Belgrano de San Nicolás es el monje negro de Quilmes, de los 17 partidos que se enfrentaron los nicoleños ganaron 14, y los triunfos marplatenses fueron todos de local. Además el recuerdo todavía latente de...
Autor:Pablo Tosal
La victoria en la noche del martes ante Boca, en la bombonerita, sirvió como catapulta anímica para Quilmes, ya que sigue con vida y pendiente de clasificar por primera vez en su historia, a cuartos de final directamente.
La semana corta le sirvió al técnico para seguir corrigiendo errores, en vistas al equipo definitivo que se vislumbra para los play offs, apoyado en la recuperación satisfactoria de Diego Cavaco de su esguince en el tobillo derecho y el repunte basquetbolístico, luego de la lesión de Matías Ibarra. Para esta noche, el cervecero tendrá equipo completo y esperará a un rival que lo complicó siempre y a quien no vence desde octubre de 1999.
Enfrente, Belgrano, también esta potenciado anímicamente porque viene de ganar el clásico antes Regatas por 97-91 y además el único antecedente en esta liga entre ambos, lo favorece por 82-80 en un partido que se definió al final.
Luego de la ida del alero Josh Merryl y el pivot Tylor Field, el equipo jugó 8 partidos y ganó seis, cayó en córdoba y en Bahía Blanca. Carlos Colla levanta la bandera del ataque (17 pts) junto con un resucitado Alejandro Burgos (19 pts), que ahora saca mucho más provecho de su físico en una liga de pocos internos, el siempre vigente Julio A. Rodríguez (18.8), José Small y Diego Casemayor forman un quinteto muy duro y con experiencia. Iván Zuelgaray y Lucas Bertucelli aportan juventud y sacrifico desde el banco. Para ambos el partido tiene suma importancia en el futuro mediato.