El presidente del club cordobés cuenta cómo se maneja la institución. Porqué arma grandes equipos y la infraestructura de su club es tan pobre. Felipe Lábaque descartó algún interés por llegar a mandar en la...
Autor:Pablo Tosal
Si uno repasa la cantidad de títulos que ha conseguido Atenas de Córdoba en la Liga Nacional de básquetbol y también a nivel internacional, puede no terminar de admirar a este club ante su rica trayectoria. Pero parece increíble que este club que mueve un presupuesto anual de un millón de dólares, que es el más poderoso deportiva y económicamente en la Argentina y uno de los más fuertes en Sudamérica, que fue tercero en el Open McDonalds que se jugó en París y que estuvo “ahí” de enfrentar a los Chicago Bulls, tenga instalaciones que no condicen con su historia.
Para tratar un paralelo, hay que decir que Pueblo Nuevo es mucho, pero muchísimo más y mejor que Atenas en ese aspecto. Un par de canchas de básquetbol con piso de mosaico rojo, una canchita un poco más chica cobijada por un galpón, un escenario un poco más allá que se nota que fue utilizado para algún mediocre recital, una tribuna popular a un costado. Allí crecen basquetbolísticamente los productos genuinos de Atenas, del gran Atenas, que cuenta con 350 pibes en las inferiores. También se practica natación, yudo, patín, vóleibol femenino y atletismo.
Eso sí, la pileta de natación es enorme, pero es demasiado grande para los 17 integrantes de la comisión directiva de la Asociación Deportiva Atenas, que no tiene asociados, que no quiere incorporar socios y que es conducida generalmente por Felipe Lábaque, el hombre fuerte, el cerebro, el que maneja casi todo, salvo algún período en el que asumió como presidente Eder Baralle.
Atenas nació en 1938 según dicen sus estatutos, aunque la historia secreta en Córdoba relata que a fines de la década del veinte ya existía. “Pero como una entidad de bochas. En realidad, Atenas nació en el 38, con el básquetbol”, contó Lábaque, cuyo padre -también se comenta- fue uno de los fundadores.
Sede pequeñísima, con las oficinas necesarias, una foto tamaño natural de Marcelo Milanesio en el centro de la secretaría, y el despacho de Lábaque, donde atendió a EL POPULAR para hablar, por dentro, de este club tan especial como admirado que es Atenas, que quiere recuperar el sitial que le quitó Estudiantes durante las dos últimas temporadas.
“Sí, queremos ganarle a Estudiantes. Debo ser franco. Pero esta es la parte linda que tiene esta competencia. Tenemos ansias, tanto los dirigentes como los jugadores, pero es una rivalidad muy sana. Todos querían jugar la final con Estudiantes por una sed de revancha. Además, es lindo ser campeón ganándole a Olavarría. Estudiantes es un muy buen equipo, el Oveja lo dirige muy bien porque es uno de los mejores técnicos de la actualidad”.
- ¿Le gustaría contratarlo?
- Bueno, digo que es un gran técnico y no lo voy a descubrir yo. Atenas siempre se fijó en los mejores, pero no queremos romper nada.
- Pero ya hubo un interés de Atenas...
- No le voy a mentir, pero no sé si una vez hablamos algo sobre ese tema con él. Pero no estoy seguro, aunque sé que tenía un contrato por dos años con Estudiantes. Pero sería una falta de respeto y eso no acostumbro a hacerlo, porque también tenemos nuestro técnico y estamos en una final.
- Cuando uno viene de afuera, conoce mucho de Atenas deportivamente, pero se encuentra con instalaciones que no son las que condicen con la trayectoria.
- Sí, estoy totalmente de acuerdo con usted. Siempre lo digo. No condice para nada la infraestructura que tiene Atenas con los títulos y la trayectoria que hizo en el básquetbol. Es una deuda que tenemos nosotros. Por eso estuvimos al borde de la construcción del estadio. Tenemos la plata guardada, ahorrada que es para eso. Estamos esperando que el gobierno nos ceda las tierras. Pero la directiva siempre priorizó hacer grandes equipos con grandes erogaciones, tener un título y estar siempre arriba, en los primeros puestos, sin fijarse si el club tenía crecimiento. Pero la misma ciudad nos ha presionado para llegar a eso, la provincia y los sponsors -que son los que apuestan a Atenas- piden lo mismo. El gran negocio es cuando no quedan deudas, pero no queda resto de una temporada por más que seamos campeones.
- ¿Qué pasó con el gimnasio, porque tenían las tierras y no hicieron nada, y ahora apareció Bugliotti con un emprendimiento privado para hacer uno?, ¿eso le molestó a Atenas?
- Claro que nos molestó. Muchísimo. Nos entregaron el terreno, se puso la piedra basal, tomamos posesión, pero no oficial. No fueron cedidas oficialmente, porque eran tierras de los militares. Eran por un cambio, por un barrio de 85 viviendas que hacía el gobierno. Mientras el gobierno no le daba esas viviendas, los militares no entregaban las tierras, por lo tanto no nos la entregaban. Nosotros tenemos planos y proyectos aprobados. Atenas gastó 300 mil pesos, que antes eran 300 mil dólares en eso, y no pudimos seguir, teniendo un aval de 5 millones de pesos de ESPN que quedó todo en la nada.
- ¿ESPN se abrió?
- Sí, porque no cumplimos en el tiempo. Teníamos un compromiso para que ahí se hiciera el Mundial de vóleibol. Al no cumplir con los plazos apareció en escena Bugliotti, con el apoyo del gobierno municipal y provincial.
- ¿Están decepcionados con el gobierno municipal o con el provincial?
- Con los dos. Inclusive el municipal nos exigió cosas, que a Bugliotti no. Ahora entramos al predio, limpiamos todo, lo cercamos. Y estamos esperando que el gobierno nos haga la cesión para empezar las obras. Buscaremos otro sponsor, aunque no será un gimnasio de la envergadura que pensábamos, pero sí un estadio acorde con lo que es Atenas.
- Atenas gasta entre 800 mil y un millón de pesos por temporada en el básquetbol. ¿Por qué paga tanto?
- No es que pague tanto. Para tener los mejores jugadores, éstos se cotizan. Y cuando salen campeones, tienen una cotización superior. Es por eso.
- ¿Por qué Atenas tiene 17 socios solamente y no quiere incorporar más?
- Atenas es diferente porque en el caso de la directiva actual, nos pasamos la presidencia entre Baralle y yo. Lo que ocurre es que somos muy pocos, no tenemos tiempo para dedicarle. Lo hacemos ad honorem, no percibimos un centavo, lo hacemos por amor a esto. Con Eder tenemos 45 años en el club. Siempre es el mismo grupo. Desde que se fundó Atenas, nunca hubo una elección, y mi suegro es el único fundador vivo que queda. No tenemos apetencias personales, a Atenas lo llevamos muy adentro.
- ¿El futuro está en darle importancia a la cantera?
- Sí. Nosotros tenemos un albergue con 14 chicos a los que les damos colegio, casa, comida, atención médica y entre 400 y 500 pesos por mes. Hacemos un reclutamiento de pibes durante una semana, rescatamos los mejores, hacemos un convenio con los padres y se quedan con nosotros.
- ¿Si se va Bazzi, le gustaría ser presidente de la AdC?
- No, de ninguna manera. Aunque Eduardo se vaya, no quiero. Yo soy médico y no tengo tiempo porque tengo obligaciones profesionales, me debo a mi clínica, no puedo.
- ¿La oferta que le hizo Boca, lo tomó como una traición a Bazzi?
- No, no. Boca vino a Córdoba. Minervini vino con una inquietud para mejorar la Asociación de Clubes, para que siga creciendo y no vaya para abajo. Yo quiero que crezca Atenas, pero que también crezca la AdC. Pero no tengo apetencia de cargos, no quiero figurar en ningún cargo.
- ¿Quién gana la final y por cuánto?
- Atenas está muy bien. Distinto al del año pasado, que era un grupo humano que no se afianzó ni consolidó nunca. Ahora es diferente, y en el primer partido quedó demostrado. Podemos ganar, pero va a ser duro porque Olavarría es muy buen equipo.