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23/11/2015 15:50 | Liga Nacional

Ciorciari: “Ojalá se viva una fiesta”

Diego Ciorciari, recién regresado de Caracas, ya palpita la final de la Liga Sudamericana, donde San Martín de Corrientes buscará el paso más importante de su historia. “Estamos muy ilusionados, en la vorágine de concretar esa ilusión”.
Autor:Alejandro Francisco (especial para www.pickandroll.com.ar)
Ciorciari: “Ojalá se viva una fiesta”

San Martín de Corrientes sigue haciendo historia: superó un desafío de jerarquía y ante 12 mil personas para atravesar con éxito las semifinales de la Liga Sudamericana. Diego Ciorciari, a sus 35 años, es consciente de la magnitud del próximo desafío. Con pasado en Italia y España, el próximo reto está entre los más importantes de su vida.

El surgido en Rivadavia Juniors de Santa Fe, “nombralo que es mi raíz y lo mejor que me pasó: mis viejos, mis hermanos y mis hijos surgieron de ahí”, luego de afrontar el largo viaje desde Caracas, se plantó mano a mano con pickandroll.com.ar: “Para los más jóvenes, la final es una posibilidad muy importante y para los más veteranos, una guinda a nuestra carrera. Terminarla con un título internacional sería una alegría doble”.

La serie definitoria ante UniCEUB comenzará el jueves 3 de diciembre en Brasilia, para ya trasladarse la definición al “Fortín Rojinegro”. El segundo juego será el miércoles 9 de diciembre y, de ser necesario, se jugará un tercero el jueves 10.

¿Cómo atravesás este momento de tu carrera?

En lo personal me siento muy cómodo. Ya el año pasado me sentí muy bien en Corrientes. Tenemos el estilo de Seba (González, el DT) de jugar en transición que es el básquet que yo más siento. Este año cambió mi rol, ya que por la lesión de Ramiro (Iglesias), la temporada pasada yo hacía un poco de todo y jugaba por encima de 30, 35 minutos, lo que hizo muy pesado el año y llegaba cansado a la instancia final. Ahora juego un poco menos y con más calidad. Además el equipo tiene un potencial ofensivo increíble en todas las posiciones. Eso a mí me pone muy cómodo porque puedo tirar dos tiros por partido pero hacer jugar al equipo y que todos los jugadores se sientan bien. Esa siempre fue mi esencia: potenciar a mis compañeros. Ahora los minutos que me está dando Enzo (Cafferata) son muy buenos. Tiene una manera de jugar distinta a la mía, le gusta mirar el aro más que a mí y eso nos complementa.

¿Cómo viviste estas semifinales de la Liga Sudamericana, enfrentando a dos equipos brasileños y al local, que tenía la base de la Venezuela clasificada a Río 2016?

Estamos muy contentos y casi sin mirar atrás de lo que acabamos de lograr. Que aun no es nada, pero nos llena de orgullo. Jugamos contra Mogi a quienes ya le habíamos ganado en su cancha. Tienen muchas individualidades y creo que pecó de eso. Franca ya venía golpeado por perder el primer partido pero sí se presentaba muy difícil el choque con el local, con cancha llena y 12 mil personas y con un show montado envidiable. Hablando del choque contra el equipo local, la idea era entrar palo a palo al último cuarto para que ellos vean imposible ganarnos por 17 y que aflojen. Hicimos un final de tercer cuarto y arranque del cuarto terribles. Nos fuimos a 10,12 puntos y el público se calló. Cada vez crecíamos más. Ya al final del partido parecía que habíamos salido campeones por lo difícil que se presentaba la situación.

¿A dónde estuvieron las claves de San Martín?

El equipo se basó en jugar como equipo. Humildemente, reconocido por todos como quienes más jugaron como equipo, el que más se pasó la pelota, que siempre estuvo concentrado en lo que tenía que hacer y respetó el planteo al 100% para poder lograrlo. Jugamos un cuadrangular muy serio, muy concentrado, con el objetivo en plantar nuestras virtudes: defender, incomodar al rival y poder correr y pasar la pelota en transición. Ese es nuestro ADN, que nos dio tantos triunfos el año pasado y habíamos perdido en la Liga Nacional, siendo una de las tres peores defensas.

Siendo uno de los más experimentados del plantel ¿Qué magnitud tiene la final para el club?

Lo que se viene ahora lo más importante. Al no haber perdido tenemos la posibilidad de definir en casa, con lo que se vive el básquetbol en Corrientes, con las ansias que tenía el público de disputar la primera competencia internacional. Y ahora le dimos la posibilidad de jugarla en casa. Nosotros eso también lo vivimos porque es una ayuda extra. Estamos todos muy ilusionados pero sin tiempo de mirar atrás, ya pensando en el partido del lunes contra Atenas para levantar en la Liga y después ya con tiempo de preparar el partido en Formosa y meternos en UniCEUB. San Martín es un club que, a mi modo de ver, está haciendo las cosas muy bien, invirtiendo en el estadio y en el equipo, confiando en nosotros un año más para ser protagonistas aun sin tener la garantía de eso. Ya sabemos que el dinero casi nunca manda. Pero estamos en la vorágine de tratar de concretar esa ilusión. Para los más jóvenes es una posibilidad muy importante y para los más veteranos, Matías (Lezcano) y yo, sería una guinda a nuestra carrera. Terminarla con un título internacional sería una alegría doble.

¿Cómo hay que plantear la final?

Trataremos de plantarnos de visitante con el carácter que ya mostramos. Ellos tendrán más presión porque saben que será muy difícil que nos ganen dos partidos en casa. Tenemos que imponer desde la defensa nuestro juego en contraataque que por momentos se hace muy bonito. Ojalá la gente lo disfrute como nosotros o más todavía. Y que se viva una fiesta en Corrientes, que por primera vez en mucho tiempo no va a ser de Regatas, sino de San Martín. Me imagino una final como toda final. Contra un club con trayectoria en Brasil, y con un jugador relevante como Guilherme Giovannoni. Tuve la suerte de ser compañero de él en Rimini de Italia y siempre te das cuenta, en un primer momento, cuando un jugador tiene una mentalidad increíble, de una cabeza y talento diferente a todos. Seguramente va a ser uno de los jugadores a anular para que no traslade su confianza al resto de sus compañeros.

¿En qué lugar de tu carrera ponés esta instancia?

A esta altura de mi carrera, la Liga Sudamericana la tomo como algo muy importante, para mí y para el club que siempre me trató bien. Poder brindarle un título sería una alegría inmensa para mí y para mi familia también. Mi hijo tiene ocho años y cada vez que perdemos un partido sufre. Mis hijos (Gino y Mia), y mi mujer (Sol) saben lo que sufrimos en cada momento. Son mi vida y se los quisiera dedicar a ellos y a mi familia que son los que están siempre. Imaginate que no poder regalarle esta copa sería un peso que no toleraría. Se me pone la piel de gallina porque una final no se juega todos los días, menos en Argentina, donde los equipos cambian mucho los jugadores y es difícil ser parte de un proyecto. Si no pertenecés al proyecto correcto, pasan los años y te quedás sin jugar instancias importantes. Es un buen momento, donde todos estamos sanos. Yo lo comparo con el ascenso al ACB de Menorca, donde estábamos 2-1 abajo y teníamos que ganar de visitante y ya había perdido dos finales anteriores. Pero ganamos de visitante, tuve un gran partido y lo definimos en casa. Haber ascendido era mi objetivo por quedar en las puertas del ascenso en Zaragoza con Mati (Lezcano) y después con Melilla. Volver a vivir esa sensación es algo que me da años de vida. Lo vivo con esa ansiedad. Por eso lo hablamos con Matías que sería lindo poder salir campeón y retirarse. Nos devuelve la vida al cuerpo, seguimos corriendo y luchando para trasladarle a los jóvenes que todos los partidos se pueden ganar y que no hay que dejarse nada. Hay que dar todo. Lo peor es guardarse algo porque no se sabe si vas a tener otra situación así.

Por Alejandro Francisco
especial para www.pickandroll.com.ar