Iluminados por el fuego

Era un partido muy difícil en la previa para Quilmes que venía de cuatro derrotas seguidas, habiendo caído en una zona peligrosa cercana al fondo de la tabla, contra un rival que lo jugaba todo por su ingreso a los play offs. Y el cervecero no dejó dudas, fue mejor de principio a fin, dio un mazazo al comienzo del segundo cuarto y luego gobernó bien el juego con la distancia no permitiendo que Regatas (que luchó más de lo que jugó) volviera al partido.

Quilmes tuvo virtudes muy grandes para llevarse el juego y tuvieron que ver con su dinámica ofensiva para atacar la defensa individual de Regatas. Cada vez que el conjunto correntino pasó a zona llegaron los problemas para el local, pero la contundencia y eficacia en momentos claves brindaron un juego que se abrió muy rápido y que Quilmes supo controlarlo desde la ventaja.

El primer cuarto fue del local con una distancia más grande en el tanteador que en el desarrollo. Quilmes se lo llevó 22-13 y porque Calderón metió un doble con rebote ofensivo sobre la chicharra del cierre de parcial, sino era de 11. ¿Tanto había hecho Quilmes para merecer semejante diferencia?. No, fue más eficaz, y la apuesta del perímetro bajo inicial de Ramella fue una audacia táctica que sacó diferencias.

El técnico local se jugó una parada brava. Regaló altura y peso para defenderlo a Espinoza, sabiendo que el alero visitante no está bien ofensivamente, pero valía le pena arriesgar si adelante el ataque lucía fluido. Y acertó: Vildoza anotó dos triples, abrió la defensa rival y Cequeira con tiros de media distancia y Baxley con rompimientos lo siguieron muy bien.

Regatas lanzó 1/6 en triples y no tuvo respuestas en sus perimetrales ni con rompimientos ni con el tiro, todos contenidos y contestados por la defensa.

Los primeros tres minutos del segundo cuarto fueron la definición del partido. Si, faltaba mucho, pero el mazazo que metió Quilmes fue incontestable. Un parcial de 17 a 0 para escaparse 39-13 a falta de 7 minutos. Regatas era una sombra, un barco a la deriva, un boxeador groggy contra las cuerdas que no podía reaccionar. Quilmes no erraba, defendía, corría, goleaba, con diferentes manos y con goles de todos los colores.

Casalánguida había pedido minuto con el 34-13 pero tardaría 50 segundos más en poder anotar sus primeros puntos en el cuarto con el juego 26 puntos abajo. Fue Scala con un triple.

La defensa de Regatas pasó a zona y el entrenador movió el banco encontrando solidez en Martínez, Scala, Saiz, Aguiar y Lang. Con ese quinteto metió un parcial de 7-0 para frenar el aluvión y reducir la desventaja a 19 (39-20). Desde allí negoció el juego en 17 puntos, dos minutos más y se puso a 15 y logró cerrar a 13 (49-36). Haciendo un esfuerzo descomunal en defensa Regatas había detenido la bomba que estaba a punto de estallar.

Para el tercer cuarto Romero volvió a ver acción y entró al campo tratando de saldar su deuda de juego y cumplió perfecto. Dos intervenciones suyas en defensa y dos más en ataque le dieron muy rápido a Quilmes nuevamente una ventaja de 19 (60-41).

Sin embargo Regatas reaccionó otra vez volviendo a la zona y parcial de 10-0 para ponerse a 9 (60-51). Quilmes consiguió entonces 5 puntos de oro (triple de Baxley y recupero y doble de Cequeira) para retomar la confianza y la ventaja (65-51). Nunca pudo ponerse a menos de 9 puntos el conjunto visitante, que cada vez que hacía el esfuerzo recibía el cachetazo. Quilmes negoció la diferencia a 14 para entrar al segmento final (70-56).

En el amanecer del último cuarto Regatas se jugó con la defensa otra vez hombre a hombre y fue la comida donde se alimentó el cervecero. Le dio buenos balones a Tayavek Gallizzi en el poste bajo para que el pivote redondee un partido muy bueno.

La distancia se abrió otra vez a 16 (75-59) y el local muy firme para atacar el aro, generar faltas, cobrar los libres, fue manteniendo con solidez la diferencia sacada. Cuando Regatas extendió la defensa para buscar su último esfuerzo (verdaderamente el conjunto correntino peleó todo el juego) Quilmes tuvo un buen juego de pases y salida contra presión que terminaron en doble con ventaja para el cervecero.

En definitiva la media cancha de Quilmes hizo una tarea impresionante con Baxley, Vildoza y Cequeira, jugando en los dos costados de la cancha, no solo anotando sino que defendiendo muy intenso, más Spalla que fue un baluarte defensivo. Las apariciones de Romero y Gallizzi (tapas, defensa y puntos), Quilmes fue superior a Regatas para dejarlo sin chances y superarlo con justicia por 16 puntos de diferencia. Justo antes del clásico, justo para volver a creer.

Síntesis
Quilmes (94): Luis Cequeira 11, Luca Vildoza 16, Walter Baxley 27, Ivory Clark 3 y Diego Romero 6 (FI); Maximiliano Maciel 10, Tayavek Gallizzi 19, Alejandro Spalla 2 y Fernando Calvi (-). DT: Leandro Ramella

Regatas (78): Santiago Scala 8(x), Paolo Quinteros 6, Pablo Espinoza (-), Javier Saiz 19 y Kristoffer Lang 17 (FI); Pedro Calderón 4, Mauricio Aguiar 13, Javier Martínez 7, Julián Sensley (-) y Juan Arengo (4). DT: Nicolás Casalánguida

Parciales: 22-13, 49-36, 70-56 y 94-78
Árbitros: Pablo Estévez y Leonardo Zalazar
Estadio: Once Unidos (Mar del Plata)

Pablo Tosal
@pablotosal