Quilmes quedó como uno de los pocos equipos que seguiría con tres extranjeros (los otros son Obras y Boca), incluso, sumó su tercera ficha importada cuando todo era un caos. Números prolijos y economía austera,...
Autor:Pablo Tosal
Quilmes se ha convertido en el club más convocante de la liga y a través de su buena producción, recibe el apoyo del público que le da el aire suficiente para sobrevivir, lujo que muchos equipos no pueden darse. El plantel, Cuerpo Técnico y público se ilusionan con la presente temporada, sin embargo los dirigentes no pueden ocultar su preocupación por la confusa y caótica situación del país, que puede conspirar contra las pretensiones deportivas.
El sueldo de los extranjeros, es sabido, se paga en dólares y la pregunta es ¿Cómo hará el club para afrontar entre un 30 y un 50% de aumento en sus contratos?, por el desfasaje anunciado desde el Gobierno, ya que los Sponsor y la televisión tienen sus compromisos en pesos, lo mismo que el ingreso de las entradas. Y con la devaluación la situación se hará muy difícil de contener.
Por el momento el equipo entrena muy duro, con mucho entusiasmo. Carl Thomas, sigue dolorido por el golpe que le dio Ferrari en las costillas (no tiene fisura), Ben Ebong jugará este fin de semana y el 7 de Enero viajará a los Estados Unidos para volver el 15 en un descanso otorgado por el Cuerpo Técnico, lo mismo que Lamont Boozer, que hoy a las 16:00 emprendió viaje a su país con fecha de regreso para el 9 de enero, para seguir tratándose su problema en el pulgar de la mano derecha que todavía está enyesado.
Dudas, incertidumbres, y mal humor económico conspiran hoy con las pretensiones de un equipo que se hizo muy fuerte y quiere dar que hablar en la liga.