La Kinder de Emanuel Ginóbili y el Panathinaikos de Juan Ignacio Sánchez disputarán este domingo la gran final de la Euroliga 2001-02. Ambos lo pasaron muy mal para superar a sus rivales, Benetton y Maccabi...
Autor:Pablo Tosal
Zeljko Obradovic abandonó Madrid en 1997 para hacer una breve parada en Treviso y, dos años después, recalar en Atenas con la compañía de su siempre fiel Dejan Bodiroga, el hombre que con 26 tantos ha sellado ayer en Bolonia el pase de Panathinaikos a la Final europea, en la cual el técnico yugoslavo puede lograr su quinto título continental.
El serbio Bodiroga justificó su premio MVP en la anterior fase. Todo lo que hizo lo hizo bien y, tras su estela, Panathinaikos capturó el primer billete para la final de mañana. Obradovic prepara el asalto a su quinta copa continental.
En tanto, un fatal error de concentración, el único que Benetton cometió sobre el parquet del Palamalaguti, le permitió a Kinder Bolonia, actual campeón de la Euroliga, regresar a la final de la máxima competición continental de clubes.
El equilibrio en el número de aficionados de uno y otro equipo en las gradas del Palamalaguti compensó uno de los factores que más daño le podían hacer a los de Treviso: la ventaja de cancha.
La formación boloñesa jugaba en casa, pero en el parquet lo hizo como si pisara cancha neutral hasta que, gracias al mencionado error del cuadro verdiblanco, pudo decidir la eliminatoria con un parcial de 12-0 en los cinco primeros minutos del último cuarto.
Manu cerró su planilla con 5-7 dobles, 1-6 triples y 1-1 libres en 20 minutos. Además bajó ocho rebotes y regaló tres asistencias. Menos le aportó Marcelo Nicola al equipo de Treviso: 0-1 doble, 0-2 triples y 3-4 libres en 20 minutos. El rafaelino se desgastó en la lucha con Griffith y Andersen en la pintura.
Mañana, en la cancha evolucionarán los dos mejores equipos del continente y, tanto uno como otro, jugarán a gran nivel en lo técnico y en lo físico, un aspecto determinante en el básquetbol moderno que, visto al borde del parquet, explica en parte la ausencia de clubes españoles en esta fase final.
Manu: “Jugué por debajo de mi nivel”
“Fue un partido muy duro contra un muy, muy buen equipo y para nosotros fue difícil ganar, pero lo hicimos por nuestro gran trabajo en defensa”, manifestó el bahiense Emanuel Ginóbili, de Kinder.
El escolta agregó que el buen trabajo en el vidrio propio significó ofensivas rápidas para el conjunto dueño de casa.
En cuanto a su actuación personal dijo que no había tenido un buen partido. “Jugué por debajo de mi nivel. Me cargué muy rápidamente de faltas y eso me sacó de partido, porque estuve todo el tiempo pensando en no meter la mano”, finalizó “Manu”.
En tanto, Marcelo Nicola expresó que se sintieron superados en todos los rubros del juego.
“Además, Kinder hizo una defensa muy rápida y que le dio buenos resultados”, cerró el rafaelino de Benetton.
Kinder (90) : M. Jaric (18), A. Rigaudeau (4), E. Ginóbili (14), M. Smodis (8), R. Griffith (13), formación inicial; S. Becirovic (14), A. Frosini (4), D. Andersen (15) y A. Granger.
Benetton (82) : T. Edney (19), Ch. Bell (19), B. Nachbar (17), J. Garbajosa (8), D. Marconato (5), formación inicial; M. Nicola (3), S. Chikalkin (7), R. Pittis y M. Bulleri (4).
Parciales: Kinder, 23-26; 39-41 y 63-63.
Cinco faltas: E. Ginóbili, de Kinder y B. Nachbar, de Benetton.
Arbitros: Betancor (España), Coelho (Portugal) y Tsanidis (Grecia).
Panathinaikos (83) : C. Mulaomerovic (6), I. Kutluay (9), D. Bodiroga (26), F. Alvertis (11), D. Middleton (15), formación inicial; J.I. Sánchez, G. Kalaitzis (2), J. Rogers (5), C. Albano, L. Papadopoulos (9) y G. Baloggianis.
Maccabi (75) : D. Sharp (3), A. McDonald (11), A. Parker (11), N. Henefeld, N. Huffman (16), formación inicial; T. Burnstein (18), H. Besok (5), G. Shelef (8) y R. Curcic (3).
Parciales: Panathinaikos, 27-23; 44-44 y 62-57.
Arbitros: Arteaga (España), Brazauskas (Lituania) y Lamonica (Italia).