En el triunfo contra Echagüe, Alejandro Diez jugó 32 minutos, tres menos que el compañero que más tiempo estuvo en cancha que fue Steffphon Pettigrew. Hizo 18 puntos, tomó 8 rebotes, dio 3 asistencias y recuperó una pelota. Ante la ausencia del capitán, otro de los ídolos del club puso el alma y el cuerpo en una final.
Al choque con los paranaenses, el surgido en Ferrocarril Sud llegó con un golpe muy fuerte en la cintura que le produjo la ruptura del labrum, un cartílago que protege la articulación en la unión de la cadera con el femur. Esta lesión lo obligará a operarse una vez finalizada la temporada y le demandará alrededor de tres meses de recuperación.
- Nadie te cree que tenés ese problema en la cadera. Jugaste como si estuvieras en plenitud.
- ¡Nooo! Ojalá fuera mentira. Me puse una inyección antiinflamatoria en la zona e hicimos unos trabajos previos en la cintura para que, una vez que entrara en calor, no sintiera dolores adentro de la cancha. Eso está bueno, aunque me duele igual. En el partido uno no piensa, ejecuta y ejecuta. Espero seguir así hasta que termine La Liga.
- Decías en la previa que hay movimientos en los que te duele mucho.
- Sí. Más que nada en los defensivos, cuando voy acompañando al jugador hacia el lateral con desplazamientos. Por eso traté de marcar un perimetral, ese era el plan de juego para no involucrarme tanto adentro, eso hablamos con Marcelo (Richotti).
- Es un momento delicado del equipo, ¿si estuvieran en otra situación hubieras parado?
- Sí. Creo que sí. A Nico (Zurschmitten) le dijeron que decidiera él y aguantó 25 días hasta que no pudo más y se tuvo que operar. Espero que mi dolor no crezca. Me dijo el médico de Buenos Aires que puede ser que un poco sí. Pero hablé con Martín (Paredes, médico del club), con mi representante y con la gente del club y me puse a disposición enseguida.
- Goleador, tercer triunfo al hilo clave, perdió Boca y la gente te ovacionó. ¿No te duele un poco menos?
- No (risas), pero me voy muy feliz a mi casa. No pasa nada. Necesitábamos mucho ganarle a Echagüe y creo que en el principio sentimos esa presión de querer sacarle 15 puntos y ellos jugaron bien en el primer tiempo, nos convirtieron muchos puntos. Después ajustamos algunas cosas atrás y pudimos correr, atacamos mucho y llegamos cerca del aro. Erramos libres, pero eso se puede corregir. La idea era ser agresivos con el aro, forzar y correr la cancha. La presión era toda nuestra y nos vamos a la gira con tres ganados de tres jugados en casa.