Boca Juniors dio su primer paso hacia los cuartos de final de la Liga Nacional de básquetbol, al ganarle a Obras Sanitarias por 95-83 en el partido inicial de la serie reclasificatoria. El goleo de Campana...
Autor:Florencia Cordero
Los pibes de Boca, cuatro de los cuales tienen menos de 21 años y cumplen un rol importante (Calderón, Guaita, Fioretti y Sartorelli), jugaron como hombres y aportaron intensidad y variantes, mientras que los dos veteranos rindieron en alto nivel y aparecieron en los momentos clave. Así el local arrancó con autoridad los playoffs (95-83) y mañana, otra vez en casa, buscará el 2-0 y alargar la paternidad ante el Tachero.
Boca volvió a ser superior a Obras y estiró la diferencia en el historial a 20-4. En esta temporada le ganó los cinco partidos por una diferencia promedio de 12.2 y la media de puntos en contra es de apenas 70.8.
Los de Núñez necesitan mejorar mucho si quieren repetir el batacazo de la 98/99, cuando dejaron afuera a Boca por 3-2 con Borrel de figura.
Ayer, salvo en los primeros tres minutos, que dominó la visita (8-4), el local jugó bastante mejor en el primer tiempo. Con su presión defensiva consiguió sacar de libreto a su rival, que comenzó a apurarse y a perder pelotas (7 en la etapa). Boca empezó a recuperarlas y a correr, en especial con Campana (10 puntos).
Además, con el ingreso de Calderón (8), tuvo más peso y gol interior. Y, por si faltaba algo, Cocha le sumó puntería (15, con 4-5 triples) y los pibes que entraron (Sartorelli y Fioretti) rindieron como grandes. Así, más allá de algún apuro, llegó a ganar 47-33 contra un Obras que no tuvo conducción por culpa de un alocado Brooks, careció de gol externo ante el fracaso de Dominé (1-5 de cancha) y tuvo un escaso desequilibrio interno.
La visita amenazó en el tercero con una ráfaga de Pelletieri, pero Boca respondió con un Stanic muy lúcido para meter pases gol (nueve en total) y un permanente aceleramiento del ritmo ante un Obras que volvía lento a defender. Arriba 67-49 a los 29m, el local se relajó y bajó la intensidad.
El Tachero, con la polenta de Ricci y triples de Dominé, se puso a nueve (71-62), pero ahí resurgió Campana. Pichi metió siete puntos al hilo y dejó claro que el nivel del pasado ya no está tan lejos. Los pibes, a su lado, le hacen el aguante y en Boca se ilusionan.