La despedida mágica

Fue inolvidable por muchos motivos. No sólo porque Leo Gutiérrez tuvo su fiesta prometida. Era como vivir la historia de la Liga en una sola noche. Un recorrido por todas las épocas, con emblemas que marcaron a fuego los primeros 15 años de la Liga, como el Mili Villar, Diego Osella, Pichi Campana y Marcelo Milanesio. Luego las jóvenes promesas que hicieron el posgrado en Europa y la NBA como Andrés Nocioni y Luis Scola y también la tercera generación con Campazzo, Laprovíttola, Garino, que forman parte de la dulce actualidad. Todos ellos para despedir a quien marcó a fuego el rumbo de la Liga los últimos 15 años.

La puesta en escena fue un éxito de producción, con un gran gasto operativo, motorizado por un especialista como Alejandro Casetai y la producción de WFG Group, a la altura de los más grandes juegos de las Estrellas, con 41 jugadores y 4 entrenadores invitados en cancha. Las luces, la música, las sorpresas, los tiempos de juego con el público, las mascotas, el “power team”, la animación de Mariano Latorre, la conducción de Leo Montero y Fabián Pérez. Una noche que tuvo brillo de gala para armar arquitectónicamente un evento que no estamos acostumbrados a vivir.

Leo tuvo su fiesta en la despedida y fue con el brillo de las noches especiales, en la casa que adoptó como propia en las últimas siete temporadas de su carrera. El Polideportivo Islas Malvinas es un lugar que se presta para estos megaeventos, y que luce hermosos cuando saben mostrarse. Y las más de 5000 personas le dieron el marco justo a un juego que fue una excusa.

Se armaron 4 equipos que jugaron un tiempo cada uno. Y Leo jugó un cuarto en cada uno de ellos, acompañándolos a todos. El equipo “1 Blanco” tuvo a Luis Cequeira, Selem Safar, Eduardo Dominé, Cristian Romero, Fernando Podestá Alejandro Konsztadt, Andrés Rodríguez, Carlos López Jordan, Luis Villar y Ezequiel Lamas. Ellos fueron dirigidos por Horacio Seguí, el entrenador que Leo tuvo en sus inicios, en Olimpia de Venado Tuerto.

Se enfrentaron con el equipo “2 Azul” que fue integrado por Luciano Massarelli, Juan Pablo Figueroa Nicolás Lauría, Nicolás Brussino, Alejandro Reinick, Marcelo Milanesio, Héctor Campana, Carlos Alemanno, Gonzalo Bogado y Juan Gutiérrez, dirigidos por Rubén Magnano.

El primer cuarto lo ganaron los blancos 29-20, con destellos de Dominé y su eterna mano incandescente, el ida y vuelta de Milanesio que pidió el cambio por lesión (en la previa le dijo a Pick and Roll que ya no juega al básquet) y la ventaja de un equipo que se mostró más “joven” que su rival.

Leo emparejó las cosas cuando jugó con los azules, pero la puntería de los blancos con, principalmente, Selem Safar, y luego Ale Konsztadt, les permitió un cómodo 53-40 al final del primer tiempo.

En el entretiempo, la hinchada de Peñarol desplegó su gigantesca bandera con forma de camiseta y un enorme número “6” en el medio que tapó toda la popular sur. Y se dio además el momento de entregas de plaquetas y reconocimientos para Leo: el Crírculo de Periodistas de Mar del Plata, Grupo de ex Combatientes de Malvinas, Club Olimpia de Venado Tuerto (que le regaló su primera camiseta) y Seguros La Caja.

Luego, en el segundo tiempo, ingresaron en el equipo “3 Blanco”: Germán Sciutto (único jugador de los invitados que no compartió equipo de Liga o selección con Leo, pero si Federativo), Nicolás Laprovíttola, Franco Giorgetti, Diego García, Ramyundo Legaria, Roberto Acuña, Luis Scola, Juan Ignacio Sánchez, Walter Storani, Ignacio Ravellino y Francisco “Pepo” Gutiérrez (el hijo de Leo). Este equipo estuvo dirigido por el “Tulo” Rivero

Enfrente esperaban los “4 azules” al comando de Sergio Hernández con estos jugadores: Facundo Campazzo, Marcos Mata, Patricio Garino, Pablo Barrios, Gabriel Fernández, Andrés Nocioni, Sebastián Rodríguez, Diego Osella, Jorge Zulberti y Pablo Albertinazzi.

Estuvieron presentes pero no jugaron Fabián Sahdi, Alejandro Diez, Leandro Palladino, Alejandro Montecchia, Sebastián Vega, Andrés Burgos, Facundo Sucatszky. Y no pudieron venir a Mar del Plata Hernán Jasen y Andrés Pelussi. Los tres árbitros que formaron parte de la fiesta fueron: Fabricio Vito, Martín Pietromonaco y Mauro Pereyra.

En el tercer cuarto, “Tato” Rodríguez dejó su sello con 3/3 en triples, mientras el equipo Azul lograba disimular un poco el resultado (67-60) para tomar un estable 72-64 cuando se activó el competitivo Chapu Nocioni.

En el tramo final ingresó Facundo Campazzo, como el último de los magos esperado por el público para sacar los últimos pases de magia y el marco final a un juego que sobre el cierre se llenó de emociones. A falta de 1:02 y cuando los blancos ganaban 85-72 se paró el juego para que “Pepo” y Leo jueguen un “uno contra uno” entre padre e hijo que terminó con falta antideportiva del menor de los Gutiérrez como regalo de despedida.

Luego llegó el video de los testimonios de Sconochini, Oberto, Marco Casini, Casetai, y los familiares de Leo: su suegra, hermana, sobrino, hijo, hija, la esposa y finalmente la madre. Una versión de "Despacito" interpretada como los dioses en el violín por su hija Mora y las palabras de Leo Gutiérrez decoraron el evento.

Agradeció a “su gente de los últimos ocho años” y se quebró finalmente al recorrer con la vista a todos los jugadores que compartieron una cancha con él y llegaron hasta Mar del Plata para homenajearlo. La fiesta se fue con la premisa de haber cumplido su promesa y la certeza que se vistió de jugador por última vez un jugador que marcó su huella en la historia.

GALERÍA DE IMÁGENES

Fotos: Majo Gil @MajoPick - Pick and Roll

Pablo Tosal
@pablotosal