¿Quién gana hoy? La pregunta recorre el ambiente. No es un partido más, ni tampoco es el partido que definirá grandes cosas, salvo la posición de Quilmes. Pero es el clásico más importante del país y en todo...
Autor:Pablo Tosal
En el plano deportivo este partido define muchas más cosas para Quilmes que para Peñarol. Si gana el equipo del “Huevo” clasificará tercero y pasará directamente a los cuartos de final, si pierde, el resto de los resultados lo pueden dejar cuarto o quinto pero nunca sexto, es decir, no habrá duelo en los octavos de final entre ambos equipos.
También en el aspecto deportivo le servirá a Peñarol para encontrar el equipo antes del primer cruce de play off y con este super test macht todo lo que haga bien, se potenciará. Y en cuanto a la tabla de posiciones ni una derrota ni una victoria modificará el undécimo lugar.
Pero este partido excede el mero hecho deportivo. La ciudad se divide en dos, las pasiones le dan un color único a la liga para un encuentro de básquetbol: es nada menos que el mayor espectáculo de la Liga Nacional. Y habrá que cuidarlo.
En principio, hay tres buenas noticias para remarcar: el sábado, Peñarol ratificó el escenario a pesar de la huelga de empleados municipales. Primera gran noticia. El operativo de seguridad trabajará con 115 efectivos. Y hasta el día de hoy se puede invitar a la familia a concurrir, porque siempre fue efectivo. Segunda buena noticia. Y por último el precio de la entrada no varió, y quien disponga de seis pesos podrá adquirir una popular.
A la pregunta ¿Qué partido se podrá ver? Le corresponde la respuesta: ¿realmente importa?. En este juego de pasiones quien gana se lleva todo, no hay un ganador moral, ni segundos dobles discursos. Se retira de la cancha feliz o amargado. Quizás lo único que se pueda delinear es por donde debería pasar el juego.
Peñarol, en las últimas fechas alternó buenas producciones con otras más flojas, pero es un hecho que desde la llegada de la dupla uruguaya Rostán-Viera y de Roberto Canutti se potenció mucho. Todavía no lo suficiente para mantener la misma intensidad los cuarenta minutos pero por momentos encuentra algo del básquetbol que perdió. Montenegro está cada vez mejor físicamente y con él en un buen nivel todo se hace más fácil, además a su lado el negro Olivares y Mauricio Hedman han crecido mucho. Fernando Rodríguez, goleador de la liga, será otra vez el abanderado de la ofensiva y por su efectividad pasará gran parte de la chance milrrayitas. Contener el tandem Boozer y Arce será el primer objetivo al tiempo que sobrecargar el rebote ofensivo sin perjudicar el balance defensivo. Quilmes sin el rebote se vuelve un equipo previsible.
El cervecero deberá sacar provecho de su media cancha a través de la presión defensiva, y con la marca de línea de pases, aprovechar el timing de Farabello, Ibarra y Gil para robar balones y correr. Seguramente empezará el partido con Arce y Boozer juntos y Cavaco de alero, para hacerse fuerte en la pintura y contener el juego interior del rival. Farabello tendrá la misión de marcar a Fernando.
Estas son algunas pocas cosas que pueden pasar, que bien se podrían denominar plan “A” para ambos equipos, pero las circunstancias el espíritu son mucho más poderosas y en el rodaje del partido con el color y el calor de la noche se develará la historia.