Chavez: ´´El juez siempre debe disfrutar del juego´´
Es el mejor referí del país y está en Paraná dirigiendo en la Zona B del Campeonato Argentino de Básquet. El bahiense Raúl Chaves habló de su oficio, de la competencia que se empobrece con el éxodo de jugadores,...
Autor:Pablo Tosal
Cuenta que “como todo árbitro era un jugador mediocre” y que a los 14 años ya empezó a dirigir partidos de inferiores en Bahía Blanca, donde nació hace 40 años. Que en ese momento el modelo a seguir era el juez Rodolfo Gómez y que desde siempre disfruta de este deporte. Siente que es un compromiso, que deber ser así.
“El juez siempre tiene que disfrutar el juego”, dice y agrega que “el básquet bien jugado es el deporte más lindo para ver”. Entonces confiesa que el lunes a la noche lo felicitó a Ruiz Moreno por un pase tremendo. Y eso que Chaves tiene los ojos llenos de básquet lindo. Basta con decir que estuvo en dos Olimpíadas y dos Mundiales, que dirigió la final en Sydney, que en tres oportunidades arbitró partidos donde jugaron los monstruos de la NBA.
No es casualidad que haya visto tanto, es el mejor árbitro argentino y estuvo en los compromisos más importantes. En una mesa del hotel donde se hospeda, con olor a café y a medialunas, el juez habló de su oficio, de la Liga y su trayectoria como juez.
-Al ser un torneo con menos presión y responsabilidades parece que los jugadores disfrutan de otra manera el Argentino, ¿al juez le pasa lo mismo o no?
-El juez siempre debe disfrutar del juego, así sea un partido difícil, uno de final o a nivel internacional. Todos debemos disfrutar, los entrenadores, los jugadores. Lo que pasa es que por ahí nuestra idiosincrasia hace que seamos tremendistas en las victorias y en las derrotas. Es nuestra forma de ser.
-Con tanta gente de básquet junta se habla mucho de los problemas económicos de los clubes y en definitiva de la competencia. ¿De qué manera afectan esos problemas a los jueces?
-A nosotros ya nos tocó el año pasado con el tema de la rebaja de aranceles que tuvimos. Pero bueno, hubo un cambio de la noche a la mañana en el país, de ganar una equis cantidad de dinero con la plata al mismo nivel que el dólar, pasamos a ganar cuatro veces menos. Pero en referencia a la Liga, yo creo que el éxodo de jugadores ha bajado el nivel de la competencia. Hay más de cien jugadores en Europa, ya se los llevan muy jóvenes de 15 ó 16 años. Y creo que este año el nivel va a ser mucho más bajo todavía, porque los jugadores más importantes que tuvimos en la última Liga se van y eso se va a notar profundamente. Pero nosotros tenemos que tomar el torneo con la misma seriedad. No hay un árbitro para un torneo económicamente bueno o malo.
-Todos los jugadores de básquet se quieren ir afuera, por motivos económicos o deportivos, pero se quieren ir ¿para el árbitro cuál es la salida?
-Yo siempre hice gestiones para ver si podía ir a arbitrar afuera e incluso he ido a Brasil, Venezuela y otras Ligas de Sudamérica a arbitrar. Pero es muy difícil el tema laboral, sobre todo en Europa. Para los jugadores no es tanto, pero para un árbitro sí, porque ellos cuidan su gente. Entre el último juez de Europa y el primero de América, ellos prefieren quedarse con el de Europa y contratar a alguien de su país. Tal vez nuestra tarea no sea tan buscada en otros medios, a pesar de que a nivel internacional el arbitraje argentino está muy bien reconocido.
El trabajo que da gusto
-¿Te considerás el mejor árbitro argentino?
-Hace ocho años que estoy en el número uno y eso lo considera la comisión técnica. Yo me doy cuenta del respeto que me tienen jugadores y entrenadores. No es miedo, es un respeto sano, de diálogo y comprensión, que tiene que existir. Yo siempre digo que el árbitro no tiene que estar robotizado en la cancha. En determinadas situaciones debe hablar con jugadores y entrenadores. Esto no quiere decir que cada vez que cobre dé una explicación, porque el juego se volvería engorroso. Yo me siento respetado y aceptado. Pienso que es por mi manera de ser, siempre he respetado mucho a los entrenadores y a los jugadores, y creo que es fundamental para que vos después seas confiable y que tus decisiones así lo sean.
-¿Qué te fastidia en una cancha?
-Yo soy una persona que tengo mucho control de mí mismo. Lo que puede llegar a molestarme es el público que no comprende mucho el juego y quiere ganar de cualquier manera. Eso se ha solucionado en nuestra Liga y no es como en los comienzos, que en el 95 por ciento de los juegos ganaban los locales. Hoy un equipo puede ir a jugar tranquilo a cualquier lado. Eso siempre me fastidió, el hecho de presionar para querer sacar alguna ventaja, tanto de parte del público, como de algunos jugadores o entrenadores. Pero se ha ido superando y mejorando.
-De los partidos internacionales que dirigiste, ¿cuál fue el más significativo?
-Tuve varios. Al Dream Team lo dirigí tres veces. En los Juegos Olímpicos de Atlanta, en Sydney y también en el Preolímpico de Puerto Rico. Yo creo que la semifinal entre el Dream Team y Australia en Atlanta ’96 fue muy importante porque fue mi primera Olimpíada. Después la final Sub-22 entre Puerto Rico y Australia. Y bueno en los últimos Juegos Olímpicos haber dirigido el oro, que es a lo más importante a lo que puede aspirar un árbitro FIBA.
-Vos decías hace un rato que el árbitro debe entender el juego, si lo entiende es muy posible que le guste, cuando ves un tipo qué hace las cosas muy bien, ¿no te dan ganas de aplaudirlo?
-¿Vos viste anoche (por el lunes) el partido de Entre Ríos? En la segunda etapa, Ruiz Moreno hace un pase tremendo. Yo, cuando pasé, le dije “realmente te felicito”, lo disfrute dentro de la cancha. Es que el básquet bien jugado es el juego más lindo para observar, también cuando se juega mal es el peor deporte para ver. Cuando yo estoy por lanzar la pelota al aire no le deseo suerte a los jugadores, sino que lo disfruten, porque en definitiva uno de los dos tiene que ganar, pero lo más importante es que disfruten del juego.