Jorge Benítez es uno de los tantos jugadores argentinos que pasó de ser recambio a tener un protagonismo relevante en su equipo, producto de la crisis de los últimos meses y el alejamiento de los extranjeros. El “Chino”, a los 29
Autor:Pablo Tosal
Tras la victoria del lunes ante Atenas, comentó que “el equipo fue levantando desde el segundo partido en Córdoba. Estamos bien anímicamente, sabíamos que podíamos ganarle. Ya con Olavarría nos fue bien, y sabíamos que si no nos desesperábamos teníamos la posibilidad de forzar un cuarto partido”.
Consultado sobre la clave para aspirar a repetir el triunfo, contestó con total convencimiento: “Es Herrmann. Cuando le bajamos el goleo, Atenas lo siente. El lunes le bajamos 10 puntos su promedio en la serie, así que si es posible, que no pase la pelota por él”.
La defensa es una parte importante, pero el ataque también: “nosotros dependemos de la vía Sucatzky - Cerutti, más que nada para correr. Y si no se puede tenemos que jugar tranquilos. Cuando penetran nosotros podemos encontrar opciones en el perímetro, o si no buscar al Chuzo González, que está desequilibrando”.
En el tercer juego, el ala-pivot no se limitó solamente a “fajarse” en defensa, sino que también fue fundamental en ataque con 20 puntos. “Pude poner la bola de afuera, también correr y jugar. Lo importante es que estamos físicamente bien pese a esta seguidilla de partidos; tuvimos una excelente pretemporada y eso nos da resultados”.
Libertad está en instancias decisivas de la Liga Nacional y la Sudamericana. Y el “Chino” siempre mantuvo la ilusión. “El objetivo a principios del año -con los extranjeros- era salir campeón de las dos cosas y eso no cambió, pese a las modificaciones de jugadores y entrenador”. Precisamente, por esos cambios, se dio el gusto de ser titular.
“Nosotros, con el Chuzo (González) y el Gallo (Pérez) antes jugábamos cinco minutos y sabíamos donde estábamos parados, porque nos contrataron para eso. Pero por esta situación del país tuvimos la oportunidad y no la estamos desaprovechando”.