Nadie estudia para ser dirigente, y la diferencia entre el bueno y el malo casi corre por cuenta de la experiencia. En tanto el dirigente nuevo cumple funciones hace camino al andar. Y comete errores, que es...
Autor:Pablo Tosal
La Liga marcha al compás del país y sufre sus avatares. Y los dirigentes tuvieron que reestructurar los equipos en pleno rodaje, el efecto dólar no sólo sacudió las economías sino que afectó las estructuras de equipos que fueron armados en función de ciertos jugadores.
En el caso puntual de Quilmes podría decirse que se engolosinó, pecó de inocente, y jugó con las reglas equivocadas.
Cuando hace un mes y medio atrás tuvo que definir la situación de los extranjeros, por la nueva moneda, Quilmes sabía que su presupuesto era inalterable. Esto es, los 12 mil pesos mensuales para los extranjeros seguían estando, pero en pesos. A esto, viendo la buena campaña y la ilusión de la gente, le sumó un grupo de empresarios que se decidió a aportar plata para solventar lo que faltara.
Mientras Boozer estuvo con yeso en su mano e imposibilitado de jugar, el reemplazo (Carl Thomas) enamoró a todos por su juego, Aunque no era lo que el equipo necesitaba. Luego fue Ben Ebong que tuvo vacaciones y Thomas seguía demostrando.
La situación necesitaba una definición y se eligió por la opción riesgosa. Romper los contratos garantidos, quedarse con los tres jugadores y pagarle por partido. Pero los jugadores que resignaron sueldo y tranquilidad, tenían la libertad de acción.
Este es un mundo que funciona a través de los negocios, aunque queramos llenarnos la boca hablando de acciones altruistas. El Agente de estos tres muchachos es el mismo: Regino Olivares, que vino a Mar del Plata a defender los intereses de sus jugadores y que cenó con los dirigentes y Cuerpo Técnico y negoció todo en el más cordial trato. Casi familiar. Pero las cláusulas que exigió son inapelables.
La realidad indica que los agentes no son hinchas de los clubes, son personas que hacen negocios. Así funciona el mundo. Por lo que automáticamente cumplida la renegociación de contratos, los jugadores entraron en danza en el mercado europeo. Quizás alguien pensó que Olivares se quedaría quieto, esperando que Quilmes le vaya bien. Algo muy lejano de las reglas de juego.
Lo cierto es que Quilmes con la plata del presupuesto (12 mil pesos por mes) debería haber asegurado un sólo extranjero (Ben Ebong) y el grupo de apoyo hacerse cargo por partido de quien acepta las condiciones.
Hoy la estructura de Quilmes recibió un cimbronazo que será difícil de sostener: “Que querés que te diga, se fue el mejor extranjero que dirigí desde que estoy en Quilmes”, le dijo el Huevo a Pick and roll. Y rápidamente enumeró las condiciones humanas y deportiva de quien ya no está.
Así las cosas, hubo quienes pensaron que el colorado Wolkowyski se quedaría, que Thomas se quedaría (su ida fue más una autoexclusión que un corte, ya que no fue a entrenar porque esperaba respuesta de otro club) y que Ben Ebong se quedaría. Hoy el pan y la torta están por separado y muy lejos de esta realidad.