Apariencias. Quilmes fue anoche un conjunto que aparentó mas de los que hizo, pero con poco le bastó para superar claramente a Gimnasia de Comodoro por 90-80 y seguir prendido en el lote de los primeros seis...
Autor:Pablo Tosal
Desde el arranque se notó que era un partido desparejo. En apenas tres minutos el local sacó una renta de seis puntos: 12-6 con tiros cercanos al canasto y rebotes ofensivos. Ante el escaso peso de Gimnasia en la Pintura, Quilmes se hizo fuerte en los tableros. Eloy Martin, el base comodorense, quería definir los ataques en 15 segundos y apresurado, Gimnasia fue muy vulnerable. Vaya a saber uno porque raro acto del destino, Quilmes, cuando tenía todo para lastimar cerca del canasto, apostó a los triples y no tuvo fortuna (1/8). Entre imprecisiones de los dos equipos (6 pérdidas por bando) el partido se hizo malo y por peso propio Quilmes sacó 9 de ventaja: 21-12
El huevo movió el banco, sacó a Horvath (que salió de titular) y lo puso a Pablo Gil. No logró con esto más juego, pero si más gol. Los primeros 20 minutos de Farabello fueron para el olvido: 5 pts, 4 pérdidas, 2 recuperos, 2 rebotes defensivos y ninguna asistencia, demasiado poco para el mejor jugador nacional. Y Quilmes sufrió su “ausencia”. Alejandro Ferrari se hizo fuerte en la zona pintada del cervecero y metió 10 en el parcial. Entre ambos sumaron 22 pérdidas y casi con nada Gimnasia (0/5 en triple en el primer tiempo) se puso en juego. Perdió el parcial por tres (21-18) y se fue abajo por 12 en la primera mitad: 42-30.
Después del largo bostezo de 20 minutos que fue el primer tiempo, la cara de Quilmes debía cambiar. El huevo, en busca de un “nuevo” equipo le dio muchos minutos a Carl Thomas y el moreno recién se despertó en el tercer cuarto, donde metió 12 puntos. Un poco de Ebong (que jugó muy alejado del canasto) y otro poco de Pablo Gil (hasta aquí el mejor sexto hombre de la Liga) volvieron a darle el parcial a Quilmes (22-17). El ingreso de Diebold le dio un poco más de juego a los sureños aunque su equipo seguía sin brújula. Otra vez, Quilmes no ligó desde lejos (1/7 en triples) pero la diferencia se hizo de 17 puntos (64-47)
En el tramo final, de movida el local sacó 20 (69-49) y se esperaba un final con juveniles en cancha. Pero al partido le faltaba un capítulo más interesante. Gimnasia apostó a una doble base con Eloy y Diebold, que mezcló velocidad con seguridad, además atacó muy bien la defensa quilmeña y de apoco se vino para arriba. Perdido por perdido apostó al triple salvador y metió 4 consecutivos (5/10 en el parcial) que lo puso a siete a falta de un minuto 10 segundos. Quilmes, que también utilizó una doble base con Horvath y Farabello, perdió 22 pelotas, y entre las equivocaciones y el subconsciente diciendo “a la larga ganamos”, se relajó y sufrió al final. Gimnasia se quedó sin tiempo, se apuró y dos pésimos balances defensivos de tiros errados le permitieron a Quilmes decorar el resultado final.
En tiempos de muchas promesas y poco resultados, Quilmes cerró un fin de semana positivo. Le dio minutos a los jugadores que vuelven de lesiones, jugó muy bien contra Estudiantes e hizo lo suficiente contra Gimnasia. Su apuesta es a futuro. Hacia donde se dirige a pie firme.
Pablo Tosal
Quilmes (90): G.F. Horvath, D. Farabello (12), D. Cavaco (19), C. Thomas (16), B. Ebong (19), formación inicial; P. Gil (24), O. Arce y M. Gagey. DT: Oscar Sánchez.
Gimnasia (80): E. Martín (14), A. Ferrari (26), M. Pedemonte (2), M. Williams (14), P. Maglia (2), formación inicial; E. Roberson (5), L. Diebold (15) y E. Bonzano (2). DT: Marcelo Richotti.