La etapa de trabajo más duro de la Selección Nacional terminó. La puesta a punto en la parte puramente física concluyó. Ahora vendrán para los jugadores 4 días de descanso y los trabajos tácticos pensando...
Autor:Pablo Tosal
“No les quedan ganas ni de salir de sus habitaciones”, decía Rubén Magnano, el técnico que impuso la estricta disciplina y encontró la mejor respuesta de todos, especialmente de las estrellas que ya tienen un lugar ganado.
En el entrenamiento de ayer, que excepcionalmente quedó abierto a la prensa durante la última media hora, resultó conmovedora la entrega de Emanuel Ginóbili o las ganas de Fabricio Oberto. “Estamos muertos ”, fue la frase más escuchada. Otro aspecto destacable es que todo se desarrolló en absoluta armonía. “Ya somos una gran familia”, señaló Hugo Sconochini, el capitán y el único que sabe cómo arrancarle una sonrisa a Magnano.
Al concluir la práctica matutina, el técnico reunió al grupo en el centro de la cancha, lo felicitó y dio las pautas por seguir: “Los espero el lunes próximo en Córdoba para almorzar juntos y empezar la última parte del camino a Indianápolis”. Poco después, varios jugadores subieron a un ómnibus que los trasladó a Buenos Aires y otros, los que viven en el interior (Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes) se fueron en automóvil con los familiares.
La preocupación quedó para Pelussi, que ayer no se entrenó por una pubalgia que comenzó a sentir hace dos semanas y de la que será difícil reponerse sin reposo. “Está citado para Córdoba, pero si sigue trabajando la mejoría será más lenta; es el más complicado”, explicó el doctor Horacio Pila. Otro que reguló el esfuerzo fue Wolkowyski, pues tiene una fasciti plantal izquierda. Los demás con molestias son: Sconochini, con una leve lumbalgia, y Montecchia, con un pequeño desgarro entre la séptima y octava costilla que le provoca dolor pero no le impide jugar.
El lunes, en el club Unión Eléctrica, de Córdoba, comenzará la segunda etapa, que incluirá el primer amistoso: ante Uruguay, el próximo jueves. Y para Magnano llegará la hora de decidir quiénes serán los doce que irán a los Estados Unidos.