Mucho gol para curar heridas

Quilmes y San Martín brindaron un partido único, muy raro, consiguiendo el resultado de mayor goleo en tiempo regular de toda la competencia y el segundo mayor incluido los suplementarios.

El local necesitaba ganar para salir rápido de la angustia de la derrota del clásico y porque el fondo de la tabla en la Sur está cada vez más apretado. Y lo hizo bien, vulnerando a su rival del mismo modo que el rival lo hizo con el cervecero, se atacaron por todos lados y se defendieron mal, no poco, sino mal. Hubo a favor del resultado una andanada de conversiones increíbles, extraordinarias, por parte de los dos equipos, una más linda que la otra.

En el comienzo del juego San Martín fue más en el juego que en el tanteador ya que consiguió hacer grande a Wood en la pintura, donde el pivote visitante convertía o daba juego, y alimentó a todo su equipo, Ciorciari hizo jugar y los correntinos tuvieron dinámica y fluidez.

Quilmes se sostuvo con el goleo de Vildoza. El base/escolta que juega como alero metió 3 triples para ayudar a una ofensiva muy trabada del local. Miguel Gerlero se montó en línea de pases sin dejar que Baxley pueda recibir. Con Walter controlado (anotó solo un triple) Quilmes se las ingenió para anotar 23 y seguir con vida.

De todos modos en el comienzo del segundo cuarto San Martín siguió con su faceta anotadora en diferentes manos (gran ingreso de Mariano Fierro), en cambio Quilmes frenó su caudal de puntos, lo que abrió una brecha a favor de la visita que se fue a 10 puntos (29-39) con parcial 6-13. El conjunto de Sebastián González no erraba tiros de campo, tenía a Lescano y Fierro produciendo con Wood y Quilmes no los podía parar.

Después del minuto de Leandro Ramella, apostó por el perímetro bajo y Maciel y Romero en el poste bajo. Esos cinco pudieron defender un poco mejor y sobre todo conseguir un caudal de puntos para volver rápido al juego (empate en 41). La remontada de Quilmes no se detuvo allí y dio vuelta todo con un parcial de 20-5 para pasar al frente 49-44.

También coincidió con la rotación de San Martín que con Caferatta, Bortolín y Bolivar no logró mantener el enorme ritmo ofensivo que venía trayendo los titulares. El primer tiempo cerró con Quilmes arriba por 49-46 habiendo ganado el segundo cuarto 26-20.

En el tercer cuarto el partido siguió con la tonalidad de paridad. Lo único que cambió fue que San Martín directamente desistió de tomar tiros abiertos y solo se dedicó a buscar el poste bajo con Wood, que si era marcado uno contra uno desequilibraba (le sacó 3 faltas a Gallizzi en un ratito) y cuando lo doble marcaban descargaba a Paul Harrison que anotaba con facilidad. Entre los dos internos visitante anotaron 18 de los 24 de su equipo (8/12 en dobles entre ambos).

Quilmes tenía más distribuido el goleo en las manos y las formas. Cequeira en contraataque, Baxley en el estacionado, Vildoza abierto, Maciel, Gallizzi y Romero, todos llegaron al gol para que el local siga al frente 74-70 para entrar al último cuarto.

El último cuarto fue un recital de gol. Un partido de 10 minutos dentro de otro. San Martín se cargó rápido de faltas y en prácticamente en todas las situaciones si no recibía la conversión lo mandaba a Quilmes a la línea de libres (17/20 en el segmento final)

Maxi Maciel sufría en la marca por la dinámica de Mariano Fierro (4 dobles en el último cuarto) pero le pudo contestar con dos triples y un libre para emparejar la ecuación. Luego el técnico visitante resolvió cerrar con Harrison – Wood como dupla interior y también acertó con un juego de pases y gol muy aceitado entre los internos.

Pero lo dicho: no se podían defender. Walter Baxley que estaba contenido por la marca de Gerlero había anotado 16 puntos en los primeros tres cuartos en niveles terrenales. Pero se hizo cargo de todo, tomó la lanza y lo que hace habitualmente, encarando defensas de tres jugadores lo volvió a lograr anotando 16 puntos en el último cuarto.

A su lado Luca Vildoza es otro que trajo paz a la ofensiva de Quilmes con 11 puntos en el segmento (un triple y 8/8 en libres). El diferencia se estableció entre los 3 a los 6 puntos a favor del local. San Martín no podía llevar el juego a un plano de igualdad para llevarle la presión del juego a una sola bola. Con esa brecha Quilmes resistió los embates finales de la visita.

Matías Lescano contestó con tres triples y 12 puntos en el último cuarto el goleo cervecero. O´Bannon metió seis libres seguidos en su reingreso y dejó siempre con vida a su equipo, pero Quilmes lo cerró bien desde la línea de libres (terminó con 29/37 en libres) y se quedó con un juego donde sobraron acciones espectaculares, goles de todos los colores y sobre todo deseos de ganar. La defensa (o su ausencia) será motivo de análisis de cada técnico, pero el espectáculo agradecido.

Síntesis
Quilmes (112): Luis Cequeira 7, Walter Baxley 32, Luca Vildoza 33, Ivory Clark 3 y Tayavek Gallizzi 9 (FI); Alejandro Spalla 2, Maximiliano Maciel 19, Diego Romero 7 y Fernando Calvi 0. DT: Leandro Ramella.

San Martín (109): Diego Ciorciari 10, Larry O’Bannon 13, Miguel Gerlero 5, Paul Harrison 18 y Jeremiah Wood 31 (FI); Matías Lescano 14, Mariano Fierro 18, Enzo Cafferatta 0, Mateo Bolivar 0 y Bortolín 0. DT Sebastián González

Parciales: 23-26, 49-46, 74-70 y 112-109
Árbitros: Fabricio Vito y Javier Mendoza
Estadio: Once Unidos (Mar del Plata)

Pablo Tosal
@pablotosal