Buenos Aires superó a La Pampa por 92 a 81 y se clasificó finalista del 68º Campeonato Argentino de Básquet. El elenco de Daniel Aréjula lo quebró en el tercer cuarto. Contó con un equipo más largo y equilibrado. Además tuvo mejo
Autor:Pablo Tosal
No perdió con nadie, lideró su zona y llegó como favorito a la semifinal ante La Pampa. La ganó con cierta comodidad, jugando bien, demostrando que maneja muchas variantes en ofensiva. Que puede defender fuerte, correr mucho y ser ordenado y equilibrado adelante.
Buenos Aires lució sus armas y su básquet al vencer a La Pampa, por 92 a 81, y dejó más que claro que tiene argumentos suficientes para salir a buscar el campeonato.
La parte mas pareja
El apoyo del público local se definió de movida, apenas los equipos ingresaron a la cancha La Pampa se ganó el beneficio del aplauso y Buenos Aires el papel de villano favorito.
También de arranque quedó claro que el plan de Provincia era marcar la diferencia en la pintura. La pelota le llegó seguido a Horacio Beigier y Andrés Rodríguez, y sobre todo el primer de ellos resolvió de la mejor manera cerca de los cristales.
La Pampa, con un juego interior menos potente, disfrutó del gran momento de Nicolás Peres Issa, autor de 15 puntos en los primeros instantes del cotejo, para edificar un juego parejo, apretado.
Claro que el elenco de Daniel Aréjula tenía mucho más para ofrecer que la polenta de Beigier, Carlos Fernando Rodríguez apuntó bien de afuera y también Chuni Merlo puso un triple. De cualquier manera Provincia no pudo establecer diferencias, sobre todo porque La Pampa aprovechó errores ajenos para correr, y porque el perímetro buscó y encontró espacios en la defensa rival. El parcial se fue 23 iguales.
En dos minutos Provincia intentó cambiar la imagen y el juego. Con goles desde afuera y alguna corrida el conjunto de Daniel Aréjula puso un parcial de 7 a 0. No le alcanzó para despegarse de La Pampa, y construir un partido abierto, tal vez porque su rival siguió contando con la buena mano de Perez Issa o el aporte ofensivo de Andrés Del Sol. Pero a medida que se fueron muriendo los minutos, a los pampeanos se les hizo cada vez más cuesta arriba atacar y ponerle un final feliz a sus ofensivas.
Buenos Aires le sacó rédito a la sequía del rival, insistió cerca del tablero y también contó con Carlos Rodriguez para juntar una buena ventaja e irse al descanso 45 a 36 arriba.
Pinta de quiebre
Las dificultades de La Pampa para atacar se profundiaron en el inicio del segundo tiempo. Para colmo se encendió Roberto Gabini y metió seis goles seguidos. El elenco de Carlos Bualó sobrevivió cuatro minutos con sólo cuatro puntos. Demasiada ventaja para Provincia, que corriendo con Federicdo Polio o en ataques fijos poniendo la bola interna con Storani o aprovechando la puntería de Rodríguez, fue estirando la distancia hasta sacar 20 (60 a 40).
A partir de ahí el conjunto de Aréjula se manejó cómodo con la diferencia. Encontró muchas y buenas opciones para anotar, jugó al ritmo que quiso y si no se llevó al cierre del tercer cuarto una diferencia más abultada que el 72 a 54 final, fue porque los pampeanos clavaron dos triples en el último minuto de ese parcial.
Intentó reaccionar La Pampa en los instantes iniciales del último cuarto, generar un nuevo camino para cambiar el rumbo del juego, pero no logró más que arrimarse un poco en el tanteador, sin provocarle un problema en serio a Buenos Aires, que llevó el juego con tranquilidad hasta el cierre y se anotó primero que nadie en la final del Argentino.
Julián Stoppello
El Diario (Paraná)
Apostillas
Marcelo, el más querido. No fue anunciado por el locutor. Simplemente apareció y se instaló a ver los partidos de la semifinal El máximo ídolo del básquet argentino, Marcelo Milanesio estuvo presente en el Luis Butta. El ex jugador, que se retiró luego de haber ganado el título de la Liga Nacional con Atenas de Córdoba, llegó cuando ya había comenzado el encuentro que disputaron Buenos Aires y La Pampa y se instaló en la platea junto a Luis Villar, Bruno Lábaque y Luis González, entre otros. Minutos más tarde Marcelo fue acompañado por su mujer y sus hijas.
Personalidades. Sergio Hernández, el coach de Estudiantes de Olavarría; Horacio Seguí, de Atenas de Córdoba; Gonzalo García, de Gimnasia de La Plata; y el coach de la selección argentina de básquet, Rubén Magnano, fueron algunas de las personalidades que llegaron a Paraná a observar los encuentros decisivos del Argentino. También estuvo el presidente de la Asociación de Clubes, Eduardo Bazzi, junto a otros dirigentes de esa entidad.
Ni uno más. «Por favor a la gente que se encuentra en populares y plateas les pedimos que den lugar a la gente que resta ingresar», el locutor solicitaba espacio pero ya no cabía un alfiler en el estadio de Echagüe, que estuvo repleto como no se observaba hace años. Tal vez, desde aquellas gloriosas noches de marzo del ‘89.