Peñarol da el primer paso para la próxima temporada

Para la próxima liga Peñarol suma variantes para formar el nuevo equipo. El dinero disponible dejará prever cual será el plantel definitivo y según Miguel Belza, vicepresidente de la entidad, habrá un mayor presupuesto que la temporada pasada.

Entonces, ¿qué se sabe hoy de Peñarol?. Muy poco, salvo algunas lecturas que se desprenden de las palabras de los protagonistas. En el grupo de los nacionales, Fernando Rodríguez tiene un año más de contrato y ganas de seguir, además esta avalado por el cuerpo técnico. Es fija. Su hermano Tato, en cambio, (que esta disputando el Torneo Argentino para Provincia de Buenos Aires) tiene pasaporte español e intenciones de jugar en Europa. La LEB sería una probable salida. Además el técnico busca un nuevo base.

Quien no continuaría es Juan Manuel Locatelli, que desoja la margarita entre quedarse en la Argentina y su posibilidad europea. Como no tiene pasaporte jugaría como extranjero y Juan no está muy convencido. El cuerpo técnico, además le habría bajado el pulgar.

Entre los internos, Mauricio Hedman tiene contrato por un año. No obstante, según Romano: “todo es negociable”, entonces nada garantiza que se quede y se especula además que entre Walter Guiñazú y Pablo Maglia eligirán a uno de los dos. Maglia vive con su mujer en Mar del Plata y Guiñazú está en Córdoba.

En el rubro extranjero a Romano le interesa Jared Prickett. Es la prioridad. ¿Y el goleador de la última liga, Joseph Bunn? Todo depende de lo que pretenda, pero es un hecho que pedirá el doble de lo que cobró. Será su despedida de Mar del Plata. Por último, Josh Pittman está condicionado al presupuesto que presente la Comisión Directiva. De acuerdo a la media cancha que consiga el entrenador serán las posibilidades del tercer goleador de la liga. Además, le pedirán una rebaja en el sueldo. Las chances de que Pittman siga en Peñarol no son muchas.

De los nombres que podrían llegar hay una lista tan larga como la liga nacional, tanto que para el rubro bases se puede leer el nombre de Sebastián Ginóbilli. Una debilidad de Romano. Aunque parezca una locura.