Sin extranjeros, Estudiantes de Olavarría superó a Independiente de Pico por 79 a 64 y sigue como único lider con 3,5 puntos de ventaja. La victoria del bicampeón fue clara, pero los juveniles dirigidos por...
Autor:Florencia Cordero
La estadísticas dirán -fríamente- que Estudiantes de Olavarría venció a Sportivo Independiente por 79 a 64, pero nunca podrán reflejar que los chicos del Rojo hicieron un partido magnífico, a tal punto que pusieron incómodo al propio campeón y que por momentos les hicieron pasar algún que otro papelón a los integrantes de uno de los planteles más cotizados del país.
Cuando decimos “los chicos”, hacemos referencia a Fernando Mohedano, Mariano Leduc, Agustín García y Maximiliano Maneiro, quienes tuvieron que hacerse cargo de la situación ante el alejamiento de los americanos y las lesiones de Daniel Arenas y Martín Carusso. Los juveniles, contaron con el apoyo de dos mayores, Juan Davico y Ricardo Centeno, porque en definitiva poco aportaron Lucas Saúl y Franco Migliori.
Las sorpresas comenzaron a darse desde el mismo comienzo, Centeno y todos sus compañeros eran imparables para un tibio equipo bonaerense que pareció tomar el compromiso con un relajamiento muy superior al adecuado.
La poca gente que se hizo presente en el estadio se entusiasmó, los jóvenes locales se agrandaron y su desfachatez les permitió enfrentar en mano a mano a jugadores más experimentados, logrando dobles de buena factura y hasta consiguiendo faltas para ampliar diferencias desde la zona de libres.
Si bien siempre apareció como un imposible la victoria de los dueños de casa, porque se sabía que en algún momento iba a aparecer la contundencia de uno de los máximos candidatos al título, también eran pocos los que creían lo que estaban viendo cuando el tablero marcaba que los dirigidos por Marcelo Plá ganaban 18 a 5 cuando restaban cuatro minutos para terminar el primer cuarto.
El festejo se extendió hasta el final del segundo cuarto, porque cuando Centeno no pudo anotar, Fernando Mohedano lo reemplazó con acierto. La entrega de los pibes fue total y el primer tiempo se fue con los mens sana arriba por 6 (40-34).
En el complemento la situación cambió, el campeón apareció y no tuvo inconveniente en dar vuelta el marcador, a pesar que su entrenador, Sergio Hernández, no utilizó a los americanos Owens y Mc Gray, quienes permanecieron en el banco de suplentes.
Más allá de eso, que logró gracias a los goleos de Quinteros, Díaz y Ruiz Moreno, el gran equipo y favorito no estuvo cómodo en el Gigante. El detalle fue valorado por los asistentes, quienes en todo momento respaldaron a sus jugadores, a quienes despidieron con un cerrado aplauso.
Síntesis:
Independiente: Saúl 2, López 14, García 7, Davico 7, Centeno 16 (fi) Leduc 11, Maneiro 4 y Migliori 3.