Atenas tiene por delante la chance de volver a estar en una final de la Liga Nacional de Básquetbol. En una apuesta por reconciliarse con su pasado –algo que ya logró con creces esta temporada– el equipo de barrio General Bustos está a sólo un juego de definir la semifinal, algo que hace seis años no hace. Pero a ése partido hay que jugarlo, y de visitante. Por eso Rubén Magnano aún no piensa ni en Peñarol, ni en Libertad (los otros semifinalistas), ni en cómo se va a trabajar después de cerrar la serie ante Sionista. “Sólo pienso en tener el tercer punto de esta llave en el bolsillo”, anticipa el entrenador cordobés.
Claro en sus conceptos, y fiel a su estilo de no anticiparse a los hechos, el DT campeón olímpico sabe que en playoffs nada es fácil, y menos en rodeo ajeno. “El juego del miércoles (por mañana) va a ser completamente diferente a los dos que tuvimos en Córdoba. Sionista va a hacer valer su localía”, sentencia.
Por eso, Atenas apelará a la fórmula que tantos resultados le dio y que le permitió tener el N° 1 de la fase regular: la defensa. “Sionista tratará de darle mucha injerencia a una defensa más dura y reflotar su juego exterior que está un poco apagado, pero eso, sin dudas, tiene que ver con lo que Atenas no le deja hacer a su rival. Por eso tenemos que mantener la línea que tuvimos durante todo el año: que el planteo defensivo nos permita abrir nuestro propio juego”.
Después de definir en cinco cotejos la llave de cuartos de final ante Regatas de Corrientes, Rubén Magnano quiere liquidar las “semis” mañana y volver a Córdoba con el objetivo cumplido. “Nosotros vamos con la intención de traernos el primer juego. Sabemos que va a ser duro pero apuntamos a la economía de esfuerzos”, explica el técnico.
Y aunque ése fue el mismo objetivo que tuvo al ir a Corrientes, el antecedente cercano no lo amedrenta. Él tiene en su poder una carta que le da seguridad. “Obviamente que el objetivo es ganar allá, pero si no se puede vendremos a definirlo a Córdoba. Por eso luchamos tanto por el N° 1”, remarca.