No será un clásico de 7000 personas en el estadio, pero nunca es uno más. Mar del Plata vuelve a renovar la pasión del básquetbol a traves de sus dos representantes, Peñarol y Quilmes, por orden alfabético...
Autor:Pablo Tosal
La frase “los clásicos hay que ganarlos” quizás juegue en contra de los objetivos de los Técnicos, porque ambos apenas están en el génesis de su formación y por ahora el objetivo es armar un equipo que juegue como tal.
“Para los clásicos amistosos le pregunto a mis jugadores como están, quién quiere jugarlo y quien no y después evaluó quien va a entrar” sostuvo Carlos Romano a Pick and Roll. El “Negro” busca más un perfil psicológico del juego que un trabajo táctico de desarrollo. Sabe que el hincha busca primero el triunfo en el clásico que otra cosa. No obstante no se olvida que tiene que buscar un funcionamiento de equipo que hoy le preocupa.
A saber, ya no cuenta con Joseph Bunn, nada menos que el último goleador de la liga, y para suplirlo trajo a Tim Moore, una verdadera incógnita. No porque no se sepa como juega el americano sino porque los antecedentes extra deportivos que trae. Tim Moore se fue de Bahía Blanca la temporada pasada después de haber cobrado el sueldo y de improviso, situación que repitió dos meses después en Paraguay. Algo parecido hizo en Pico FC dos temporadas atrás. La alternativas que presenta esta situación son:
* esperar que haya cambiado su actitud de vida
* confiar en la capacidad del Cuerpo Técnico para seducirlo con trabajo y seriedad.
* Especular que las “ofertas” de vida de la ciudad lo atraiga para quedarse.
En el plano deportivo, Timothy Moore, viene de 15 días de inactividad y lo último que realizó fue un campus de verano en Alemania con el Avitos Giessen, ya que su esposa es de ese país, pero no conformó su actitud defensiva y anteriormente de Cocodrilos de Venezuela. Ofensivamente el americano ronda los 20 puntos de promedio.
Algo que tendrá que solucionar Romano será el recambio de internos, ya que sin Maglia y sin Güiñazú y solamente con la llegada de Olivares, no está tan fuerte como la pasada temporada. Hoy Mauricio Hedman será titular en el equipo. Repite además, dos extranjeros confiables como Pittman y Pricket sumado a la misma media cancha que lo dejó tercero en la última fase regular (Tato Rodríguez, Fernando Rodríguez y Juan Manuel Locatelli). Las ventajas previas, para hoy, son de Peñarol.
Por su parte, Quilmes tiene tres extranjeros nuevos que no conocen la liga. Uno de ellos, Ben Ebong, por consejo del médico Jorge Ostera, no debería jugar para recuperarse de una dolencia en su tobillo derecho que trajo desde Estados Unidos. Seguramente el “huevo” lo usará algunos minutos. Lamont Boozer demostró en las prácticas ser fuerte, atlético, seguro de manos y con un tiro interesante de corta distancia, pero el técnico quiere verlo contra Pricket. Mientras que LaTerrence Keys es una gran incógnita. Al no haber jugado en equipos profesionales, nunca ha jugado sistemas, pero su uno contra uno podrá servir en esta liga de 24 segundos y determinaciones inmediatas.
Lo único que sabe Oscar Sánchez que el hecho de repetir cuatro jugadores de la temporada anterior (Ibarra, Gil, Cavaco y Arce), facilita un tanto las cosas. Aunque su jugador franquicia, Daniel Farabello, está con la selección en Australia.
Ambos vienen de una pretemporada muy dura en lo físico. Peñarol Hizo sesiones de gimansia aeróbica para agilizar los movimientos y Quilmes ensaya en lo técnico-táctico dos semanas antes que su rival de hoy.
De cualquier manera este pequeño análisis, que busca explicaciones en lo psicológico y en lo táctico, son apenas jueguitos de la razon y el pensamiento, y los clásicos se viven y se juegan con el corazón.
Formaciones:
Peñarol: Fernando Rodríguez, Juan Manuel Locatelli, Josh Pittman, Mauricio Hedman y Jared Pricket. DT: Carlos Romano.
Quilmes: Matías Ibarra, Pablo Gil, Diego Cavaco, LaTerrence keys y Lamont Boozer. DT Oscar Sánchez.