Unas 1.000 personas se dieron cita a la puerta del Teatro Municipal. Primero hubo conferencia de prensa y después “Manu” saludó al público. El clima no colaboró y Ginóbili solo estuvo 6 minutos ante el público.
La mirada cómplice de Emanuel Ginóbili hacia Alejandro Montecchia, ubicado en uno de los palcos del Teatro Municipal fue el primer gesto que mostró el bahiense ante el seguimiento de la prensa.
“No me perdí un solo partido”, aseguró “Ale”. “¡Y eso que en España empezaban a las dos de la mañana! Los últimos estuve solo porque mi señora vino acá para tener familia, así que lo viví como un fanático más. A veces lo quería matar a él y otras a Popovich”, dijo entre risas.
Previamente, la presentación había estado a cargo del intendente municipal Jaime Linares, quien, ante la solicitud del jugador de que después lo acompañara para salir al balcón, le hizo saber que la fiesta era de él, por lo que no aceptó la exposición pública. Un buen gesto, fundamentalmente en tiempos de campaña.
Además de la prensa y algunos invitados, estaba Raquel, “Yuyo”, Leandro y Sebastián Ginóbili, toda su familia, junto con su novia Marianela. No faltaba nadie.
Eso fue adentro. ¿Afuera? Pese a la tenue, pero llovizna al fin, el público con mucha paciencia siguió por pantalla gigante las declaraciones de Emanuel. Una vez completados los 50 minutos de charla, la atención se centró en el balcón principal del teatro.
Y a mal tiempo... Un video con las mejores jugadas de “Manu” durante la primera temporada en Estudiantes hicieron entrar en calor a las aproximadamente 1.000 personas que se dieron cita pese a la fría tarde bahiense.
Pero claro, la entrada no fue suficiente. Todos esperaban el plato principal. “Olé, olé, olé, olé... Manu, Manu...!”, fue el canto que unió a los bahienses. Y con el tema “El Matador”, de los Cadillacs, a las 18.38, salió él más esperado.
“Les agradezco muchísimo. Acá arriba me siento un político”, advirtió, después de saludar. Afortunadamente no hubo “intrusos”. A su derecha, desde otro balcón se asomaron sus hermanos y su mamá, además de su novia, que sumó minutos a la cinta que tiene grabado distintos momentos de una temporada inolvidable.
“Es increíble. No hay mucho para decir. Sé lo que han vivido estas finales y la temporada de la NBA, al menos trataron de explicármelo. Simplemente se los agradezco. No me imaginaba semejante movimiento, jugando tan lejos”, destacó.
Mientras algunos elevaron carteles, Harold Marcolín, de 75 años, hizo flamear una bandera argentina, sin poder contener las lágrimas. “Sigo al deporte de Bahía Blanca y me siento muy emocionado. Para los argentinos Ginóbili es como Fangio; la primera vez que fue triunfó y es el ejemplo, por su personalidad y la familia que tiene. Desde la época de Cabrera que no vivía un momento similar”, aseguró el hombre.
Los aplausos continuaron y Emanuel, otra vez elogió al público. “Sé que la gente como ustedes va a estar siempre a mi lado y espero poder estar siempre al lado de ustedes”, agradeció.
El acto solamente se extendió durante seis minutos. Tiempo insuficiente para haber esperado tanto. De todos modos, los más entusiastas permanecieron en el lugar y disfrutaron de algunas imágenes de “Manu” cuando todavía era un pibe. El mismo que llegó lejos, muy lejos, tanto que para poder disfrutarlo, hay que conformarse con seguirlo por televisión en cada presentación de los Spurs.