Una prueba de Fe

Fue un juego de Play Off. Tuvo todos los condimentos de un partido de alto nivel de scouting, del valor de la pelota por pelota jugada a máxima intensidad y con exclusiva premisa de ganar como único objetivo posible. Salió un partidazo que terminó caliente y que se llenó de situaciones para analizar.

El primer cuarto fue de Quilmes, no solo por el 19-18 del tanteador sino por encontrar la respuesta individual para castigar la ventaja que la defensa de Regatas generó. Maximiliano Maciel salió a atacar de manera diferente que cuando Quilmes juega con su alero titular Federico Marín. Maxi se ubicó abierto al lado opuesto del balón para recibir la descarga del rompimiento y abrir la defensa con sus triples.

Cuando Regatas ajustó esa situación Maciel ya había metido tres triples en tres intentos consiguiendo la primera diferencia a favor (15-9). La virtud del equipo correntino fue seguir trabajando con sus jugadores iniciales, tener a Hopson ganando plenamente el duelo a Baxley (tremenda marca de Mac) y llegó al gol en proporciones iguales vía Quinteros, Espinoza y Sommerville para cerrar bien parejo el primer cuarto.

El juego era de defensas muy duras, pero las ofensivas estaban picantes. Con el guarismo del primer segmento se planteaba un juego de 80 puntos, que no hablaría de grandes gestiones defensivas, pero no siempre el tanteador habla del desarrollo. Las defensas eran asfixiantes, lo que había era mucho gol en conversiones impresionantes.

Eso cambió en el segundo cuarto: las definiciones, no el juego. O un poco. Porque Romero le dio más presencia ofensiva en la pintura que Galizzi pero también Rollins apareció reemplazando a Landoni. El juego se hizo más trabado con la insistencia de Regatas de sacar provecho de su poste bajo.

Cuando llegó el descanso de Maciel y Ramella armó la media cancha baja: Vildoza – Cequeira y Baxley (alternando con Ortíz) aprovechando la diferencia de talla llevaron a Nicolás Brussino al poste bajo y sacó permanente réditos desde allí, no por el gol sino para castigar la doble marca.

De todos modos, fue dicho, el segundo cuarto fue mucho más errático que el primero, el goleo bajó y el parcial lo ganó la visita 12-15 ante un Quilmes que ya no tuvo gol perimetral. El primer tiempo fue para Regatas 31-33.

En el tercer cuarto el conjunto remero salió decidido a pasarlo por encima a Quilmes. Muy fuerte en los dos costados de la cancha, tratando de meter la mano de K.O. que le permita abrir el partido. Y lo logró en los números, pero no en la práctica.

Un triple de Quinteros, doble de Sommerville, doble de Rollins y doble y falta de Hopson con dos recuperos seguidos en primera línea para un parcial de 10-0. La visita se fue 31-43 arriba ante un Quilmes que no tenía reacción. La defensa de Regatas anticipaba todo: la salida de fondo de su rival, el primer pase a Clark en el perímetro, el poste bajo de Galizzi. Todo era de los correntinos.

Hasta que llegó un triple de Maciel, para despertar a los suyos. Maxi, inteligente, le fue a jugar físico a Espinoza al poste bajo y también a Brussino. La personalidad del alero fue clave en la remontada de Quilmes que lentamente fue recuperando su gestión defensiva, cerrando el aro con su rebote y luego atacando en diferentes manos para meter un parcial 18-6 y empatar el juego en 49.

El partido estaba en tablas y con todo por jugarse, cuando solo restaban 2 minutos para que termine el tercer cuarto. La visita encontró en un triple de Sommerville y un contraataque de Rollins otra vez una pequeña luz de ventaja (51-56) que Quilmes neutralizó con un 4-0 para meterse en el segmento final cerrados en 55-56.

Así era el juego: un vaivén donde Regatas parecía que lo quebraba y Quilmes respondía con lo que podía, jugando más bien en un permanente plan “B”, ante la muy buena marca correntina.

En el segmento final otra vez la visita con un parcial de 7-0 se fue arriba 58-63 dominando desde su defensa de recuperos para las corridas de Hopson. Paolo tuvo dos acciones con gol y la distancia era de 7 (60-67) para el minuto de Ramella a falta de 4 minutos para el cierre del partido.

Hasta allí Walter Baxley había anotado 5 tiros libres y 3 dobles. Con muy poco aciertos de cancha: 3/11. Pero la magia del escolta foráneo se reencontró con su mejor versión en el segmento decisivo.

Un triple primero, luego otro seguido. Y desde allí no paró metiendo 11 puntos en los últimos 4 minutos y guiando a Quilmes a la victoria. Con un doble de Walter, Quilmes recuperó la punta 72-71 (parcial 12-4) a falta de 1:10 por jugarse.

No obstante un triple de Hopson puso incertidumbre en el resultado (72-74) con solo 50 segundos en el reloj. La intensidad y el nerviosismo eran los dueños del juego y luego de errar dos tiros abiertos en el partido, Ivory Clark tomó un triple contestado por la marca y clavó una bomba justa para detonarla en el corazón de los correntinos (75-74) a falta de 31 segundos.

Somerville contestó con dos tiros libres (75-76) con solo 28 segundos de juego y en la del final Walter Baxley por arriba de una muy buena marca de Quinteros metió el tiro ganador (77-76) con 10 segundos por jugarse.

En el cierre llegó la polémica. Quinteros con el balón quiso penetrar por la izquierda del ataque y el cambio defensivo Galizzi saltó a la marca. La jugada fue muy fina, pero Quinteros perdió el balón quejándose de una falta de Galizzi y los árbitros no dieron nada (en verdad no me pareció falta) Y allí se desató la bronca principalmente de Quinteros y Casalánguida sobre los árbitros, llevando la protesta a límites inimaginables.

Pero los árbitros no estaban dispuestos a bajar ninguna sanción técnica para resolver el partido (restaban 3 segundos 7 décimas cuando la perdió Quinteros). Chiti y Britez podrían haber creado un infierno si en la reposición Quilmes la perdía con conversión de Regatas. Porque fueron insultados y no quisieron, bajo ninguna forma, cobrarle el técnico que si buscaron Quinteros y Casalánguida. Acaso evidenciando el error.

El partido se cerró con una buena reposición de Quilmes desde el lateral ofensivo para una bandeja pasada de Maciel que decoró el resultado (79-76) en el medio de una guerra de nervios y fricción. Fue una batalla de play off riquísima en contenido que lo deja a Quilmes muy bien de cara al futuro pensando en positivo. La visita tiene más problemas emocionales que de juego, seguramente fruto del ámbito de derrotas donde se encuentra, una situación tan incómoda como inédita para Regatas.

Síntesis:
Quilmes (79): Luis Cequeira 8, Walter Baxley 23, Maciel Maximiliano 20, Ivory Clark 9 y Tayavek Gallizzi 7 (FI) Romero Diego 9, Lucas Ortíz 0, Luca Vildoza 3, Jeffrey Merchant 0 y Rubén Wolkowyski 0. DT: Leandro Ramella.

Regatas (76): Phillip Mc Hopson 11, Paolo Quinteros 16, Pablo Espinoza 8, Marcellus Sommerville 14 y Andrés Landoni 0 (FI) Hakeem Rollins 15, Nicolás Brussino 7, Fabio Vieta 0 y Javier Saiz 3. DT: Nicolás Casalánguida.

Parciales: 19-18, 31-33, 55-56
Árbitros: Alejandro Chiti y Oscar Brítez.
Estadio: Once Unidos. – Mar del Plata
Fotos: prensa Quilmes

Pablo Tosal

@pablotosal