tuvo mucho gol y salió a liquidar el juego de arranque. La distancia creció hasta llegar otra vez a 15 (72-57) y parecía que Peñarol lo tenía para dar el golpe de K.O.

Pero Lanús otra vez no bajó los brazos (principal falencia que tuvo 48 horas atrás con Quilmes) y esta vez sacó la cara luchando. Cayó por momentos en la anarquía que proponen sus tres extranjeros pero dio lucha y redujo la ventaja por acciones individuales a 6 al cierre del tercer cuarto (74-68) con parcial 2-11 en los últimos cuatro minutos del segmento.

El técnico “Milrayitas” muy disconforme con la defensa de su equipo no ocultaba sus reproches a las acciones de sus dirigidos. El fantasma de la increíble derrota con Estudiantes todavía estaba presente en el Poli, pero esta vez Peñarol no dio chance y recuperó gol para sostener el partido en un lugar incontestable por su rival.

Cuando el resultado era una moneda al aire (76-71) a falta de largos 7:40 apareció inmenso y guapo Anthony Young, que de tanto errar triples (0/6 hasta allí) y sacó tres dobles cercanos al canasto que cotizaron oro junto con el regreso al gol de Brussino (dos triples) para ponerle un stop al deseo “Granate”. Peñarol no le dio ni chances a Lanús de poder discutir el resultado.

Le fue imposible al equipo de Fabio Demti defender tres ataques seguidos a Peñarol. Y un juego de gol y gol en el poli es una ecuación desfavorable para la visita. Lanús llevó 87 puntos a la cancha del Milrayita (lo que es perfecto) pero sin poder defender imposible que gane.

Peñarol sabe que entre Brussino y Acuña tuvo la mitad de los puntos del equipo y gozó de esa noche incandescente de su tirador, pero debe dar un ajuste a su defensa para crecer. Se sacó de encima un rival complicado y marcha tercero en la zona sur. Donde todo está por pasar…

Síntesis
Peñarol (100): Juan Pablo Figueroa 3, Nicolás Brussino 30, Anthony Young 9, Leonardo Gutiérrez 13 y Andrew Feeley 12 (FI). Alejandro Diez 1, Roberto Acuña 19, Luciano Massarelli 7 y Fabián Sahdi 6. DT: Sergio Hernández.

Lanús (87): Juan Pablo Cantero 9, Patricio Rodríguez (x) 2, Rodney Green (x) 19, John Millsap 11 y Omar Cantón 13. (FI). Juan Fernández Chávez 0, Facundo Zárate 0, Daniel Stewart 14, Pablo Bertone 19 y Facundo Gago 0. DT: Fabio Demti.

Parciales: 26-18; 51-44 y 74-68.
Árbitros: Fabricio Vito y Oscar Martinetto.
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas (Mar de Plata)
Foto: prensa Peñarol

Pablo Tosal
@pablotosal