La nueva criatura

Regatas dejó atrás los cinco años de dinastía Casalánguida para pasar a una apuesta nueva con un estilo nuevo propuesto por Gabriel Piccato. Tras pasar por la mejor etapa de su historia en el profesionalismo (ganó un super 8, Liga Sudamericana, Liga Nacional 2012-2013 con Casalánguida), Eduardo Tassano con su comisión directiva necesitaban renovar las esperanzas y cambiar de aire para la temporada es por eso que recurrió a un entrenador que supo ser un rival de los molestos en su etapa en Formosa como director técnico jefe, que venía de ser asistente de un irregular Peñarol en la campaña anterior.

Previa a la firma del entrenador, el presidente de la entidad confirmaba la llegada de Fabián Ramírez Barrios un jugador críado en Hércules de Corrientes que luego dio sus siguientes pasos en Boca, para recaer en San Martín, Olímpico, Baurú de Brasil y nuevamente Boca en el profesionalismo. Su regreso a la ciudad natal estaba acompañado de Javier Saiz que contaba con contrato y el niño mimado de la casa, quizás el primer surgido desde pañales a Liga Nacional del club, Juan Pablo Arengo que tenía la premisa de dar el salto de ser catalogado promesa para convertirse en realidad viniendo desde el banco de suplentes.

Ya bien metidos en el armado, el Remero mantuvo a su gran estrella Paolo Quinteros y a Pablo Espinoza, pero luego renovó todo el plantel pasado que si bien terminó clasificando a playoffs no dio los réditos que se esperaban. Bajó el presupuesto, pero sabiendo de las limitaciones que podría ocasionar, fue animador toda la edición, sin hacer sentir el recambio generacional y de atletas.

Sims y Vidal eran los encargados de hacer olvidar el retiro del máximo ídolo Javier Martinez. El primero como titular, fue una de las claves y la dinamíta de un Paolo Quinteros demoledor. Obtuvo la máxima de la temporada con 48 anotaciones en el cierre de la fase regular, fue máximo triplero de la competencia y se mantuvo entre los 3 mejores promedios. Vidal como suplente fue una de las joyas de la defensa, lo que no le dio Donald atrás, en su primera experiencia en nuestra competencia, el ex Biguá aportó con creces y con su estilo dando el 120% fue positivo desde el comando. Ambos se metieron rápido en el bolsillo al público correntino.

El complemento perfecto fue Fernando Martina que a pesar de venir siempre de atrás (estrategia debido a una liga larga) tranquilamente podría ser el titular del equipo. Además de Duinker primero y luego Troutman que fue su reemplazo y no desentonó.

Quinteros, Sims, Espinoza y Vidal fueron el motor de un equipo que dependió y mucho de los perímetrales para que las cosas le salgan de forma excelente. Lo valioso de Piccato fue que logró revolucionar el estilo de un equipo que venía trabajando durante varias temporadas con la filosofía del básquet perfeccionista, hacía uno menos puntilloso pero que no dejó de ser detallista, potenciando las virtudes y corrigiendo las fallas del día a día. Quiero decir que el coach colonense pareció haber redoblado la apuesta y siempre planteó de local o visitante ir al golpe por golpe, desafiando las armas del rival con sus propias armas en una liga que estamos acostumbrados a que los equipos salgan a frenar los baluartes rivales, en este caso, el fantasma se plantó y aceptó el reto y en ocasiones le salió bien y en otras no, pero siempre fue Regatas. La construcción fue pan para el mañana y gol para el día a día (fue el equipo más anotador de toda la LNB).

La única espina fue la contratación de Kejuan Johnson que no tuvo un mal paso pero tampoco fue algo muy diferente a lo que se veía viendo, no dio el salto de calidad para el lugar que ocupaba. El extranjero suplantó a Lorenzo Ottani y se quedó con los minutos de la joya local Juan Pablo Arengo, algo que la gente muy orgullosa de sus raíces se lo hizo sentir a la dirigencia y al cuerpo técnico que en una gran campaña no se podía permitir tener un desliz y menos con su propia gente.

Remarco una frase del entrenador en ese momento "Kejuan Johnson va a ser importante en los playoffs" y con el diario del lunes puedo decir que el Remero regaló una ficha que le costó muy caro con el pasar de los cruces en post temporada. Con Paolo Quinteros lesionado y Donald Sims en pleno casamiento, Regatas quedó muy corto y esa ficha mayor pudo haber sido de ayuda y muy importante de este equipo revolucionario.

El ataque fue más que la defensa (Regatas fue el equipo más goleador de la temporada 86.7), una propuesta dinámica acompañado con orden. Desde el primer juego mostró sus credenciales derrotando a La Unión de Formosa 88 a 66. De local terminó con un récord 21 – 7, mientras que de visitante ganó 13 y perdió 15.

Este sistema o estilo emergió de la forma más natural, el equipo respondió con sabiduría, como sabiendo que tenía que hacer y cuando eso sucede el talento aparece para complementar el esfuerzo del equipo. Sin importar el puesto como varias veces declaró el entrenador jefe, Regatas se aferró a su ladrillo del día a día para llegar de la mejor manera posible a unos playoffs que lo tuvieron con ventaja de localia, frente a uno de los mejores equipos del 2017 Libertad de Súnchales, en lo que fue un nuevo reto para esta que denomino “La nueva criatura” que supo sortear ese peldaño y ya pensar en un Estudiantes de Concordia afilado y fuerte psicológica y deportivamente hablando.

La serie de semifinal de conferencia tuvo todos los condimentos posibles, y Regatas la ganó 3-1 mostrando que puede pisar fuerte. Aquí comenzaron las emociones fuertes, fue de punto a Concordia, cayó fuertemente en el primer cotejo y luego metió una racha de tres victorias para llegar a la final de conferencia y frente a su rival provincial (San Martín Corrientes). Nuevamente el segundo partido fue vital para los de Picatto que se recuperaron rápido de un golpe que no fue caída y salieron a flote.

La final de conferencia fue el evento deportivo del año en Corrientes, que jamás nadie olvidará y estará en cada esquina sumando una historia más para la provincia (como si ya no tuviera). Fue figurita repetida en el inicio, San Martín lo pasó por arriba en el primer punto y ante la TV dejó la sensación de candidato. Pero, otra vez el segundo partido y sin Paolo Quinteros Regatas se apoderó de la fortaleza Roja y Negra y revirtió la localía ante sus 200 hinchas que abarrotados en un rincón se hicieron el día con ese triunfo. Aún restaba confirmar la patríada y no le tuvo miedo a la historia, ganó el tercero sin problemas y el cuarto ya con la espada en la pared su rival, sacó a su estrella lesionada, Paolo Quinteros que con su corazón ayudó a Donald Sims (goleador del equipo y de los playoffs 21.7 puntos) a concretar la hazaña.

Mientras se desataba el festejo, se confirmaba que Sims no estaría presente en las primeras dos finales debido a que debía contraer matrimonio (7 de julio), con esto los correntinos perderán entre 13 y 15 tiros por partido y en momentos claves, ya que el base anotador se hizo cargo muchas veces de la ofensiva en situaciones cruciales para su equipo, en tanto su aliado perfecto Paolo Quinteros pasaba por dolores debido a una fascitis plantar que debilitó en un 60% a un equipo que había dado todo de cara a las finales de la Liga Nacional de Básquet.

Fue el propio escolta goleador que describió de la mejor manera a este equipo que quedará en la historia remera: "Fuimos como el camaleón, nos adaptamos a todas las circunstancias y a todos los partidos dependiendo de como se nos presentaron. El equipo creció mucho en eso, ha tenido un poder de adaptación muy grande. Durante la fase regular fuimos un equipo anotador, jugamos arriba de los 80 puntos y en los playoffs tuvimos que recurrir a otra estrategia, adaptarnos a juegos más cerrados de poco tanteador, pero nuestra característica fue anotar".

Sin lugar a dudas, esa fue la esencia del equipo correntino que fue protagonista, se adaptó a los cambios y soportó durante muchos meses una filosofia que llegó a su tope tras derrotar a su clásico rival desatando una gran alegría en el Parque Mitre donde su gente se adueñó rápido del estilo y lo adoptó casi sin sentir todos los cambios que se dieron de un año a otro y esto se confirma con la renovación del piloto de la nave Gabriel Picatto que ya sin Donald Sims (partió hacía Atenas) buscará seguir criando a la nueva criatura.

Flavio Ariel Ibarra

En Twitter @Flaviorocambole