Una de las figuras de Peñarol de Mar del Plata reconoció qué cambió el "Milrayitas" para dar vuelta el partido y ganarle a Ferro este jueves en el barrio de Caballito por la Liga Nacional. "En ataque jugamos más en equipo", dijo el pibe.
Los buenos rendimientos de Nicolás Brussino van de la mano con momentos positivos de Peñarol. Durante la temporada y en un mismo partido, si el pibe de Cañada de Gómez aporta con continuidad, el "Milrayitas" disfruta. En poco tiempo, el talentoso jugador se ha transformado en una pieza influyente del equipo de Sergio Hernández.
Contra Ferro estuvo bien acompañado por Todd Brown, Leonardo Gutiérrez y Roberto Acuña, además de la excelente gestión defensiva de conjunto. Por eso, Peñarol pudo revertir un trámite que venía complicado, en el que llegó a perder por 15 puntos. "No tuvimos un buen primer tiempo defensivo, creo que nos falto energía, intensidad y por eso nos fuimos al descanso con una diferencia en contra importante", dijo quien jugara hasta la pasada temporada en Regatas Corrientes. "Por suerte en el segundo cambiamos la cara, fuimos más intensos y en ataque jugamos más en equipo. Así pudimos aprovechar los errores defensivos de Ferro y llevarnos el juego", completó el escolta - alero que acaba de cumplir 23 años.
Aunque casi nunca tuvo plantel completo, en Peñarol todos rinden. Ahora falta Alejandro Diez, pero se sumó y muy bien Todd Brown. "Su llegada nos ayuda mucho por el tema de la rotación. Es un jugador muy bueno que juega en equipo y tiene mucho gol así que esperemos que se siga adaptando al equipo así puede seguir demostrando la calidad de jugador que es", destacó Brussino sobre el extranjero que en tres partidos promedia 17 puntos y 6 rebotes y que ante Ferro colaboró en la remontada con 4 asistencias y 3 recuperos. "El equipo es largo. Cuando tengamos a Ale (Diez) vamos a tener más rotación, entonces habrá que jugar con una intensidad alta porque sabemos que en el banco tenemos a un compañero que puede hacer lo mismo que uno", concluyó.
El presente le sonríe al también jugador de la selección argentina. Dentro y fuera de la cancha, las cosas marchan bien para Nico. Todo está acomodado. "Desde que llegue a Mar del Plata me sentí muy cómodo con el equipo, los dirigentes, la gente y creo que eso ayuda mucho al jugador en agarrar confianza. Entrenar día a día con más ganas para llegar al partido y demostrar. Creo que la confianza que me dan me hace jugar más suelto y solo me queda hacer las cosas que me pide el técnico y necesita el equipo", cerró.
