Independiente 73, Ferro 76 - El tren está partiendo.
El rojo se pasó toda una temporada tejiendo y destejiendo chances, cual si fuera Penélope, en estaciones imaginarias. Allí esperaba la llegada del tren que pudiera llevarlo hasta la salvación. Es más, logró...
Autor:Pablo Tosal
El encuentro de anoche fue un calco al del Miércoles. Independiente, jugando mejor desde el arranque, con Arrosa haciéndose fuerte en la zona interior. Ferro, recomponiéndose con Herrera (18 puntos), contrarrestando con su tarea bajo las tablas (propias y ajenas). Luego los errores, las desinteligencias, las impotencias, las pérdidas de balones y los malos porcentajes de efectividad. El primer capítulo culminó con los anfitriones arriba por 17 a 15.
En el segundo de los cuartos, los verdolagas insistieron con una zona que les dio sus dividendos en los cuatros compromisos disputados. Les regaló el perímetro a los de Maxi Rubio que abollaron el aro con un intento tras del otro ( 0 de 11 hasta la mitad del tercer acto), y se hizo fuerte en los bloqueos con el cubano y González, para sacar la contra con la conducción de Ingles y Titarelli (13 puntos), apoyándose en Castro Naya (15 puntos), que fue el factor desequilibrante, antes de que culminara el primer tiempo, al marcar tres triples consecutivos que le dieron a los capitalinos una diferencia tranquilizadora de 11 puntos (27 a 38).
En el tercer período las cosas no mejoraron para los dueños de casa, pero fue en ese momento cuando el uruguayo Pereyra (35 puntos) volvió a cargarse el equipo al hombro. El volumen de juego de los anfitriones era muy pobre, pero el charrúa empujaba con sus ganas por sobre un Ferro que se mantenía con una labor prolija. Moviendo la pelota, jugando sobre el límite de la posesión y cargando de faltas a los del diablo. Una ráfaga de Castiñeira estiró las diferencias y cerró el episodio con una victoria parcial de 60 a 45.
En el round final sólo había espacio para los milagros, y como si fuera una ironía el demonio creyó en ellos. Ajustó las marcas, empezó a presionar a los de Caballito en la salida (desde su propio terreno) y con una actitud de medio foul. Con Esteban López (11 puntos) manejando los hilos, Migliori (11 puntos) rompiendo el maleficio perimetral (conquistando un par de oportunos triples) y Pereyra de superhéroe, recuperaron la distancia que llegó a ser de 19 unidades, para pasar a ganar por un punto (71 a 70) a falta de menos de un minuto.
Un par de indecisiones lo pusieron otra vez abajo por 2 a falta de 24 segundos y con la pelota en manos de los ferrocarrileros. Allí no hubo determinación de cortar rápidamente el juego y los porteños consumieron varios segundos antes de terminar en la línea. Ingles se encargó de poner el partido a 3 para los de D´angelo y, a falta de 6 segundos, fue el pibe García el que se encontró con la pelota para lanzar fallidamente sobre el aro verde.
La multitud que nuevamente se había dado cita, sufrió un nuevo golpe a su entusiasmo. Independiente se fue con las cabezas gachas, buscando explicaciones a la forma en la que se le escapó la tremenda chance que tuvo de finiquitar la serie en su casa y ante su gente. Es cierto que en la Capital Federal ganó sus dos partidos, pero el costado anímico de la contienda ha cambiado inexorablemente de lado.
El tren que tanto esperó, está partiendo... Si lo corre todavía puede alcanzarlo...
Carlos “Cachacho” Pascual
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Independiente (73): J.M. Caruso (1), J.M. Davico (3), L. Arrosa (6), C. Pereyra (35), R. Centeno (4), formación inicial; S. Porta (9), F. Hernández (2), F. Migliori (12), E. López (1) y A. García. Entrenador, Maximiliano Rubio.
Ferro Carril Oeste (76): F. Titarelli (15), N. Ingles (8), S. Castiñeira (8), C. Castro Naya (15), R. Herrera (19), formación inicial; F. Senitzky (4), L. González (7), J. Guldrich y V. Sudol. Entrenador, Pablo D´Angelo.