Los argentinos Emanuel Ginóbili y Juan Ignacio “Pepe” Sánchez jugarán hoy con sus respectivos equipos, el Kinder Bologna de Italia y el Panathinaikos de Grecia, cuando se enfrenten por la final de la Euroliga...
Autor:Pablo Tosal
La final de esta tarde enfrenta a dos grandes en el histórico Palamalaguti, cancha del gran favorito para el título, Kinder Bolonia y tierra de conquista para su ambicioso rival, el potente Panathinaikos.
Basta echar un vistazo a los méritos contraídos por Kinder y Panathinaikos en las últimas campañas para entender el porqué. Los italianos, poseedores del título ULEB, vuelven a la final por segunda temporada consecutiva y, desde 1998, no faltan a la cita con alguna de las eurocopas. Son finalistas por quinto año consecutivo.
Kinder ha saldado las cuatro anteriores ocasiones con un título de la Liga Europea (1998), un subcampeonato frente a Zalgiris Kaunas en la siguiente temporada, otro más ante AEK Atenas en la Copa Saporta del año 2000, y la Euroliga que logró frente a Tau doce meses atrás.
Sin embargo, ni Panathinaikos ni su entrenador, el yugoslavo Zeljko Obradovic, le van en zaga a Kinder y a Messina (entrenador del conjunto italiano). La formación griega también se ha vuelto asidua a las finales europeas. Ha disputado la de Salónica 2000, donde se alzó con el triunfo frente a Maccabi, verdugo de los atenienses en la Suproliga 2001 y ahora víctima de éstos en las semifinales del anteayer.
La de hoy en Bolonia es la tercera Final Four para los verdes en los tres últimos años. Ya ha derrotado a Maccabi, único ganador de la Suproliga que jamás habrá en Europa, y de nuevo aspira a un título que, para Obradovic, puede significar el pasaporte hacia la cúspide de los entrenadores continentales. A los 42 años recién cumplidos (9 de marzo), está en disposición de lograr su quinta corona.
En Bolonia disputa la octava fase final de su fulgurante carrera y, si derrota a Kinder, rebasará el récord de triunfos que ahora comparte con su compatriota Bozidar Maljkovic (Unicaja) y con Pedro Ferrándiz --ya retirado--, los dos únicos técnicos que como el serbio han ganado cuatro copas. El dato adquiere la dimensión que le corresponde al comprobar que Obradovic, ex internacional yugoslavo, empezó a entrenar en 1992, hace sólo diez años.