(Conferencia Sur) Las ambiciones de ser un de los dos equipos que ingresen al super cuatro siguen intactas pero en la noche de ayer, en Olavarría Quilmes fue a demostrar que es un equipo que no sólo tiene deseos...
Autor:Pablo Tosal
El marco del partido invitaba a ver un gran espectáculo entre dos equipos que pelean los primeros puestos de la zona, pero en realidad se vio un fantástico unipersonal del equipo del Oveja Hernández. Todo lo que pudo salir mal para Quilmes, se juntó en una sola noche. Esta claro que la diferencia entre uno y otro no es de 28 puntos pero el marcador final fue tan abultado como justo.
La crónica del partido tiene para ser analítica apenas 20 minutos. El resto fue esperar que termine el encuentro
Se podría decir que Estudiantes definió el partido en el primer cuarto cuando sacó una diferencia de 13 puntos (32-19), pero sobre todo mostró el camino por donde quiso que se jugara. La defensa hombre a hombre de Quilmes (una de las mejores de la liga) fue vulnerada como nunca. Ruiz Moreno (que salió de base titular) desequilibró siempre, primero a Ibarra y luego a Cavaco. Y con sus mandadas abrió los espacios que necesitaban sus compañeros. Alimentó a Ossela (6pts), Owens (5) y se despachó con 10 puntos (2/2 en triples). Mientras que Gaby Díaz 8 pts (con 4/5 en dobles) era incontenible para Cavaco primero y Pablo Gil después. A todo este vendaval ofensivo del local Quilmes no tuvo muchas respuestas. Boozer y Ebong (12 pts entre ambos) intentaban ganar un duelo desparejo ya que Osella y Owens recibieron mucha ayuda para contenerlos. Farabello fue mas humano que nunca, seguramente nervioso por los silbidos y abucheos de un público que, no tan lejanamente, lo vitoreó pasó inadvertido salvó por mantener en ese primer pasaje a Quinteros contenido.
Para el segundo cuarto, Oscar Sánchez intentó la reacción con el cambio a defensa zonal 2-3 y lo dejó a Farabello de base con Gil y Cavaco de escoltas. Y con un triple de “chiche” y dos mandadas de pablo Gil pusieron un parcial de 7-0. Pero fue un espejismo. Si en el primer cuarto Estudiantes anduvo bien en triples con el hombre a hombre (4/5) en el segundo cuarto en zona se acomodó aún más (5/7). Apareció mediante esa vía Paolo Quinteros (13 puntos con 3/4 en triples). Mc Cray ingresó para “comerse” a Boozer y lo logró mientras que sólo Ebong (10 puntos) pudo en el uno a uno contra Owens. Pablo Gil, como siempre, se fabricaba sus propios espacios de tiro (8 pts en el parcial) Farabello como base perdió definitivamente la línea y Cavaco (0/4 en triples y 0/2 en dobles) no aportaba soluciones. La diferencia se incrementó hasta los 24 puntos (63-39) para cerrar la mitad en 65-43. Estudiantes corrió el contraataque, defendió bien a los internos quilmeños, sacó del juego a Farabello y liquidó el partido mucho antes del final.
El segundo tiempo fue un largo suplicio de 20 minutos. Quilmes no entró nunca en juego. Justo este equipo que tiene fundamentos en su sacrificio, no tuvo el espíritu necesario para dar vuelta una situación atípica. El local encontró gol desde todas las posiciones con alarmante facilidad y Quilmes se sostenía por el orgullo deportivo de Pablo Gil (15 pts el tercer cuarto). Los últimos 10 minutos fueron un correcalles que sólo sirvió para sellar el resultado.
Para el final sólo quedó el hecho estadístico que estudiantes llego a los 120 con 14/24 en triples (58%) y 33/49 en dobles (67%) con muchas bandejas de contraataque. Fue una picardía que Quilmes no pudiera jugar en su nivel y sacar chapa ante su público que fue a Olavarría, que reivindicando su acto de fe, alentaron hasta después del partido.
Pablo Tosal
Estudiantes (120): Ruiz Moreno 28, Quinteros 24, Díaz 14, Owens 22 y Ossela 12 (fi), Mc Cray 2, Logrippo 5, Ginóbili 9, Marín 4, Arce 0 y Lorenzo 0. DT Sergio Hernández
Quilmes (92): Ibarra 8, Farabello 8, Cavaco 6, Ebong 26 y Boozer 11 (fi) Gil 28, Horvath 5 y Arce 0. DT Oscar Sánchez