Atenas tropezó en Paraná frente a Echagüe que lo venció por 73-69. Ahora el campeón de la Liga Nacional deberá ganar en Córdoba por una diferencia mayor a 4 puntos para acceder al cuadrangular Final.
Siempre intenso y solidario, el elenco de Santander jugó el mejor básquet y se llevó el partido. La figura no fue un cordobés, fue Federico Sureda y si hay que nombrar a otro, vale decir que Oscar Heis la rompió en el arranque, Mariano Byro tuvo pasajes brillantes y también Diego Crocce hizo un gran juego. Como sea, lo importante del caso es que los pibes de Echagüe le ganaron a un grande, un grande en serio.
El Juego Inolvidable
Horacio Seguí tuvo que salir disparando a la mesa de control. Nueve a cero decía el tablero a solo dos minutos del comienzo del juego ¿Para quién? Sí, para Echagüe. ¿Cómo sucedió? Tres buenas defensas, más dos triples de Oscar Heis y uno de Mariano Byro, marcaron esa diferencia.
Fue maravilloso el inicio del encuentro para Echagüe. Muy enchufado atrás y rápido para salir en velocidad y encontrar tiros cómodos, el equipo de Santander le clavó más que tres puñales a Atenas y le controló el juego de arranque.
Además de efectivo en ofensiva y muy intenso atrás , Echagüe estuvo despierto y seguro para buscar las mejores opciones adelante. Claro que Atenas acusó recibo. La visita se puso más duro en defensa, le cerró los caminos que al principio se veían claros a los locales, y apareció Lábaque y también Fuentes para consumir la diferencia y cerrar el primer cuarto 21 a 16, a favor de Echagüe
El elenco de Santander comenzó a sentir y sufrir la defensa de Atenas en los últimos instantes del primer parcial. En el comienzo del segundo, se profundizaron los problemas del local para anotar. Para colmo Lábaque se generó espacios y goles y Atenas llegó a pasar al frente en el marcador.
El reingreso de Sureda le cambió la pinta a Echagüe. El bahiense se encargó de controlar a Lábaque y de provocar espacios y tiros cómodos para los internos del local. A esa altura del juego, ya estaba muy claro que la intención de Santander, además de hacerle partido al último campeón y porque no, ganarle el juego, la idea era que ninguno de los pibes se quede sin probar la cancha en una noche tan especial.
Todos lo hicieron bien: Bahler, Morresi, Bertonchini. Y bueno, Alvaro Todone, el más chico de los juveniles del club, se dio un gran gusto. Cuando restaban nueve segundos para que se queme el tiempo y la primera etapa. El coach lo mandó a la cancha y el pibe recibió de manos de Sureda la última bola. La tiró con toda la confianza y adentro. Con el triple de Alvaro, Echagüe se fue arriba, sí, arriba de Atenas y por 39 a 36.
Mejor Todavía
Podía ocurrir, por ejemplo, que Atenas arrancara el segundo tiempo encendido y furioso luego de una primera parte con muchos problemas. Que a Echagüe se le quemaran los papeles y las alegrías ante un equipo de gran jerarquía. Nada de eso. Igual de intenso en su canasto y muy inteligente para repartir la pelota en ofensiva, el equipo ya no sólo que encontró tiradores con la mano caliente, sino que le hizo llegar la pelota a los internos y los grandes, sobre todo Crocce, respondieron bien. El equipo local controló el partido en el comienzo del segundo tiempo y apareció Mariano Byro para darle una mano más adelante y estirar la ventaja a diez puntos.
Entonces, cuando ya no era cosa exclusiva de optimistas pensar que el local podía ganar juego, Atenas cambió la pinta, se hizo fuerte en su tablero y le genero perdidas y dificultades a Echagüe, que de todos modos pudo cerrar el tercer cuarto arriba: 53 a 48.
Sin claridad y sin básquet, de entrada nomás en el último parcial, Atenas apeló a la fuerza de sus internos. Empujó a su rival y llevó el juego a la pintura. Sin embargo no le alcanzó para cambiar el rumbo del cotejo. Con un gran despliegue defensivo y Sureda enchufado a fondo para provocar goles y espacios para sus compañeros, el local siguió dirigiendo el partido y se dio el gusto de llegar 64 a 55 arriba a tan solo cuatro minutos del final.
Ya no era cosa de soñar ni nada de eso, Echagüe tenía adelante la oportunidad, la chance de darse un gran gusto, tan grande como el rival. Y hacerlo en casa y compartirlo con su gente, la que se arrimó al Butta por la expectativa que generó la llegada de Atenas y al final se llenó los ojos con el básquet de los pibes de Echagüe.
Atenas salió a morder el encuentro al final. Robó varias pelotas, Lábaque la metió de afuera y se arrimaron tanto los cordobeses que empataron en 69. Igual no pudieron, un gol oportuno de Byro hizo justicia, sí, justicia. Echagüe había jugado mejor que Atenas y los chicos se merecían ir a dormir con el sueño cumplido. Salió así, como debía ser y Echagüe se dio el gusto nomás: le ganó al más grande de la Liga en casa.
Atlético Echagüe Club (73): Federico Sureda 12, Oscar Heis 15, Mariano Byró 21, Diego Crocce 9, Juan Cantero 2 (fi); Alejandro Zilli 3, Gustavo Souto 7, Alejandro Bahler 0, Alvaro Todone 3 y Cristian Bertonchini 1. DT: Silvio Santander.
Atenas (69): Bruno Lábaque 15, Guillermo Lábaque 5, Oscar Funes 14, Diego Logrippo 15, Andrés Pelussi 15 (fi); Diego Brezzo 4, Ezequiel Dentis 0 y Agustín Prieto 1. DT: Horacio Seguí. Árbitros: Eduardo Bellón y Jorge Aluz. Parciales: 21-16, 36-33 y 53-48. Estadio: Atlético Echagüe Club.