La semifinal de la Copa Argentina ya es una realidad para Gimnasia (LP). En su nueva fase enfrentará a Quilmes, que lo eliminó en la última temporada de Liga Nacional. Virtudes y defectos de un equipo que aspira a mucho.
Autor:Juan Manuel Rodríguez ruchimar@speedy.com.ar
Aunque debió eliminar a dos grandes rivales como Ciclista, en Junín, y Obras, por diferencia de gol, para Gimnasia se viene un camino mucho más difícil. En su ruta por llegar al Cuadrangular Final le tocará medirse con Quilmes de Mar del Plata, con la localía en favor del elenco cervecero. Este enfrentamiento reeditará la serie de cuartos de final de la pasada Liga Nacional.
Analizando el presente albiazul se rescatan varios aspectos positivos. En su juego encontró varias vías de gol. La principal pasa por las manos de Carlos Fernando Rodríguez con 22.5 puntos por partido. Si el perimetral no encuentra un libre camino al aro, las ofensivas llegan al poste bajo. En la pintura el lobo tiene como mayor virtud la tenacidad de Roberto López. El pivot rosarino cuenta con varios compañeros en la pintura ya que Jorge Benítez y Oscar Arce forman el trio de pivot platenses.
Benítez, ademas de jugar cerca del canasto, posee buen tiro perimetral, mientras que Arce se encarga del trabajo sucio del equipo y también llega a posiciones de gol como sucedió con Obras. En esta temporada Gimnasia no lamentará la escasez de juego en la pintura porque tiene hombres potentes para su desarrollo. El aspecto a corregir serán las faltas ya que siempre un interno se cargó rapidamente de personales.
El perímetro descansa en paz. Rodríguez aporta mucho gol y se lo vió muy metido en la marca en la eliminatoria de cuartos de final. La conducción del juego recae en las manos de Gustavo Roque Fernández. El cordobés distribuye bien las ofensivas y esta temporada parece que tendrá más participación con la red. Junto a él aparece Leandro Lauro, pero el jugador neuquino padece mononucleosis. Lauro todavía no pudo disputar un minuto de esta Copa y ya entró en su última etapa de recuperación y tiene chances de disputrar la serie.
Los otros dos perimetrales son Gabriel Moravansky y Gustavo Oroná. El ex Ferro no jugó en la revancha ante Obras por precaución pero está desarrollando un gran trabajo en defensa. A todo esto cuando está inspirado, desde los 6.25 metros puede ser un arma mortal. Oroná tiene más horas de vuelo que el resto de los nuevos refuerzos ya que participó en la Superliga. El ex Andino salió como titular en el último juego y mostró aspectos interesantes como buena rotación del balón y capacidad para llegar a la zona de gol.
A ellos los acompañan un grupo de juveniles, que la mayoría están disputando Liga Junior, y cuando Gonzalo García los manda al parquet no desaprovechan la oportunidad. Santiago Ramati, Bruno Oprandi, Juan Manuel Rivero, Ramiro García, Germán Bertsch y Andrés Genoud forman la actual cantera mens sana.
Gimnasia tiene defectos como todo plantel. Algunos jugadores, a lo largo de la competición, sufrieron molestias. Esto se debe a que la mayoría tuvo pocos días de descanso ya que luego de finalizar la participación en la Liga Nacional se metieron de lleno en la Superliga, que terminó en manos albiazules. Al ser un plantel nuevo todavía le faltan horas de vuelo para tomar un alto rendimiento.
La pretemporada, a cargo de Manuel Álvarez, continúa y no se detiene porque el objetivo apunta a la competencia que dará inicio el 2 de octubre. El elenco que avance de ronda deberá afrontar cinco partidos en nueve días. Algo dificultoso si se quiere continuar con una buena puesta a punto.
Gimnasia no siente la presión por obtener un resultado como le puede suceder a otro elenco en desventaja. Primero debió superar a Ciclista en Junín, elenco bien compuesto y que dará batalla en el TNA. En el Coliseo del Boulevard triunfó por 14 y 9 puntos de diferencia. Luego debió enfrentar a Obras. En el primer juego cayó por tres puntos y debutó en el Polideportivo con la misión de obtener un resultado positivo para llegar a una nueva instancia.
En ese encuentro el lobo no sintió la presión de vencer por más de tres puntos y con un gran juego de equipo llegó a establecer una máxima de 39 puntos. Lo mismo sucedió la temporada pasada cuando se encontraron por cuartos de final con Quilmes. Con la serie 2-0 en favor de los cerveceros, el lobo empató en 2 con victorias por más de 15 puntos de ventaja.
En esta eliminatoria la localía corre a manos de Quilmes, y Gimnasia deberá sacar un resultado positivo para ir tranquilo a Once Unidos, reducto que en la temporada pasada visitó en cinco oportunidades y en todas se fue con las manos vacías.
Las cartas están sobre la mesa y la serie a punto de empezar. Desde el sábado la naranja estará en el aire y tanto triperos como cerveceros querrán vencer para disputar el Cuadrangular Final y llegar motivados al comienzo de la Liga Nacional.