El mejor momento de Peñarol

El mejor momento de Peñarol

Atravesando por su mejor momento de la temporada, Peñarol hilvanó ayer su quinta victoria consecutiva en la primera fase de la Liga Nacional “A” de Básquetbol. Venció a Lanús, por 81 a 72, se mantiene arriba en la Zona Sur y además garantizó su clasificación para el Torneo Súper 8.

La victoria “milrayitas” no se puede discutir. Aún con algunos vaivenes durante el mismo partido -una característica de la que no logra emerger del todo-, volvió a defender muy bien. Y su jerarquía individual, pese a esas lagunas, lo mantuvo a resguardo en el marcador frente a un equipo limitado, escaso de personal y que no logra hallar el reemplazante idóneo para el lesionado Wendell Gibson.

Anoche, además de otra férrea demostración defensiva, el “milrayitas” supo salir adelante sin el habitual caudal de gol que aporta Román González en la pintura. Casi nunca pudo el visitante abastecer al pivote, quien tuvo una noche muy lejos de su nivel (apenas 6 puntos y 3 rebotes). Pero aparecieron otras vías.

Dos muy conocidas: “Tato” Rodríguez (impecable desde la línea de tres puntos en el cuarto de apertura) y David Jackson. Pero también fueron muy importantes los relevos, como José Muruaga (12 puntos, con 3 de 5 triples) y Lucas Picarelli (14, también con 3 de 5 en triples). Los suplentes peñarolenses convirtieron 32 puntos y sus pares de Lanús, sólo 3. Una diferencia abismal.

Lo mismo que en el control de balón. El “granate” incurrió en 18 pérdidas, y su oponente, justo la mitad. Lanús se equivocó demasiado y Peñarol se lo hizo pagar.

Peñarol estableció como argumentos determinantes su mayor jerarquía individual, su capacidad para correr y capitalizar los errores de su adversario, la mejoría para controlar a Terrell Taylor en el juego interior y una efectiva distribución de la ofensiva: cinco de sus jugadores terminaron con 12 o más puntos.

Lanús evidenció serias fallas aunque fue un rival digno en el desgaste de Taylor, en la faz ofensiva de Ronald Ramón (da ventajas atrás) y en la buena noche de Fernando Funes. Demasiado poco frente a un rival superior.

Síntesis
Lanús (72): Ronald Ramón 15, Fernando Funes 20, Diego Prego 9, Andrés Rodríguez 7 y Terrell Taylor 18 (FI). Juan Pablo Sánchez 0, Sylbrin Robinson 0, Nicolás Laprovíttola 3. DT: Alvaro Castiñeira.

Peñarol (81): Sebastián Rodríguez 11, David Jackson 18, Marcos Mata 0, Byron Johnson 14 y Román González 6 (FI). Alejandro Diez 0, José Muruaga 12, Sebastián Vega 4, Lucas Picarelli 14, Alejandro Reinick 2. DT: Sergio Hernández.

Parciales: 17-21, 35-37 y 57-63.
Arbitros: Osvaldo Bautista y Juan Fernández.
Estadio: “Antonio Rotilli”, de Lanús.
Crónica Diario La Capital.

Foto: Marcelo Endelli - www.endellifotografia.com.ar


Carlitos Way

Quilmes va encontrando su camino, construyendo el equipo que desea. En Once Unidos al menos parece infranqueable. Sacó provecho de la ausencia de Edwards y con una gran actuación de Carlos Dixon en el final lo superó 85-78.

Otra noche a pedir de Quilmes. Esta vez con tópicos diferentes, que hicieron de la victoria ante Boca un momento especial. Mantiene su invicto en el estadio de Once Unidos, se prende en la lucha por el ingreso al Super 8, superó a un rival muy duro, de gran jerarquía, le supo sacar provecho a una ausencia clave del rival, encontró un extranjero como Dixon que le puede aportar cosas interesantes y finalmente ganó en la previa del clásico.

El juego tuvo un condicionante decisivo: la ausencia de Carl Edward que hace dos días sufrió un golpe en la cadera que no le permite saltar por el dolor. Fue infiltrado para jugar pero siguió presentando dolor y se decidió a último momento preservarlo. Para Boca es una misión muy difícil suplantar a Edwards no por falta de gente para usar de alero, sino porque es el jugador diferente que genera juego en un lugar clave.

Entre un Quilmes con el plus de la localía y un Boca condicionado salió un partido entretenido, duro, luchado y altamente emotivo. El juego se destrabó en el último cuarto con una distancia interesante que Quilmes debe conservar en la Boca para la revancha.

En el inicio los triples de Masieri (2) y Gaby Fernández (2) le dieron a Boca una distancia importante (9-16) que no pudo mantener porque descontroló su juego y apostó mucho al tiro perimetral. Quilmes salió con Nicolás Romano de titular y apoyados en un Pablo Gil (13 pts) encendido dio vuelta la historia con un parcial impresionante de 20-0. Quilmes pasó a ganar 29-16 y un doble de Alloati sobre el último segundo del primer cuarto cortó una sequía de más de 5 minutos.

Pronto la ausencia de Edwards comenzó a pasarle factura a Boca. El alero foráneo juega de afuera hacia adentro, atrayendo marcas y rompiendo las defensas rivales. Tiene un tiro de tres puntos respetable. Con Masieri que juega decididamente abierto, es tarea de Casini generar espacios.

El Huevo Sánchez, optó por ponerlo a Aguirre de base junto con Legaria en el tándem del 1-2. Pero dejó a Masieri que probó mucho de afuera sin suerte (1/6 en triples en el segundo cuarto). A su vez, De la Fuente sigue probando recursos haciendo gala de un equipo de 10 jugadores. Para el segundo cuarto metió a 5 suplentes (Capitanich, López, Dixon, Cowan y Dentis) y el partido cambió.

En Boca fueron decisivas las apariciones de sus relevos Aguirre, Alloati y Calvi. La nueva dupla interior trajo mucha más solidez para hacer algo que no podían los titulares: jugar la bola interior. En tanto el “Penka” encontró todo tipos de huecos en la primera línea defensiva quilmeña y Boca por entonces funcionó mejor con Casini jugando de dos.

La aparición de Dixon en primera instancia no dijo mucho. Tomó muy buenos tiros, pero sin suerte (1/5 de cancha). De todos modos el partido le tenía reservado su momento. La defensa de Boca mejoró en virtud del descalabro de Quilmes y se llevó el cuarto 12-17.

En el tercer cuarto, Boca volvió a ganar el parcial (21-17) gracias a la tarea de Aguirre – Casini y Calvi. Como situación de preocupación Dentis se “comió” un codazo de Calvi, en una acción típica de un rebote, que le provocó un tajo al menos de 3 cm con mucha pérdida de sangre debajo del ojo. Quilmes tendría desde entonces un pivote menos. Calderón encima se cargó de faltas y De la Fuente decidió probar con Cowan de pivote al lado de Romano.

El técnico de Boca decidió seguir sin Bortz, en virtud del buen partido de Calvi y seguir rotando el segundo interno entre Gaby Fernández y Alloati.

Pero los problemas en el puesto del alero tendrían su punto decisivo cuando salió Masieri y pasó Calvi de tres. Del otro lado la respuesta fue Dixon. Un jugador más liviano y rápido que facturó con 8 puntos consecutivos para abrir una ventaja rápida para Quilmes en el inicio del último parcial (68-56) con una corrida 10-0.

Boca cambió y fue entonces con la doble base y Casini de alero. Pero todo fue en vano. Dixon se había encendido y no hubo forma de pararlo. El foráneo apareció en el final con 13 puntos (4/6 de cancha) y fue clave.

Con Bortz marginado en el banco (jugó solo 7 minutos) y sin Edwards, Boca se bancó todo el partido con nacionales. No lo hizo mal pero hizo abuso de su tiro perimetral, sin tener referencias en el juego interior. Lanzó mas triples (12/32) que dobles (16/28) y no pudo herir el corazón de la zona local que además se cerró muy bien. Apenas un rato de Gaby Fernández sobre el final forzó 9 puntos en la pintura.

Para cerrar el juego entró Salles a manejar la pelota (estuvo López un buen tiempo de base para frenar a Aguirre) y Quilmes cerró la faena con tranquilidad. Una victoria que se ajusta las necesidades del equipo. Para creer, confiar y crecer.

Síntesis
Quilmes (85): Hernando Salles 9, Pablo Gil 21, Maximiliano Maciel 0, Nicolás Romano 15, Pedro Calderón 6 (FI), Ezequiel Dentis 0 (les), Jaz Cowan 15, Carlos Dixon 15, Esteban López 2 y Dragan Capitanich 2. DT Esteban De la Fuente

Boca Juniors (78): Raimundo Legaria 6, Marcos Casini 19, Leandro Masieri 12, Gabriel Fernández 18 y Mark Bortz 0 (FI) Alejandro Alloati 6, Fernado Calvi 12 y Nicolás Aguirre 5. DT Oscar Sánchez

Parciales: 29-18, 41-35, 58-56
Árbitros: Roberto Settembrini – Fabricio Vito
Estadio: Once Unidos (1000 espectadores)

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.com.ar)

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar


Se recuperó con una goleada

Independiente se recuperó de la derrota del pasado viernes al superar 97 a 63 a Estudiantes de Bahía Blanca y le metió emoción a la definición de la zona sur en la clasificación del Super 8.

El rojo dominó el partido de principio a fin en una actuación casi sin fisuras como equipo y con respuestas individuales en todos los sectores. Siete jugadores pasaron los 10 puntos de valoración y se impuso en la lucha por los rebotes 41-26.

Estudiantes no tuvo eficacia. Lanzó apenas 3/18 en triples y 16/39 en dobles. Fue una actuación diametralmente opuesta a lo que sucedió 48 horas atrás

Síntesis
Independiente (97): Leandro Lauro 14, Cedric Moodie 21, Federico Marín 10, Jervaughn Scales 8, Brice Assie 13 (FI); Agustín Carabajal 14, Martín Melo 3, Nathan Mielke 9, Juan Levrino 5, Pablo Heit 0, Fabián Levrino 0, Gianfranco Montaldo 0. DT: Mauricio Santángelo.

Estudiantes (63): Pedro Franco 6, Juan Manuel Rivero 16, Juan Cangelosi 3, Jamaal Levy 8, Ed Nelson 22 (FI); Leonardo La Bella 2, Gerardo Barrera 0, Leandro Cecchi 4 y Lucas Bianco 2. DT: Marcelo Richotti.

Parciales: 25-18, 52-37 y 73-55.
Árbitros: Daniel Rodrigo y Jorge Chávez.
Estadio: Ruca Che.