Quimsa desperdició una enorme oportunidad de colocarse 2-0 en la final. Perdió totalmente las riendas en los últimos 15 minutos luego de llevar el comando sobre todo en defensa. Entró en un bache que pagó muy caro dependiendo de Robinson, sin claridad ni una banca confiable.
Autor:José Fiebig (especial para www.pickandroll.com.ar)
Una derrota dolorosa para Quimsa considerando como llevó las riendas durante 25 minutos en el partido. El elenco de González estuvo al frente pero de buenas a primeras comenzó a perder el foco del partido y prácticamente no hubo vuelta atrás. Encontró pocas recursos, sufrió la lesión de Cosolito y encima flaqueó atrás en el cierre del partido; todo a merced de San Lorenzo.
Es cierto que la ofensiva de Quimsa no viene brillando. Entre los dos juegos promedia 73.5 ppp, lejos de su media de 83.4 con la cual llegó a la definición del torneo. Más allá de eso, mostró solidez en defensa y, sobre todo en el primer partido, buenos números repartiendo su goleo, algo que fue esencial para destrabar el primer encuentro. Lejos estuvo de generar lo mismo en el segundo partido, mucho tuvo que ver San Lorenzo pero también ciertos puntos bajos que dolieron.
A diferencia del primer juego, Brandon Robinson tuvo mucho más protagonismo. De los 9 pts en total que sumó en todo el partido inicial a los 10 pts que sumó en solo el primer cuarto. San Lorenzo se fijó mucho en él conteniendo con cambios, step o 2x1 en diversos pasajes. Si hay algo que no le queda cómodo a Quimsa es depender en exceso de sus figuras y sobre todo del propio Robinson. Tomó demasiadas determinaciones y el resto estuvo realmente desaparecido y con pobres porcentajes.
Romero fue la otra aparición esencial en Quimsa. El cubano aportó 16 pts contra los 4 pts del primer encuentro. Es decir, entre los dos, aportaron 40 de los 72 finales cuando solo habían sumado 13 en el primer partido. Lógicamente que es necesaria su presencia anotadora, su presencia pero no en abuso, algo que quedó en evidencia. Los dos fueron claves pero el equipo se fue apagando. De hecho Robinson lleva 10 pérdidas en la final (6 y 4) algo que deberá recomponer sobre todo con sus decisiones desde el dribbling.
Dejando de lado ambos, el resto no aportó lo mismo. Quimsa padeció sus baches, perdió el ritmo del partido, desafinó con el tiro externo y le dio el partido a San Lorenzo para que lo maneje. Un pobrísimo 6-28 en triples con solo un bombazo en la segunda mitad. La necesidad de mayores variantes y una doble base que perdió claramente. Baralle y Copello con solo 9 pts, 4 asistencias y 5 pérdidas entre los dos. Solo 17 pts desde la banca, poca seguridad en dicho aspecto y sin Cosolito, quien jugó solo 12 minutos.
Los problemas se incrementaron, también Quimsa tomó malas decisiones y la pelota no entró. Además de su mala perfomance entre los bases, Mainoldi estuvo muy lejos de ser clave en ambos costados, las dudas con el pase aparecieron, no ganó la lucha aérea (iguales en 43) y con un bache de cierre inquietante pensando en el siguiente partido. Deberá aflorar nuevamente en su ofensiva, responder con otra regularidad y que los baches se minimicen para dar otra imagen o repetir, en todo caso, su inicio de partido.