De mayor a menor, el seleccionado de básquetbol subcampeón del mundo redondeó una victoria trabajada pero justa frente a España B por 101 a 93 y ante las 9.000 personas que colmaron con su fervor el Superdomo Orfeo.
El equipo conducido por Fernando Duró, colaborador de Rubén Magnano, comenzó dominando con amplitud a su rival y plasmando en el marcador una ventaja importante.
En los dos primeros cuartos, las principales vías de anotación fueron a través de Andrés Nocioni, una de las figuras del cotejo, Luís Scola y el cordobés Fabricio Oberto, autor de seis tantos en el primer segmento.
En el segundo parcial, se sumó la eficacia de Rubén Wolkowyski para sacar una luz de 23 puntos al ir al descanso. La segunda mitad de la Selección no fue tan lúcida, lució bastante imprecisa porque como los propios protagonistas se encargaron de remarcar, faltan minutos en cancha para aceitar el mecanismo.
Mientras tanto, España comenzó a remontar de la mano del alero Germán Gabriel (goleador del partido con 23 anotaciones), por la tarea de Andrés Miso al plantear una marca en zona que complicó a los dueños de casa, a tal punto que debieron apelar a los lanzamientos externos casi como única opción.
Ante esto, apareció en su dimensión Emanuel Ginóbili, como respondiendo al fervor de la multitud que en gran medida asistió al Superdomo para deleitarse con su juego. El bahiense estuvo certero y convirtió tres triples en el cuarto (cinco a lo largo del partido). Una constante en la Selección nacional fue la de perder balones (15 en total), un error a corregir cuanto antes.
Con virtudes propias y más que nada por el quedo de Argentina, los españoles pasaron de dominados a dominadores y con su marca dejaron sin gol al subcampeón (sólo 10 puntos en siete minutos).
Así, los peninsulares se fueron acercando en el marcador porque además, con la constante rotación, Duró resintió el funcionamiento del equipo, no encontró orden y el patrón de juego.
España se agrandó y acortó hasta ponerse a 94 a 90, a poco menos de dos minutos del final. Entonces volvió el quinteto que se perfila como titular, con Sánchez, Nocioni, Ginóbili, Oberto y Wolkowyski, y alcanzó para que la fiesta sea completa.
Argentina 101: Juan Ignacio Sánchez 1, Lucas Victoriano 3, Andrés Nocioni 22, Luis Scola 9, Rubén Wolkowyski 15 (FI); Fabricio Oberto 10, Emanuel Ginóbili 21, Alejandro Montecchia 6, Matías Pelletieri 4, Diego Cavaco 6, Diego Guaita 2 y Diego Alba 2. DT: Fernando Duró.
España 93: Albert Oliver 6, Andrés Misó 16, Jordi Trías 14, Germán Gabriel 24, Alfonso Alzamora 10 (FI); Javi Rodríguez 3, Francisco Vázquez 0, Asier García 13, Roberto Guerra 7 y Eduardo Hernández 0. DT: Antonio Gómez Nieto.
Parciales: 29-17, 57-34 y 80-60. Árbitros: Eduardo Bellón (Argentina) y Miguel Pérez (España). Estadio: Superdomo Orfeo, Córdoba.
Una agenda sin respiros
La Selección argentina no tendrá tiempo de descanso, ya que están próximos los dos siguientes compromisos, los Juegos Panamericanos y el Torneo de las Américas (también denominado Preolímpico), clasificatoria para Atenas 2004.
El equipo argentino, que terminó anoche de disputar el Campeonato Sudamericano, llegará hoy al mediodía en Buenos Aires y se dividirá en dos. Un grupo partirá mañana (a las 11) rumbo a Santo Domingo para los Juegos con el agregado del cordobés Diego Alba, Diego Cavaco, Diego Guaita y Matías Pelletieri, mientras que otro se sumará a los subcampeones mundiales, que ayer enfrentaron a España en Córdoba y mañana repetirán el juego en Rosario.
El entrenador Rubén Magnano, anoche tras la final del Sudamericano y al cierre de esta edición, le informó a cada jugador los pasos a seguir y luego lo hizo público, aunque el cordobés Pablo Prigioni y Federico Kammerichs se sumarán con los otros tres que disputaron el Mundial, Leandro Palladino, Leo Gutiérrez y Gabriel Fernández, al grupo que entrenará de cara al Preolímpico, el certamen más importante del año.
Este preseleccionado (tendría entre 13 a 15 jugadores) cerrará el jueves la serie de amistosos con España en Mar del Plata y luego tendrá descanso hasta el 4 de agosto. Más tarde se concentrarán nuevamente para enfrentar a Panamá, el 6 en Río Gallegos y el 8 en Bahía Blanca y dos días más tarde comenzará la gira por México, ya con los 12 jugadores que irán al Preolímpico de Puerto Rico (20 al 31 de agosto).
En tierras mexicanas disputarán tres partidos con el seleccionado local y terminarán la preparación ante Puerto Rico para luego buscar un lugar, de los tres disponibles, rumbo a los Juegos Olímpicos 2004.
La “estrella” reguló el paso
Sin lugar a dudas que Emanuel Ginóbili fue uno de los imanes, quizá el principal, que favoreció ayer para que el Superdomo Orfeo luciera completo, como nunca antes se lo había visto en su año de existencia.
Y si bien, al igual que el resto del seleccionado, el bahiense expuso un andar desprovisto de refinamiento individual junto a una carencia de acople colectivo, todas las miradas se posaron sobre su figura y sobre sus movimientos. Y no es para menos, un campeón NBA no se ve todos los días (y si no, empiece a contar los días). Por eso ayer, más de un plateísta exteriorizaba su ansiedad por verlo en cancha recriminándole a grito pelado al director técnico Fernando Duró para que lo ponga entre los cinco de cancha.
Es más, no ingresó entre los titulares y además jugó sólo 20 minutos; es decir siete menos que el promedio de minutos (27) que el entrenador Greg Popovich lo utilizó en las últimas finales con San Antonio Spurs. Pero hay que tener en cuenta que éste es un plantel en plena preparación para un torneo Preolímpico, y por ende, no era un show del “Súper Manu”, como más de uno habría pretendido que ocurriera: asistir a una función circense donde abundan los actos acrobáticos.
No se vio un Ginóbili haciendo goles imposibles, asistencias soberbias o robos extraordinarios. Se notó un jugador sometido al rigor del juego en equipo, consciente de la tarea que se le asigna en la selección y preocupado sintonizar con sus compañeros.
No obstante eso, “Gino” (como le llaman en San Antonio), en los 20 minutos que estuvo en cancha, fue el segundo goleador argentino con 21 puntos (6/8 en simples, 0/3 en dobles, 1 rebote, 1 asistencia, 3 recuperos y 2 pérdidas). Nada mal para un jugador sencillo, distinto, inteligente, habilidoso y que ayer terminó encandilado por los miles de flashes que de los cuatro costados del Orfeo se encargaron de hacer brillar aún más su figura. Para Nocioni, falta trabajo
En una atiborrada sala de prensa, el querido y admirado (por su entrega y su talento) Andrés Nocioni, fue el jugador argentino que se sometió por unos minutos a las preguntas.
Aunque lo más importante lo dijo cuando se iba camino al vestuario, cuando indicó: “Estamos lejos de mostrar la mejor cara. Todavía nos falta trabajo ya que necesitamos más preparación, más competencia y más acople”.
En referencia al partido, el santafesino indicó: “El juego no fue dinámico y esto es lógico que así ocurra, porque los entrenamientos son insuficientes para mostrar un mejor nivel. Pero, día a día, pienso que veremos una mejor selección argentina y también de España”.
Para el técnico Fernando Duró, el saldo fue positivo. “Fue el primer ensayo para mostrar los ensambles de sistemas, ver cómo respondía el equipo en lo físico. No tuvimos tantas imprecisiones y en mucho tuvo que ver el juego de España y la zona rival nos paralizó un poquito”, dijo.
“Tuvimos el orgullo para intentar llegar hasta el final con un resultado más digno, ante una selección con poca preparación pero con mucho de realidad. Además el ambiente y el público han tenido una excitación equiparable a los grandes eventos mundiales”, dijo el entrenador de España, Antonio Gómez.
Fuente: diario La Mañana de Córdoba y La Voz del Interior