Oscar Sánchez no teme por el futuro de la Liga

“TyC Sports pone 350 mil dólares o pesos; más la recaudación y una “chapita”, hay básquetbol tranquilamente asegurado hasta el 2003. Ahora si querés terminar de pagarle a Racca, a Sucatzky, a Dominé y a Uranga, yo no tengo la culpa de todo eso. Si Atenas quiere pagarle 14 mil dólares a un americano, lo lamento. Uno se tiene que hacer cargo de lo que es”, aseguró Sánchez.

En referencia a la realidad del país, el “Huevo” dijo: “A todos nos afectó. El que tiene un nivel económico normal o bueno, también tiene dinero en el banco o un plazo fijo; y si había una devaluación quedamos muertos todos, no solamente el que no tiene para comer. También hay mucha gente que estuvo ahorrando y, como es este país, al otro día te quedás sin nada. Pero cuando nosotros tenemos que hacer el trabajo es otra cosa. Yo no me acuerdo de De la Rúa cuando tengo que marcar a Montenegro, honestamente”.

Otro de los temas a resolver es la continuidad de los foráneos en la Liga Nacional debido a la inestabilidad económica reinante en la Argentina. Al respecto, el “Huevo” aseveró: “Cada uno que haga lo que quiera. Nosotros necesitamos a los extranjeros para jerarquizar la competencia. Yo nunca me voy de vacaciones sin pagarle al almacenero. Si vos hacés un equipo y pensás que tenés que sacar plata de la caja apostando que vas a llegar a cuartos de final, sos un irresponsable”.

Después de la victoria de Quilmes en el clásico con Peñarol, el coach cervecero apunta a no dejar pasar el momento y aprovechar al máximo el apoyo de su hinchada. “El último clásico, a pesar de que los pronósticos no eran favorables, la gente de Quilmes fue a la cancha. Hay gente mayor que me dice ‘la única felicidad que tengo es Quilmes en este momento’. Yo no te digo que somos los Globe Trotters, pero lo que digo es que si hace cuatro años que venimos cada vez con más gente en la cancha, este es un momento para aprovecharlo. Que nosotros jugamos con dos americanos es mentira porque el tercer americano es la gente en Once Unidos. Y ahora con el sistema de competencia jugamos cuatro clásicos los dos equipos de Mar del Plata. Pero es una cuestión de lógica. Uno no tiene que confiar siempre en el corazón y en la garra que tienen los pibes porque algún día te fallan”, afirmó.

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