La comisión legal y técnica, a la que se le encomendó el análisis de la situación, elaboró un escrito que fue entregado al presidente Gerardo Montenegro. Entre sus principales párrafos señala: “El momento deportivo-institucional nos llevó a sugerir la mayor prudencia en el accionar y toma de determinaciones que el caso amerita, con el sólo fin de que la asociación no se vea una vez más afectada, desprestigiada institucional y deportivamente, situaciones éstas que ni siquiera fueron imaginables a comienzos de temporada. Es evidente el menoscabo originado. Es claro que el comportamiento de Román González no fue el pactado”.
Luego, señala: “El contrato de locación y servicio dice las partes celebran un contrato donde se establecen los derechos y obligaciones de cada uno de ellos. Esta comisión en este contexto de estudio y análisis considera que el jugador Román González no dio cumplimiento con la cláusula sexta y sobre todo con la cláusula séptima del contrato suscripto. Decimos esto porque allí se estipuló que el jugador está obligado a mantener la lealtad al club, a sus directivos, componentes del cuerpo técnico y compañeros. Deberá brindar sus mejores esfuerzos tanto en los partidos como en los entrenamientos y sesiones de preparación física. Cualquier actitud que vaya en detrimento o perjudique los intereses del club y/o del equipo será considerada una falta gravísima y ocasionará las sanciones que correspondan”.
Por último, el escrito concluye: “Se sugiere a la comisión directiva, sin perjuicio de tener que afrontar por el resto de la temporada con un jugador menos dentro de su plantilla, la rescisión inmediata del contrato, la aplicación de sanciones económica y el inicio de acciones judiciales por daños y perjuicios ocasionados a la institución”.