Aprobado en finales

Los últimos partidos de visitante habían sido una tortura para Olímpico, que llegaba a dominar, tenía chances de ganar pero abdicaba de manera inexplicable. Le pasó con Gimnasia, con Obras y con Boca. Teniendo todo para ganar terminó perdiendo. Anoche no dejó pasar la oportunidad y se llevó el triunfo.

En tanto Peñarol pasó de la prolijidad a la confusión, la lucha y la actitud. Después de mucho escarbar en el banco encontró el equipo en el tercer cuarto y el entrenador Marcelo Richotti casi no lo tocó hasta el final del partido. En líneas generales hubo un paso adelante para el Milrayitas en cuanto a juego, pero sus lagunas ofensivas las termina pagando muy caro y siempre hay un cuarto que le cuesta carísimo.

El juego tuvo un poco de todo, un dominador claro en el primer tiempo de la mano de Olímpico (llegó a sacar 17 puntos) y un cierre a pura emoción donde Peñarol llegó a pasar al frente. De todos modos, siempre el local está jugando en "modo heroico" y corriendo de atrás. Más tranquilo y pensante la visita cerró muy bien el juego.

El juego abrió con paridad pero se despego Olímpico (4-8) de la mano de Stanic que atacó los espacios ya que no podía dar juego. Peñarol se recuperó de la mano de Acuña y Pettigrew para igualar en 13. El segmento siguió con paridad donde hubo una buen ingreso de Diez, Torres y Giorgetti en Peñarol mientras Olímpico repartió el goleo entre Boccia, Guaita y Stanic para cerrar el primer chico favorable 18-19.

Justin Williams ya se había convertido en un gran referente defensivo en su equipo con 3 tapas y 7 rebotes en apenas 13 minutos. Con su pivote cerrando el canasto, Olímpico endureció la defensa, pero ganó mucho volumen de juego con el debut de Kyle Lamonte.

El escolta foráneo entró de base en el reemplazo directo de Stanic y tomó el liderazgo inmediato de su equipo. Jugó vertical y puso a Guaita de un lado y Cosolito de otro. Disfrutó del pick directo para el ir al canasto y de Boccia acechando como un tiburón por línea de fondo. Olímpico encontró su mejor pasaje de juego con múltiples formas de llegar al gol y se escapó 22-37 con un parcial de 4-18 en casi cinco minutos.

Peñarol volvió a la vida con el reingreso de Juan Pablo Figueroa por el pibe Juani Marcos y la fortaleza que tomó con Juan Manuel Torres en el poste bajo. El equipo de Richotti pudo frenar el aluvión con 6 puntos seguidos de su pivote suplente en el poste bajo ganándole por un rato el duelo a Williams y generando por primera vez una secuencia positiva de 3 defensas seguidas para cerrar el primer tiempo abajo por doce: 29-41.

Peñarol sabía que no lo había lastimado a su rival, sobre todo desde el perímetro (0/7 en triples en el segundo cuarto) por lo que salió decidido en el tercer cuarto a poder abrir su ofensiva con el tiro externo y lo logró. Llevó el partido a un duelo de gol, donde Olímpico para defenderse también tubo que aguantar la ventaja con gol.

El partido cambió el ritmo y Peñarol encontró encendido a Rob Reed (13 puntos en el parcial) acompañado de Pettigrew (8). Olímpico aguantó con un reparto muy equilibrado del goleo en 7 de los 8 jugadores que entraron en el segmento. Pudo atacar interior con sus pivotes, los rompimientos de Lamonte, Van Lacke y Boccia y los tiros de Guaita y Stanic. Solo con ese caudal de gol soportó el embate de un Peñarol más decidido que llevó el juego a distancia de 10 para entrar al último cuarto: 57-67.

El partido fue ganado en emoción porque Giorgetti metió presión con sus triples en el comienzo del último cuarto (65-67) y se puso a una sola bola. Dos tiros libres de Boccia cortaron la sequía de un Olímpico que ya no jugaba cómodo y tuvo que esperar casi 3 minutos para marcar puntos en el último segmento.

Un triple de Juan Pablo que por fín pudo castigar la marca por detrás de la cortina de Stanic cerró otra vez el juego a un punto (70-71) y después de un rebote ofensivo peleado por Torres en la reposición Giorgetti sorprendió a todos y puso al frente a Peñarol (72-71) para sorpresa de los visitante llevando la incertidumbre del final cerrado que tanto padece el Negro bandeño.

Allí fue donde el equipo de Fernando Duró sacó la mejor nota para el final. Tuvo criterio y tranquilidad para elegir el camino a seguir. Richotti no había querido tocar el equipo que le permitió recuperarse, y solo metió un cambio cuando Figueroa salió por cinco falta reingresando Leo Gutiérrez a falta de un minuto y medio.

Stanic se hizo cargo de la situación administrando los tiempos y las pelotas, el entrenador visitante no quiso depositar en el debutante Lamonte las acciones de cierre. Los tiros libres de Boccia, un contraataque vía Van Lacke y los tiros libres del propio Fede más Williams y Cosolito fueron cerrando el juego (78-86) a falta de 31 segundos.

Parecía cosa juzgada, pero al partido todavía le quedaba un gesto de emoción más. Figueroa volvió a meter un triple (81-86) Stanic erró dos libres y Leo clavó su única bomba de la noche (flojo 1/7 en tiros de campo en 24 minutos) para llevar el juego a un balón (84-86). Fue entonces que detrás del tiempo muerto de Duró Olímpico pudo meter la bola en juego y Maxi Stanic se redimió metiendo los dos y sentenciando el resultado.

Síntesis
Peñarol (84): Juan Pablo Figueroa 8, Rob Reed (x) 16, Steffphon Pettigrew 19, Leonardo Gutiérrez 3 y Roberto Acuña 9 (FI). Juan Manuel Torres 12, Alejandro Diez 1, Franco Giorgetti 14, Juan Ignacio Marcos 2 y Joaquín Valinotti 0. DT Marcelo Richotti.

Olímpico (88): Maximiliano Stanic 11, Federico Van Lacke 14, Adrián Boccia 18, David Nesbitt (x) 5 y Justin Williams 10 (FI). Mauro Cosolito 8, Diego Guaita 11 y Kyle Lamonte 11. DT: Fernando Duró.

Parciales: 18-19; 29-41 y 47-57.
Árbitros: Pablo Estévez y Pedro Hoyo.
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas.

Crónica: Pablo Tosal @pablotosal
Fotos: LNB Contenidos y Prensa Peñarol