(Conferencia Sur) En el peor momento de la era Romano, por lesiones y problemas de juego, Peñarol edificó dos triunfos enormes, frente a Estudiantes de Bahía y Gimnasia CR. basados en un espíritu inquebrantable...
Autor:Pablo Tosal
El partido tuvo un tono mediocre, pero el mérito grande de Peñarol fue llevarlo dentro del terreno que le convenía, ya que necesitaba que Gimnasia entre en la confusión, porque con los pocos recursos que tenía a favor el local debía aprovecharlos al máximo, así como también plantear un partido de tanteador bajo y ambas cosas salieron a la perfección.
El primer segmento marcó la paridad que hubo en todo la noche, mientras “Tato” Rodríguez seguía jugando el partido del viernes, es decir, tomando las responsabilidades ofensivas y goleando (7 pts), Fernando esta vez no encontraba el aro (1/6 de cancha). Olivares resolvía en ofensiva mientras que en defensa Peñarol comenzaba un plan de rotación con varios sistemas: Hombre a Hombre, zona presión, zona combinadas, que desarrolló durante todo el partido. Gimnasia sobrevivió porque Diebold y Maglia bombardearon con 4/6 en triples la zona, incluso con algunas conversiones sobre el filo de la posesión. Dentro de un contexto parejo, Peñarol parecía mejor armado.
El segundo cuarto fue la contra cara. Porque Marcelo Richotti mandó a sus dirigidos a que sigan en el hombre a hombre pero que se olvidaran de los juveniles de Peñarol ( Ortega - J.P Sánchez - Ferrero - León Liguori y Romano) y ajustaran siempre sobre los mayores. Entonces los Rodríguez fueron doblados en cada sector para que no tomen tiros cómodos y sólo Olivares en el duelo sobre Carl Simpson pudo ser productivo con 8 pts en el parcial. Ambas defensa ajustaron mucho y el partido se hizo aburrido e impreciso. A falta de 2:40 Gimnasia tenía una luz de 6: 31-37 pero controlando a Eloy Martín y con 4 puntos de Fernando Rodríguez y otros 4 de Juan Pablo Sánchez sobre el final acercaron a Peñarol. Gimnasia ya no encontró respuestas de afuera (1/5 en triples).
Para el segundo tiempo los desequilibrios fueron alternándose. El local salió con todo y estableció un parcial de 9-0 ( 48-39) que pareció romper la paridad de la mano de Fernando Rodríguez (13 pts en el parcial). Pero Richotti mandó a la cancha a Chris Dade sobre el goleador marplatense y lo contuvo bien, aportando además 5 puntos en ataque, un recupero, una asistencia y una tapa en apenas 5 minutos. Ken Leeks (que estaba lesionado y no salió de titular) dominó la zona pintada y con 5 rebotes y 6 puntos abrió un hueco en la defensa de Peñarol y pasó al frente 50-52. Momento en el que apareció Jared Pricket con 5 rebotes en ofensiva y 6 puntos.
Para el segmento final, todo se hizo muy luchado, La concentración defensiva de Peñarol brindó sus frutos ya que le bajó el goleo y confundió al rival. Pedemonte (9 pts en el cuarto) fue el único que se escapaba a la marca de un agotado Fernando Rodríguez al tiempo que en ofensiva Pricket se hizo gigante con 8 puntos, creando el mismo sus espacios de tiro. Tato Rodríguez hizo jugar al equipo y volcó los ataques a la zona interior (1/5 en triples en el todo el segundo tiempo) Cuando ingresaron al último minuto la ventaja era de dos: 77-75. Peñarol tenía faltas para dar, pero todo se hizo eterno. Tres pérdidas seguidas de Gimnasia obligaron a cortar con falta y le dieron la oportunidad de liquidarlo desde la línea con 3/4 de león Liguori y 4/4 de Pricket, aunque hubo tiempo para un susto después de que “Tato” errara sus dos libres y Pedemonte clavara un triple. Aunque la historia estaba escrita a favor de Peñarol, que sacó desde adentro un triunfo que le dibuja una sonrisa al futuro.
Pablo Tosal
Peñarol (82): P. Ortega (4), P.S. Rodríguez (13), C.F. Rodríguez (26), A. Olivares (16), J. Prickett (14), formación inicial; J.P. Sánchez (6), L. Liguori (3), B. Romano, D. Ferrero, M. Hedman. Entrenador, Carlos Alberto Romano.
Gimnasia C (80): E. Martín (6), A. Ferrari (2), C. Simpson (18), Ch. Dade (6), K. Leeks (10), formación inicial; M. Nóbile (2), M. Pedemonte (20), L. Diebold (8) y P. Maglia (8). Entrenador, Marcelo Richotti.