A falta de 50 segundos ganaba por cuatro puntos de diferencia (68-64), pero en el cierre, entre impericias propias, y un poco de suerte acompañando al equipo visitante, Peñarol cayó en el Polideportivo ante...
Autor:Pablo Tosal
Lavó la cara de la derrota anterior. Por lo menos, en este partido ante Gimnasia de La Plata, Peñarol mostró signos de recuperación como equipo que serán positivos para el futuro. Pero el resultado fue el mismo: derrota de local.
En el arranque la visita sacó una rápida ventaja porque Bulfoni (11 en el parcial) le ganó constantemente a Amaro en el uno contra uno y al equipo de Romano otra vez le costó mucho hacer jugar a sus internos. El atrape sobre Montenegro en el poste bajo, le provocó tres perdidas consecutivas que lo dejó correr el contraataque al lobo. Además con la ayuda de los perimetrales sobre el “loco”, Gimnasia se garantizaba que Peñarol no tuviera juego. Y le salió bien.
En el segundo cuarto, la diferencia se hizo de 8 puntos (22-30) con Roberto López ganando en el trapecio y una dura defensa match up. Pero Peñarol se refugió en una zona 2-3 y aseguró el rebote defensivo al tiempo que confundió al rival, que sólo tuvo como respuesta el tiro de tres (2/7). Un parcial 6-0 lo acercó a dos (28-30) pero en el mejor momento del equipo, el técnico Romano tocó el equipo que más resultado le dio y cambió los perimetrales. El Milrayitas perdió la brújula ofensiva y el lobo se fue arriba por seis al descanso largo (30-36). Peñarol sin Prickett ni Pittman y Gimnasia sin sus tres extranjeros estaban brindando el espectáculo que se esperaba: un bodrio.
Por suerte para todos, los segundos 20 minutos fueron mejor jugados y más intensos. Además tuvo un protagonista especial: Hernán Montenegro. El “loco” jugó e hizo jugar, metió 12 puntos en el cuarto, una tapa, un recupero y cuatro rebotes (tres ofensivos). La defensa de Peñarol en zona volvió a ser exitosa, pero además con piernas para cubrir todos lo espacios, entrega e inteligencia forzó 5 perdidas del rival y malos tiros por agotamiento de los 24 segundos. Fue el mejor momento del local que se puso al frente con un triple de Fernando Rodríguez 49-47 cuando restaban 3:09 para el final del parcial. Gimnasia metió apenas 13 puntos y tiró sólo para 19.
La mala noticia llegó promediando el último cuarto: Montenegro sumó su quinta falta y tuvo que dejar el juego. Con el estandarte de Peñarol afuera, Gimnasia se hizo cada vez más grande y el local cada vez más chico. Fernando Rodríguez quiso agarrar la posta pero anoche no era su día (20 pts, 5/17 en dobles 1/6 en triples 7/10 en libres). En tanto, apareció Roque Fernández para manejar los tiempos y Gimnasia tuvo la soltura de un equipo que no tiene nada que perder. El equipo de Romano, en cambio, fue un manojo de nervios. No obstante, se las ingenió para llegar con aire de cuatro puntos a los últimos 50 segundos de juego. Pero una bomba de Bulfoni a la carrera lo puso uno abajo al lobo. Fernando desperdició uno de sus libres y en la contra el “Tuqui” Bulfoni tomó un rebote ofensivo de un libre fallado de Fernández y abrió para el pibe Quevedo que clavó mucho más que un triple, fue un golpe directo al corazón de la gente, los jugadores y el Cuerpo Técnico. Ya no hubo respuestas ni anímicas ni tácticas para dar vuelta un partido que se tuvo a tiro de ganar.
Como están las cosas, parece que Peñarol está de pretemporada, armando un equipo totalmente nuevo, acomodando piezas y buscando un patrón de juego. En tanto tiene que jugar por los puntos y sufre derrotas dolorosas. Se despidió hasta el año que viene con las manos vacías, la mirada perdida, los labios apretados y la mente puesta en el futuro, para escapar de un presente poco feliz.
Pablo Tosal
Peñarol 72: Liguori 2 (x), F. Rodríguez 20, Amaro 3, Olivares 15, Montenegro 21 (x) (fi) Hedman 0, Ortega 0, Sánchez 9, B. Romano 2, Ayala 0 y Abadie 0. DT Carlos Romano.
Gimnasia (LP) 76: Fernández 9, Lauro 12 (x), Bulfoni 29 (x), Moravansky 7, López 16 (fi) García 0, Quevedo 3 y Portugal 0. DT Gonzalo García