Después del triunfo en el clásico los jugadores de Quilmes festejaron un largo rato con su parcialidad. Todos coincidieron en destacar el juego de equipo ante la adversidad y la tarea de Boozer y Arce en la...
Autor:Pablo Tosal
Las voces sonaban de alegría, y no era para menos, Quilmes había hecho un gran juego y cortó una sequía de cuatro juegos consecutivos contra su enterno rival.
El primero que habló fue el base Fabián Horvath y entre tantos conceptos que da una persona de experiencia en el basquet destacó el temple después de la salida de Ebong: “Fue un partido dificil porque a nosotros nos sacan del juego a un jugador fundamental, que estaba desequilibrando como Ben y el equipo se hizo fuerte ante la adversidad. Creo que se ganó con mucha justicia, quizás mucho más holgado de lo que fue el trámite del juego. Pero fuimos inteligentes en el último cuarto a la hora de anotar y jugar las posesiones en zona interna donde tanto Lamont como Cacho (Arce) hicieron un gran trabajo”.
Por su parte, el “Lata” Ibarra valoró el sacrificio de todos: “Después de la salida de Ebong el partido se enredó mucho y necesitabamos poner un poquito más de cada uno para suplir la ausencia de Ben y creo que nos salió bien. Además hicimos jugar a Diego de ”4“ que no es su posición natural y Cacho (Arce) hizo una gran tarea reemplazando a Ben que nos llevó a la victoria.
Para Pablo Gil la historia era muy diferente. Como bahiense temperamental, todavía le quedaba la sangre en el ojo de haberse perdido tres de los cuatro clásicos que se jugaron en la liga después del ascenso de Quilmes, por lo que no registraba victoria en partidos oficiales. Habló sobre el valor del triunfo: ”Por supuesto que es un partido de visitante, sabíamos que el primero se nos escapó ahí nomás y por supuesto que es Peñarol. Para la gente vale y para mí principalmente que es mi segundo partido en cuatro años realmente vale muchísimo.“
En tanto, Daniel Farabello (eterno perfil bajo), habló del clima en las tribunas y de las ilusiones que se hace la gente después de este triunfo: ”Creo que somos unos privilegiados porque esto no se ve en otras ciudades y hoy había un clima bárbaro y por suerte pudimos darle una alegría a la gente de Quilmes que es lo más importante“. Luego agregó: ”Ilusiones tenemos todos creo, pero nosotros jugando como jugamos hoy tenemos grandes chances de ganar partidos. En Independiente no lo hicimos así y nos costó un partido que a la larga nos va a doler mucho, pero lo importante es que seamos conscientes de las cosas que hacemos bien y lo apliquemos adentro de la cancha para tratar de ganar y tener aspiraciones“.
El técnico Oscar Sánchez se refirió al grupo que maneja en esta temporada y le mandó un mensaje a su hinchada: ”El quilmeño se pude quedar muy tranquilo de los americanos que tiene, tenemos dos americanos muy profesionales que yo hacía rato que no veía. Como Melvin, como Terry Martin o como Byron Wilson. Profesionales que son ejemplos y que te ayudan a entrenar porque te exigen, son los primeros en llegar, son tipos regulares, van siempre y tienen un don de gente impresionante. Los nacionales que tenemos van y van y a veces tienen que jugar contra jugadores de mayor talla pero siguen yendo, además la calidad de Farabello. Están todos con un gran corazón buscando el partido, después se gana y se pierde. En Independiente de Pico nosotros jugamos mal, a mí no me gustó y a ellos tampoco pero hoy había que ganar y se ganó“.
Todas las voces tienen un común denominador: de fondo la música la ponían las más de 1.500 gargantas que festejaron un triunfo tan meritorio como difícil.